Fue a raíz de la rueda de prensa que Barack Obama y Raúl Castro sostuvieron con los medios internacionales, para celebrar la visita del mandatario estadounidense a la Habana después de muchos años de injerencia gringa, cuando casi concluida la sesión una periodista norteamericana, de una televisora internacional, provocó al presidente cubano para que le respondiera sobre los Derechos Humanos en Cuba y si estos se respetaban.
El presidente cubano le contestó con una repregunta, tal vez acostumbrado a responder la misma un centenar de veces; ¿A cuales derechos humanos usted se refiere? Repreguntó – Tal vez, usted se refiere al derecho a la vida, la enseñanza y la salud de manera gratuita como un derecho de la humanidad? Porque si es a esto que se refiere le diré que si!.- Fue lo que, palabras más, palabras menos contestó el primer mandatario antillano.
Este hecho me llamó la atención para ahondar un poco en el tema, por lo cual me fui a la declaración de los Derechos Humanos que sustenta las Naciones Unidas ONU y que refiere, mayoritariamente aprobado, al derecho de todos los seres que viven en el planeta a gozar del principio básico de respeto y garantía a la vida; una vida que contempla además de la protección vital del ser, a gozar en paz su desarrollo, lo cual conlleva a que este ser pueda acceder a los servicios que permitan el disfrute pleno de sus necesidades básicas, como vivienda, vestidos, alimentación, salud, educación, recreación y libertad de pensamiento. Pero, y aquí está el dilema planteado, ¿Cómo se pueden garantizar estos derechos en un mundo donde prevalece un sistema de explotadores y explotados; un mundo donde el capital está privilegiado por encima del ser, además cuando la potencia militar mas grande del mundo, no tiene una comisión federal para la defensa de estos derechos?
Por ello vemos cómo se manipula descaradamente esta declaración, sobre todo por esos países que dominan el mundo, con sus grandes y poderosas industrias de la comunicación social, que dictan normas conductuales y posicionan matrices de opinión en el globo para disociar el sistema cognitivo del ser; para que aceptemos lo que es bueno o malo según sus intereses. Para ello se valen de toda la gama de mass media, que va desde inserciones discursivas en películas hechas desde Hollywood para el cine y la TV y sus respaldos en los Cómics; igualmente en la promoción prefabricada de estrellas musicales que imponen a fuerza de publicidad y la llamada payola a grupos e individualidades musicales que generan antivalores para mal formar la juventud. Todo esto influye en nuestra consumista sociedad para calificar el tipo de DDHH que debemos o no defender; si no fíjense en los recientes disturbios y asesinatos producidos por el racismo desacerbado o el uso indiscriminado de armas en los EEUU, donde jóvenes asesinos desquiciados, nacidos y criados en los EEUU al final se le etiqueta como islamistas; sin embargo es imposible regular el comercio armamentista por ser esta industria una poderosa fuente de financiamiento para los partidos Demócratas y Republicanos. Simplemente no se obvia; imponen estereotipos de gente mala para el colectivo. Durante la guerra de Vietnam, los de piel amarilla fueron los malos en todas las películas o cómics; ahora imponen como enemigos a los de perfil árabe o a los que se asemejen a Chávez.
A esto es que me refiero para indicar que los Derechos Humanos que hacen gala Obama; el Secretario de la OEA Almagro o para referirnos a presidentes regionales como Peñas Nieto en México o Mauricio Macri en Argentina, solo representan a la clase burguesa y nunca a la clase trabajadora a quienes se les desconoce precisamente su sagrado derecho a la vida. En esta mención no podemos dejar de incluir a instituciones como la Unión Europea que luego de expoliar el continente africano de su gente para esclavizarlos o despojarles sus riquezas minerales durante siglos, asesinando por millones y destruyendo naciones enteras, ahora sufren de las migraciones de millones de seres cuyo derecho a la vida se les sigue negando. La ACNUR que es la oficina responsable de las NNUU para los refugiados, estima en 65 millones de refugiados y desplazados en el mundo, solo para el año 2015, sin contabilizarse lo que va del año 2016; donde en países regionales como Hondura, Perú, Colombia, México, y Haití, para destacar los más significativos, contabilizan millones los grupos desplazados, que no gozan de los famosos DDHH que Obama se ufana en mencionar, Detengámonos en el caso de Oscar López Rivero con 35 años preso en una cárcel norteamericana por el delito de querer la independencia de su país Puerto Rico. También tenemos el caso de los presos de Guantánamo, donde cientos de seres se encuentran detenidos sin fórmula de juicio; un abominable hecho que Obama prometió acabar en su oferta electoral, pero que se va sin cumplirla. Igualmente lo que es noticia actualmente cuando una comisión especial inglesa determinó que la invasión y destrucción de Irak estuvo basada en mentiras elaboradas y manipulación de información para sustentar la destrucción de este país, que gozaba de un desarrollo importante para su población como en la misma nación Libia a la que destruyeron de igual modo; o el caso de nuestros hermanos sirios, donde el mismo premio Nobel para la paz Barack Obama se empeña en destruir sin piedad, sin respeto a esos mismos derechos humanos que tanto alardea en defender. Y no podíamos cerrar esta síntesis de la visión burguesa de los DDHH sin mencionar el caso de Palestina, un país al que se le niega su derecho a ser nación, violando todos y cada uno de sus derechos humanos, precisamente por quienes sufrieron los horrores del Holocausto Nazi. El estado israelí rememora con anuencia de su mentor los EEUU, las atrocidades y torturas inhumanas contra millones de seres, confinados en el mayor campo de concentración del mundo ubicado en la franja de Gaza.
El artículo puede resultar corto e inacabable, pero es importante precisar que debemos acelerar estas contradicciones de la moral burguesa prevaleciente en este sistema capitalista excluyente, racista, explotador y fascista, para replantear una visión verdaderamente humanista del concepto obviado No podremos hablar de respeto humano, porque este mismo sistema burgués y capitalista solo manipula o esconde los verdaderos crímenes contra los Derechos Humanos del hombre. La doble moral burguesa alienta las contradicciones de la defensa de los DDHH; solo el trabajo revolucionario, y el desmarque a los enunciados burgueses de lo que para ellos son estos derechos, acelerarán la conquista humana de poder vivir en paz con dignidad y respeto; donde no defendamos la exigencia burguesa de explotarnos y someternos a sus anchas, sino la garantía de los estados para que los niños, niñas y adolescentes no sean maltratados, violados y explotados; que los estados y naciones del mundo dejen el doble discurso y luchen por la erradicación del hambre y la pobreza; de igual modo que cese la inherencia de las potencias económicas y militares sobre naciones de menor capacidad para defenderse; otro elemento es la eliminación de las cárceles transnacionales, donde existen millares de presos sin el necesario juicio. Y en el plano regional sancionar a quienes amedrenten a las poblaciones indígenas o campesinas para despojarles de sus tierras, asesinándoles u obligándoles a desplazarse como refugiados ante el temor de ser asesinados.
En el caso venezolano la moral burguesa no contempla la ética para la defensa integral de los derechos humanos; para ellos solo figuran los derechos que tienen los "guarimberos" y su impunidad para asesinar y destruir propiedades en una pretendida instauración de gobiernos neoliberales, Para ello se valen de organismos y ONG financiados y supervisados por diferentes agencias norteamericanas de inteligencia; el FMI y el Banco Mundial, brazos financieros de los grandes poderes fácticos que pretenden instalar un nuevo orden mundial y la gran industria mediática que gira alrededor del cartel de la Sociedad Interamericana de Prensa, las agencias transnacionales de noticia y las transnacionales de la información, donde ellos dirijan los hilos que mueven el poder económico, político y militar de la región.
La derecha venezolana no descansa, no transige a pesar del llamado presidencial al dialogo; aun con las torpezas que les asiste, y que su unidad sea falsa y condicionada al derrumbe del chavismo, contención temporal para evitar la lucha entre ellos por el poder, siguen siendo de alta peligrosidad por el respaldo transnacional que tienen. Por ello el llamado del presidente Maduro al Congreso de la Patria, para llevar el dialogo a cada estamento de la Nación resulta apropiado y necesario para que las fuerzas progresistas debatan y delineen estrategias que fortalezcan el proceso revolucionario, única respuesta para garantizar los Derechos Humanos de todos los venezolanos, contemplados en nuestra Carta Magna.