El General José Antonio Páez nace el 13 de junio de 1790 en el pueblo de Curpa del estado Portuguesa, Venezuela, y su pensamiento y acción, junto al General Simón Bolívar, sigue dando patria después de 229 años de su nacimiento.
De Valencia, después de la batalla de Carabobo en 1821, marchó Páez a los llanos de Calabozo a dirigir las operaciones contra unos focos de resistencia realistas, después de vencerlos regresa ese mismo año a Valencia donde permanece atento a las actividades de los realistas refugiados en Puerto Cabello, cuya plaza tenían sitiada los republicanos; debido a las muchas bajas que ocasionaron las fiebres suspendió el sitio y trasladó sus tropas a Valencia a comienzos de 1822. El 11 de agosto de ese año derrotó en la sabana de La Guardia, cercana a Naguanagua, a los realistas que mandados por el Mariscal de Campo Francisco Tomás Morales habían salido de Puerto Cabello en dirección a Valencia; esta acción la había combinado el jefe realista con una insurrección que debía provocar el Teniente Coronel Antonio Martínez en los llanos de Calabozo. Para septiembre de 1823, Páez estrechó las operaciones del sitio y bloqueo de Puerto Cabello, lo cual dio por resultado la toma de dicha plaza fuerte, entre el 7 y el 8 de noviembre del citado año. El jefe realista, Brigadier Sebastián de la Calzada se entregó prisionero, y Páez concedió una capitulación a las últimas tropas realistas que se habían hecho fuertes en el castillo.
De este modo terminó la Guerra de Independencia en Venezuela, aunque se mantuvieron activas algunas partidas acaudilladas por antiguos miembros del ejército realista; este hecho y la posibilidad de una invasión por tropas españolas, crearon un estado de emergencia, el cual motivó que el gobierno de la República decretase en 1825 una conscripción militar. Páez dio cumplimiento a dicha disposición; pero acusado por la Municipalidad de Caracas ante las autoridades de Bogotá de haber cometido atropellos, fue reemplazado por el General de Brigada Juan de Escalona, según decretos del Poder Ejecutivo y del Senado de la República, de fecha 28 y 30 de marzo de 1826, respectivamente, y Páez llamado a Bogotá para ser sometido a juicio. Cuando llegó la noticia a Valencia, surgió un movimiento de protesta que desconoció la autoridad del gobierno central e instó a Páez a permanecer en el mando, iniciándose así el 30 de abril de 1826; La Cosiata. Este movimiento, cuyo jefe indiscutido fue Páez, rompió relaciones con el gobierno de Bogotá, a la cabeza del cual se hallaba el vicepresidente Santander, y se orientó hacia la separación de Venezuela de la Gran Colombia. El regreso de Bolívar desde el Perú, quien asumió en Bogotá la presidencia de la República, cortó entonces este proceso. El 1 de enero de 1827 llegó Bolívar a Puerto Cabello y allí emitió un decreto mediante el cual expresaba un olvido total a los actos de hostilidad y rebeldía últimos; reconocía al general Páez como jefe superior civil y militar de Venezuela y anunciaba la pronta reunión de la Gran Convención; este decreto fue respondido por Páez con otro de reconocimiento a la autoridad de Bolívar como presidente de la República. Días después, Páez y Bolívar se abrazaron en Valencia y el 10 de enero entraron juntos a Caracas, aclamados por la multitud. En el transcurso de este año Bolívar le expuso el plan que tenía en preparación para la liberación de Cuba. Páez sería el encargado de esta empresa, a la cabeza de un ejército de 10.000 soldados de infantería y 1.000 de caballería. La operación no llegó a ejecutarse porque la situación política interna se deterioró rápidamente. Al salir Bolívar para Bogotá a mediados de 1827, Páez vio reforzada su posición en Venezuela y, sin enfrentarse abiertamente al Libertador, fue aumentando el poder real que ejercía, como jefe superior civil y militar de toda Venezuela.
Renació entonces el sentimiento separatista compartido por muchos individuos de la élite y de las clases populares, éste sentimiento hábilmente fomentado y encauzado por el Dr. Miguel Peña. A fines de noviembre de 1829 una Asamblea celebrada en el convento caraqueño de San Francisco desconoce la autoridad de Bolívar y de los órganos de gobierno de Bogotá, y entrega el poder a Páez, consumando así, de hecho, la separación de Venezuela de la Gran Colombia. Páez exhorta a Bolívar, el 24 de diciembre, a reconocer este hecho cumplido. El 13 de enero de 1830 establece un gobierno provisional con Miguel Peña en la Secretaría del Interior, Justicia y Policía; Diego Bautista Urbaneja en la de Hacienda y Relaciones Exteriores, y Carlos Soublette en la de Guerra y Marina. El mismo día convoca a elecciones y el 20 de febrero se reúnen las asambleas primarias que eligen los diputados al Congreso Constituyente, el cual inicia sus sesiones en Valencia a comienzos de mayo de 1830 y nombra a Páez presidente provisional y como tal promulga el 22 de septiembre de ese año la Constitución de Venezuela, aprobada por el Congreso. El 24 de marzo de 1831 Páez es electo Presidente Constitucional por 136 votos de los 158 existentes en la asamblea electoral. Entre finales de 1830 y comienzos de 1831 enfrenta Páez 2 crisis: la resistencia a jurar la Constitución por parte del arzobispo de Caracas, Ramón Ignacio Méndez, que terminó con la expulsión de éste, y el alzamiento de los Generales José Tadeo y José Gregorio Monagas que fue contenido militarmente y concluyó con un convenio entre esos jefes y Páez.