Plan de campaña de 1821 del General Antonio José de Sucre que culminó en Carabobo

Simón Bolívar y Sucre unidos por la sangre y la gloria, así reza un interesante estudio del académico de la historia venezolana Dr. Luis Alberto Sucre Urbaneja, quien demuestra cabalmente que El Libertador y Sucre son parientes pero, a ellos, también los unió la gloria. Hay un episodio poco conocido por multitudes de personas que es el siguiente: unos meses antes de la batalla definitiva de Carabobo,  24 de junio de 1821, recuérdense hubo dos batallas de Carabobo y ambas las ganó Simón Bolívar. El Libertador les ordenó a los generales de su Estado Mayor, entre ellos Carlos Soublette, Rafael Urdaneta, Briceño Méndez, y Antonio José de Sucre para planificar la campaña 1821, la cual culminaría en el campo de Carabobo, el cual era sitio obligado del paso de los ejércitos durante sus campañas. Bolívar sabía de ente mano que allí se debía darse la batalla final por la liberación de la patria. Es así, que una vez su Estado Mayor realiza los planes para la mencionada campaña escoge el plan de Sucre el cual era:

    “1º - Los señores comandante generales de los cuerpos del Ejército y divisiones anunciarían a los jefes del ejército de las divisiones españolas el 16 de abril, que terminado el armisticio, el 26 de mayo, comenzarían las hostilidades. Prorrogado ese tiempo se arreglarían algunas negociaciones por S.E. Presidente o Vicepresidente de la República y dieren sus ordenes para diferirlo; pero participaría a los Jefes españoles, cuarenta días  antes de concluirse el armisticio, el día del rompimiento.

    “2º - Que para el 16 de abril estarían prontas todas la divisiones y cuerpos de  ejército para la campaña, porque podía suceder que los enemigos anticipasen el rompimiento de la hostilidades.

    “3º -  Que el tiempo que transcurra del 16 de abril al 26 de mayo se adelante  en los cuerpos dentro del territorio  o cerca de los puntos que  atacarían: sin embargo, por pequeños se procurará distraer al enemigo para ocultarle los puntos que   van a ser atacados.”

Para uno de los planes de diversión Bolívar seleccionó a José Francisco Bermúdez, un hombre hecho a la medida para este plan, Bermúdez atacaría a Caracas en el cerro de la Planicie, donde es derrotado por Pereira quien contaba con una tropa de 1.200 hombres contra 1.500 de Bermúdez, con la diferencia que los últimos eran soldados inexpertos. Con esta diversión, recomendada por Sucre, en su plan de batalla, Bolívar se quita de encima un ejército de 1.200 hombres y un jefe militar, Pereira, que al decir de muchos era el más capaz jefe realista.

Bolívar, movió con gran maestría la integridad de sus soldados por todo el territorio nacional, como quien lo hace en un tablero de ajedrez, para dar a su  oponente el jaque mate. Dice Vicente Lecuna en su obra: “Bolívar y el Arte Militar”, que “la diversión de Bermúdez sobre Caracas puede citarse como un modelo para haber llenado principios fundamentales del arte de guerra. Entre ellas que la población fuese favorable a la empresa y las posibilidades de obtener recursos militares en la provincia invadida. Todas estas condiciones se llenaron con la diversión ordenada sobre Caracas”; aún hubo dos diversiones más que fueron ejecutadas por Reyes Vargas quien atacó   el flanco derecho de los españoles en la región de Barquisimeto a San Felipe. La Torre envió tropas en ayuda del ejército realista y de esta forma se debilitó, más la tropa que pelearía contra Bolívar en la batalla de Carabobo.

El punto número 6º del plan  de Sucre especifica que el ejército de Occidente al mando del general Páez sería aumentado por el batallón Vargas del coronel Manrique, que lo organizaría de mil plazas con reclutas que a los efectos tiene dispuesto el coronel Salom. Este ejército cruzará el Apure el 26 de de mayo: inmediatamente batirá a las fuerzas enemigas en Calabozo, ocupará el llano y seguidamente ocupará los valles de Aragua y perseguiría la vanguardia española hasta destruirla. Y como es por todos conocidos el general Páez y sus llaneros tuvieron importancia fundamental en la batalla de Carabobo. El plan de la batalla de Carabobo de Antonio José de Sucre y Alcalá, a pesar de no coincidir exactamente con las fechas, tuvo un éxito total. Bolívar derrotó allí a la Torre y ello unió, por primera vez, al Libertador y a Sucre a ésta gloria, porque a la eterna se unirían en 1830.
     
No debo concluir este artículo sin señalar que la obra de Lino Duarte Level, (1846 – 1929) por primera vez editada en 1911, “Historia Patria” señala lo siguiente:
    “El plan de campaña de 1821 fue obra de Sucre. El Libertador lo aprobó y lo ejecutó.”
Más adelante, después de exponer el plan del general Sucre, indica:

    “El éxito de la campaña de 1821 no fue producto de la fortuna o de la buena suerte, ni de la audacia como la de 1819. Ella se estudió con frialdad, se meditó en todos sus detalles, se ejecutó sobre un plan fijo, con términos y objetivos indicados de antemano con movimientos combinados científicamente y hasta se indicó el lugar en que se debería dar la batalla final. Bolívar transformó su gloria de caudillo por la de guerrero. Vio el plan de campaña trazado por Sucre; lo comparó con el presentado por Briceño Méndez; su inteligencia le hizo adivinar el genio de Sucre, ya ahora se confirmaba este vaticinio. Solo Bolívar podía entonces llevar a cabo tan estratégica concepción, porque él era el centro de la voluntad que daba unidad a los esfuerzos populares. Comprendió que había pasado el tiempo de la guerra primitiva y que era necesario hacerla a ciencia, más que con valor; que pelear a ciegas marchar a la aventura, atacar gallardamente y fiarlo todo al arrojo, eran axiomas de otros tiempos; que no era general de un ejército que peleaba como capitán de compañía, sino que dirigía con pericia; que era ciencia y  la inteligencia los que guiaban a la espada, y no el valor personal.

    Sucre trazó magistralmente la campaña de 1821, Bolívar la ejecutó con precisión militar. Para aquel lo gloria de la concepción y del genio, para éste los honores del triunfo; para Páez los laureles de la victoria; para Cedeño y Plaza las palmas del martirio.”
Pero el hecho más significativo de esa campaña de 1821 es que Sucre ya no estaba en Venezuela. Cuando se da la batalla de Carabobo, 24 de junio de 1821, estaba al mando del ejército del Sur y apenas unos días antes había triunfado en la batalla de Yaguachi, Ecuador, el  7 de mayo de 1821.
Según me informó, hace años, el colega economista, diplomático y estudioso de la Historia   Ignacio Silva Sucre, sobrino bisnieto del Gran Mariscal de Ayacucho: “El plan del general Sucre firmado de su puño y letra se encuentra en la Universidad de Yale de USA. Es necesario que nuestra Cancillería haga diligencias para su rescate.



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Gil Ricardo Salamé Ruíz

Economista, con Post Grados en Industralización y Ecología. Historiador.

 gilrsalame@yahoo.com      @gilricardosalam

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