Si en Venezuela se pregunta la ruta que siguió el Libertador Simón Bolívar para realizar el llamado Paso de Los Andes, la mayoría de las personas dirían que por el Noroeste de Venezuela, donde están situados nuestros estados andinos, es decir, por donde está situada la Cordillera de Los Andes de Venezuela. Resulta ser que el conocido Paso de Los Andes, no tiene nada que ver con Los Andes venezolanos; sino con Los Andes colombianos. Pues el camino que tomó el Libertador a finales de mayo de 1818 para realizar esa travesía fue: Mantecal, Guadualito, Tame, Pore, Paya, Pisba, Gámeza, Paipa, Tunja y Bogotá, los dos primeros lugares ubicados al Suroeste de Venezuela y los demás lugares, en lo que hoy es Colombia; de manera que Bolívar en esta campaña bélica no atravesó ninguna región de Los Andes venezolanos. En esta campaña bélica, sorpresiva para las tropas realistas, se llevan a efecto las Batallas Gámeza, Pantano de Vargas y la Batalla de Boyacá, con esta última se libera a la Nueva Granada del Poder español.
El Libertador inicia el 27 de mayo 1819 desde Mantecal, lugar ubicado en los llanos de Apure, Venezuela, la marcha con la intención de liberar la Nueva Granada y, como las tropas enemigas están concentradas cerca de la capital del país, Bogotá, la ruta más corta para llegar a ellas requería atravesar los Andes colombianos; algo que jamás pensaron los españoles podría realizar Bolívar con sus tropas llaneras. De manera que El Paso de los Andes fue un movimiento militar estratégico planificado por Simón Bolívar y considerado mundialmente como una de las acciones militares más destacadas realizada por el venezolano Simón Bolívar; toda una hazaña. Cuando Bolívar en su marcha inicia el ascenso de los Andes colombianos el día 22 de junio de 1819 toma el camino hacia el Páramo de Pisba, la mayoría de los soldados, procedentes de los llanos de Venezuela donde el calor es intenso, sufren mucho con aquellas bajas temperaturas y más por no estar equipados con prendas para el frió y mal calzados, ya que la mayoría venían caminando con sus habituales alpargatas, por lo que a medida que van subiendo fueron muriendo muchos, lo mismo pasa con las mulas que acarrean municiones y provisiones, por lo que gran parte de éstas debieron ser abandonadas en el camino, y claro está que también murieron muchos caballos que servían de monturas a los jinetes de caballería; todo un suplicio. Al fin, el 5 de julio, la vanguardia de la expedición llega a la los alrededores de población de Gámeza, Colombia; haciéndolo Bolívar al día siguiente con el grueso del ejército.
Mil 800 hombres murieron en el trayecto. Y casi todo los caballos y el ganado que llevaban para su alimentación. Sin embardo era tanto el ánimo que le infundía Bolívar que los otros mil hombres, todos maltrechos, fueron capaces de culminar con éxito los combates de Gámeza y Pantano de Vargas, hasta que el 7 de agosto de 1819 culmina esta gloriosa campaña en la definitiva batalla de Boyacá, donde caen prisioneros el jefe y más de mil 500 soldados realistas; tomando Bolívar el control de Bogotá sin enfrentar a nadie pues el Virrey Juan Sámano había huido y abandonado la capital; el Libertador regresa a Venezuela el siguiente mes de septiembre. Esta marcha de 700 kilómetros se realiza en 75 días, desde Mantecal hasta Santa Fe de Bogotá, marcha caracterizada por grandes sacrificios y esfuerzos del ejército independentista, integrado por soldados procedentes de los llanos venezolanos que atravesaron el Páramo de Pisba, 3.200-3.900 metros de altitud y un frio entre los 8-10 grados centígrados. Es seguro que Bolívar no me cansaría de animar a los soldados, cansados y engarrotados por el frío, pero como esperaba Bolívar, sorprende a las fuerzas realistas al mando del general español José de María Barreiro. Piense el lector los grandes sacrificios que tuvieron que hacer nuestros paisanos venezolanos al realizar el llamado Paso de Los Andes, bajo la dirección de nuestro Simón Bolívar; el Libertador.