El 24 de mayo de 2016 se cumplieron 194 años de la épica batalla de Pinchincha. Con ella logró el general Sucre la libertad de Ecuador del imperio español y se consolida Colombia (La Gran Colombia) formada por tres naciones, Ecuador, Colombia y Venezuela liberadas estas dos de los españoles por Simón Bolívar.
Como el joven Antonio José de Sucre estuvo en guerra a partir de 1811, (Tan solo tenía 16) cuando fue ayudante de Generalísimo Francisco de Miranda y su última batalla la libró en Tarqui, Ecuador el 27 de febrero de 1829. (Tenía 34 años cumplidos) Siendo el cumanés un excelente estratega y planificador de batallas, se me ocurre que hoy cuando Venezuela sufre la peor guerra que jamás ha sufrido, la guerra económica, apoyada por USA, las clases más pudientes del país conjuntamente con una serie de empresarios capitalistas y los partidos de extrema derecha de Venezuela, que las cosas que hizo el general Sucre para mantener sus tropas bien alimentadas y apertrechadas para las batallas que libró pueden servir de ejemplo para la guerra económica que actualmente está librando el gobierno bolivariano, chavista y socialista de Venezuela.
Mucha gente piensa que las batallas se dan entre dos ejércitos, que los mismos tiene a sus hombres bien armados y llenos de municiones y que pelean en x o z lugar cuando la oportunidad se les presenta, pero no les pasa por la cabeza que esa guerra que liberan en la mayoría de los casos fue bien planificada. Sus tropas bien alimentadas y bien entrenadas. Vemos lo que el general Antonio José de Sucre hizo nada menos que para la gran batalla de Ayacucho, el máximo triunfo logrado por él, para luego comentar otras cosas que hizo para mantener bien alimentada sus tropas y a los bolivianos durante su presidencia en ese país. He aquí lo que hizo por sus tropas antes de la batalla de Ayacucho:
Señalan Rafael María Baralt y Ramón Díaz en el Tomo III de su Historia de Venezuela:
“Prodigios de organización y de economía realizaron Bolívar y Sucre en los cinco meses empleados para preparar al ejército. De las minas de Huamachuco lograron extraer plomo; bajo su inmediata dirección o siguiendo sus instrucciones, se fabricaron telas de lana y algodón, correaje, cantimploras, clavos, suelas, paño de macilla para pantalones, pañete para capotes, camisas, gorras, sillas, mantas, zapatos, y cuanto objeto podían necesitar las tropas, semidesnudas a consecuencia de las prolongadas marchas en persecución de Rivas Agüero y sus adeptos y con anticipación prepararon pascana bien previstas de leña y víveres para las tropas para la travesía de la gran cordillera central. La caja del ejército proveyóse ampliamente, y las tropas se pusieron en marcha, con grandes acopios de ganado y granos, acostumbrados ya al soroche y a las punas, y como decía el Libertador en su lenguaje pintoresco, a saltar por encima de las peñas, como guanacos en cuyo país iban hacer la guerra. Los departamentos del sur de Colombia, el Ecuador, Guayas y Azuay, mantenidos a las órdenes del Libertador, en su carácter de Presidente de Colombia, le proporcionaron reclutas, paños, lanzas al estilo apureño y otros artículos.”
ALIMENTOS Y BESTIAS PARA LAS TROPAS.
El 1º de noviembre de 1824, se envió al general Gamarra para recoger mil cargas de grano, mil de papas y seiscientas mulas y caballos en los pueblos de Cotabamba donde era fácil conseguirlo y mil reses.
El general Sucre y sus tropas acondicionaron el camino hacía Ayacucho.
En cuanto al financiamiento para la guerra de la independencia al Sur de América, Sucre le hizo pagar impuestos y contribuciones a los comerciantes, incluso a comerciantes españoles que deseaban exportar sus bienes a su país.
Otra manera de financiar la guerra y luego para hacer escuela, hospitales, hospicios para pobres en Bolivia lo que hizo Antonio José de Sucre fue lo siguiente: en las iglesias que tenían pocos sacerdotes, los sacaban para otra iglesia para hacer un grupo mayor de sacerdotes y la antigua iglesia era transformada bien en una escuela, hospital o asilo. Todos los objetos de oro de la iglesia era fundido y vendidos.
Ahora vayamos a lo que hizo el Gran Mariscal en Bolivia para tener seguro los alimentos para el pueblo. Hizo que toda ciudad tuviese un gran almacén en donde se le llenaba de productos para dos meses de consumo.
Durante su mandato la agricultura, la cría como la minería progresaron. En campos en donde no había nada en los últimos 16 años, nadse veían cultivados y con ganado.
A los mineros hizo que se les pagará en dinero en efectivo y no con bonos para compra en tienda de los dueños de las minas. Por otro lado, a los dueños de las minas se les prohibió darles caramelos a sus obreros y se les obligó suministrarles buena alimentación.
En cuanto al suministro de agua para ciudades y poblados, transformó lagunas en represas y procuró mantenerlas limpias.
Vayamos ahora al tratamiento que les dio Sucre a los traidores, Sucre no se le conoce como hombre que mandaba a fusilar a nadie, fue un hombre magnánimo, perdonó a quienes lo trataron de asesinar, por lo contrario el Libertador si lo hizo contra quienes lo trataron de asesinar en Bogotá el 25 de septiembre de 1828. Al único que perdonó fue al general Santander pero lo desterró de Colombia. Por tanto, ningún traidor de la patria, como los que existen hoy a montón, se salvaría de ser fusilado en las Plazas principales de sus ciudades. Traidor es traidor, bien sea durante nuestra guerra de independencia o durante esta guerra económica y no merece perdón alguno ni ayer ni hoy. Así que esos señores que se van a despotricar de su patria fuera de Venezuela en países como Canadá, USA o España pidiendo que nuestra patria sea intervenida por un ejército extranjero, esos seres durante la guerra de independencia de los españoles no tendrían vida. Recuerden que Bolívar mandó a ejecutar a muchos durante su Decreto de Guerra a Muerte, que duró 7 años desde 1813 hasta 1820, cuando el general Sucre elaboró el Tratado de Regularización de la Guerra poniendo fin la Guerra a Muerte. A lo que se refirió Bolivar:
“Este tratado es digno del alma del general Sucre: la benignidad, la clemencia, el genio de la beneficencia lo dictaron: él será eterno como el más bello monumento de la piedad aplicada a la guerra: el será eterno como el nombre del vencedor de Ayacucho”
“El cumanés tenía veinticinco años. Ya era posible medirlo hacía el futuro,. Aquí, hoy y mañana, en Ayacucho en Tarqui. Sin que por eso amenguaran ni su energía ni su espíritu viril, ni su tenaz desafío. Cuando le anuncian que lo aguardan asesinos, seguirá adelante impasible.” Dice Rumazo González en su biografía de Antonio José de Sucre.
Las características del Gran Mariscal de Ayacucho deben ser ejemplo a seguir por la juventud venezolana:
1º Fue un hombre que desde joven luchó por la independencia de su gran patria, Sur América, también quiso liberar a Cuba.
2ª Fue magnánimo, nunca le tuvo rencor a nadie, ni fue vengativo. El general Canterac pasó por las armas a su hermano Francisco, en Cariaco en 1818, y cuando Sucre lo vence en Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, no lo mandó a fusilar.
3º Cumplió a cabalidad las ordenes de sus superiores aunque no estuviese de acuerdo con ellas, como sucedió después de la Batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824, cuando el Libertador lo envió a recoger los despojos de guerra en el campo de batalla. Cumplió la orden a cabalidad, luego le protestó a Bolívar. Este hecho le sirvió de ejemplo a muchos oficiales patriotas.
4º Se ocupó de beneficiar a los más pobres, como fueron los indígenas de los países que liberó al Sur de América.
5º Fue llamado por sus tropas: “El general de los soldados,” dado el buen trato que les dio, sin dejar de imponer su disciplina.
6º Jamás aceptó la invasión de tropas extranjeras en territorios liberados por él.
7ª Fue un hombre de excelentes modales, que nunca levantaba su voz pero se hacía obedecer.
8º Fue un hombre honrado que rendía y pedía cuentas.
9º Nunca escuchaba chismes de nadie, ni aceptaba que ningún oficial de su tropa calumniase a otro.
10 º Fue gran planificador de batallas y sólo perdió una.
11º Combatió con gran habilidad en todos los terrenos donde se le presentaron batallas.
12º Su lealtad al Libertador Simón Bolívar duró hasta su muerte.
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