"... trescientos años de calma, ¿no bastan?"
Simón Bolívar. 3 de Julio de 1811
Cuando se deteriora el salario en nuestro hogar, se toca su economía; cuando hoy no puedes comprar con cien bolívares lo que hace tres años atrás podías comprar y sólo teniendo la tercera parte de éste monto, tenemos una nueva realidad y ésta no se puede obviar con frases y discursos que a los oídos de nuestro pueblo no tienen sentido práctico. La realidad de esta crisis económica nos lleva a gastar en las prioridades para nuestro hogar, nuestra familia, así pasa igual con nuestra nación, la casa grande", los gastos deben priorizarse; si esto es cierto, es bueno señalar las causas que nos trajeron a esta realidad y lo correcto es decir la verdad, que hoy y siempre será revolucionaria.
El estado rentista petrolero es capitalista no puede resolver los intereses de las grandes mayorías, un estado que es apetecido por la burguesía parásita y a la vez por el pueblo en general bajo dos visiones diferentes. Este Estado, maneja la renta petrolera y estas visiones contrapuestas, ven en él su salvación y en última instancia, las riquezas que administra este Estado chocan con dos ideas fundamentales: la explotación capitalista y los grandes ideales bolivarianos.
¿Qué hizo Chávez? Muchísimas cosas, a nuestra manera de ver volvió a colocar el debate en América en el orden de las ideas: independencia, integración, avances progresistas desigual, construcción de República y la lucha irrenunciable por la democracia y no precisamente la griega, pues le puso nombre y apellido "participativa y protagónica", despertó el Poder Popular, el poder del pueblo, con Chávez habló el pueblo.
El imperialismo sabe que allí está el verdadero enemigo, en esa batalla de las ideas, el bolivarianismo es el enemigo a vencer encarnado en el pueblo y llevado a la práctica, participando y protagonizando la historia
La muerte de nuestro comandante retrasa esta gran batalla, chispa que empezó a recorrer la Patria Grande rumbo al Socialismo. Por supuesto, quedan tareas pendientes, nos las señaló en el Golpe de Timón, en el prólogo que escribió al libro "Antes de que se me Olvide" de Alí Rodríguez Araque y la enseñanza que nos dejó en la titánica lucha que libró junto a su pueblo en el saboteo a nuestra industria petrolera del 2002-2003; dejando claro que el petróleo nos señalará el camino por un largo tiempo y nos debe servir para reparar la materia de arrastre: la agricultura. Por ello, en el 2006, nos orientó sobre la siembra petrolera.
En el orden internacional: el Banco del Sur, la moneda unificadora, el gran Fondo Macroeconómico Latinoamericano para las grandes obras de infraestructura que ayudasen a la integración de nuestros pueblos.
Vienen nuevos debates sobre la salud, la educación, el alimento, la energía para que no permitamos que el capitalismo las convierta en sólo mercancía. Hoy, sin Chávez al frente físicamente, se hace impostergable reconocer quiénes son los amigos y enemigos del pueblo. "Si no se está haciendo, hay que hacerlo".
Lectura recomendada: La Guerra del Pueblo. Fabricio Ojeda
