Había una vez un señor que ganaba sueldo mínimo y no le alcanzaba para nada, un día luego de 3 horas de cola para comprar café a BsF 200 iba caminando por la calle y otro señor desde su carro vio el café, le ofreció BsF 1200 por esa bolsita de café y aquel hombre accedió. Algunos lo llaman bachaquero, otros, supervivencia.
Había una vez un joven ingeniero que estaba haciendo un gran proyecto en su computadora, de repente puff hubo un bajón eléctrico seguido de un corte de luz, se le daño la computadora y se acabó el cuento.
Había una vez una señora que defendía al gobierno, y no importaba el nivel de inflación, la inseguridad campante, la escasez de alimentos, la desnutrición infantil, el record de neonatos fallecidos, ella seguía en su estulticia, un día se enfermó, no consiguió sus medicinas y murió de una enfermedad perfectamente controlable en cualquier país vecino.
Había una vez, un cumpleañero y organizo una arepada en su casa para celebrar, salió a buscar harina de maíz y fue imposible conseguirla, suspendió la reunión y se acabó el cuento.
Había una vez un país, con sus adecos y copeyanos, con sus corruptos y sus tribus judiciales, con sus defectos y sus miserias, luego, llego un comandante, con su proyecto y sus ideas, con sus ministros y personeros, con su modelo y su administración y se acabó el país.