En febrero de 1.989 asume la presidencia de Venezuela por segunda vez Carlos Andrés Pérez con 48 por ciento de los votos totales; al pueblo le vendieron la ilusión electoral de que volverían los tiempos de "la gran Venezuela" de "la Venezuela Saudita, del "ta barato, dame dos", bonanza que dilapidó CAP en su primer gobierno, abrazado por una locura inusual del populismo mas barato que hasta ese momento se había conocido, a través de la riqueza fácil del petróleo, que la providencia colocó en suelo venezolano; regalándole un barco a Bolivia, a Nicaragua le envió personal de seguridad con equipamiento para el cuido de Violeta Chamorro, y con Cuba se abrazó en contubernio que le duró poco.
Su toma de posesión el 2 de febrero de 1989 burló la legalidad y costumbre tradicional de este solemne acto, trasladándolo del Capitolio al teatro Teresa Carreño, convirtiéndolo casi en la investidura de un rey, lo que jocosamente la gente denominó "la coronación"; vinieron mandatarios de varios países, incluido Fidel Castro que ya intentaba mayor acercamiento con Venezuela.- Por cierto vale recordar aquí que sucedido el golpe de Estado de Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992, Fidel Castro le envió un emotivo, histórico y solidario telegrama de apoyo a CAP, frente a esta asonada militar.
Los antecedentes del sacudón o caracazo del 27, 28 y 29 de febrero de 1.989, se deben circunscribir a la situación político – económica de gran impacto social, que el país vino acumulando de todos los gobiernos sucedidos después del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez, y enmarcados en el pacto de Punto Fijo.
Jaime Lusinchi, sexto presidente de la Venezuela post dictadura, entre 1.984 – 1989, continuó llevando al país por el filo del despeñadero, al querer resolver la situación económica que había recibido con la instauración del control de cambio, como mecanismo para evitar la fuga de divisas y que se convirtió en la más perversa corrupción del recordado RECADI, donde solo hubo un procesado de origen Asiático llamado el "Chinito de Recadi"
Este control de cambio implementado como mecanismo económico para evitar la fuga de divisas, lo usó el gobierno de Lusinchi para chantajear a los diferentes medios de comunicación, que tuvieron que optar por no informar de la cruda realidad económica y social por la que estaba atravesando el pueblo venezolano con la refinanciación de la deuda externa por parte del Fondo Monetario Internacional y que siguió hundiendo al país en la más desastrosa situación económica y social.
CAP recibe las arcas de La Republica en condiciones muy precarias, y se propone ahora sí, hacer un gobierno austero y con cordura, pero el FMI y los tecnócratas que designó como Ministros, diseñaron el llamado "PAQUETAZO" con Miguel "paquetico" Rodriguez a la cabeza; alertando el propio Gonzalo Barrios en el Comité Ejecutivo Nacional de Acción Democrática, que no deberían ser aplicadas estas medidas al pueblo y fustigó a los ministros llamándolos "iesaboys" debido a que en un instituto económico especializado del país, habían recibido unos arrebatados cursos de economía.
Pero se impuso el Fondo Monetario Internacional y el paquete fue anunciado y comenzado a aplicar; subieron los precios de la gasolina, el transporte público, liberaron los precios de los alimentos, aumentaron las tasas de interés bancario y no permitieron aumentos salariales; comenzaron a escasear los alimentos básicos y las colas para comprar algún artículo se hacían interminables; se hizo presente la modalidad del saqueo, todo lo cual creó el ambiente propicio para lo que históricamente se conoce como "El Caracazo"
Fue en Caracas la principal ciudad de Venezuela, donde este fenómeno social se hizo patético y acentuado, por eso "El Caracazo", pues allí impactaron mucho más las medidas económicas que en otras ciudades importantes del territorio nacional, lo que obligó a suspender las garantías constitucionales en todo el territorio nacional.
Hoy vive el país una situación que en algunas cosas se asemeja a las causales del caracazo, pero en otras es mucho más grave, y es que la diatriba política, la escasez, el desabastecimiento, la inseguridad y las colas para comprar comida o medicinas, ronda por toda la geografía nacional, no hay rincón, pueblito o ciudad del país, donde esta realidad económica no se conozca y se viva; la población esta consiente de esta situación porque la vive y padece diariamente; de allí que sea urgente y necesario que todos los sectores del país depongan actitudes y busquen las formulas del dialogo, para que no vuelva la patria de Bolívar a vivir, no un Caracazo, ahora sería un "Venezolanazo"