Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.
LAS CAMPANAS DOBLAN POR TI. POEMA DE JOHN DONNE
Está el pueblo venezolano en general, viviendo una etapa nunca soñada y mucho menos imaginada, pues de cualquier manera este país ha venido construyendo sus estructuras públicas y privadas con virtudes y defectos que le dan su respectivo andamiaje.
Al pueblo venezolano lo acoraza una gran nobleza y una profunda convicción de paz y cordura como diría el presidente andino, Eleazar López Contreras; no se amilana frente a los hechos, es perseverante y acucioso para resolverlos, pero lógicamente esas aptitudes también tienen sus límites.
Y en estos momentos de auténtica y verdadera crisis, cuando los servicios públicos han seguido un acelerado proceso de deterioro y ya casi no funcionan, cuando el desabastecimiento y la falta de producción de todo lo básico para tener una vida digna está a la orden del día, a la gente solo le escucha exclamar: que bravura por la que estamos pasando.
Que bravura que ahora hay que sacar a la calle la bombona de gas, esperar una eternidad de tiempo hasta que pasan el distribuidor y jalarle mecate al vendedor de gas disfrazado de "compatriota" con la gorra y franela roja y su estampa "gas comunal" para adquirirla y pagar hasta 10 veces su real valor.
Que bravura tener que salir todos los días en procesión a visitar cuanta farmacia pueda, para encontrar un medicamento o valerse de la dependiente pagándole más de su valor para poder adquirirla o buscarse alguna persona amiga para lograr encontrarla cuando llega el pedido.
Ya el bachaqueo es toda una "institución" y lo más grave es que pareciera que llegó para quedarse, convirtiéndose prácticamente en una forma de trabajo casi que formal, y si no fuera por la crisis de desabastecimiento tan profunda que vive el país, de seguro que el instituto de estadística, estaría asumiendo al bachaquero como un trabajador formal, para abultar cifras y querer engañar, dando rimbombantes muestras de bienestar.
Al pueblo no le queda otro camino que organizarse y buscar mecanismos de sobrevivencia, los vecinos de toda la vida han sacado a flote la solidaridad compartida, si a alguien le falta algo lo apoyan para encontrarlo o comparten lo que tienen, las diferencias que puedan tener hoy están en el baúl del recuerdo.
Es tan grave la situación que la propia encuestadora del gobierno ya no aparece, y deja en evidencia lo acertadas que son las cifras que ofrecen las encuestadoras privadas; de hecho hay una encuestadora "privada" que le cae bien al gobierno y que sustituyó a la oficial, que se ha visto obligada a decirle lo mal que van las cosas; sin embargo no hay peor sordo que el que no quiere oír ni peor ciego que el que no quiere ver.
Realmente Venezuela está en un viacrucis diario y no precisamente de 14 estaciones, entrampado de dificultades hasta la medula y sin una esperanza de salida digna de este atolladero.
Los tiempos se agotan y no hay forma ni manera que lo entienda el alto gobierno, sigue practicando el mismo libreto y casi que con los mismos actores de reparto, el pueblo ha perdido la fe y ya le queda poca esperanza de que esto se resuelva temprano, asi lo indican todas las encuestas.
Esta el país en la hora de definir esta encrucijada que lleva 17 largos años sin los resultados esperados, cada dia se acelera mas el paso del caminante hacia un precipicio de incalculables consecuencias, quedándole solo al pueblo la recignacion y exclamación popular ¡….que bravura….!
