Es muy probable que al terminar la jornada de protesta convocada por la oposición para el día de hoy, la "gente de bien" y los que se sienten muy cerca de ellos, hayan acabado con la vida útil de algunas de sus olletas, tal como pasó el primero de este mes a las ocho de la noche en aquel "cacerolazo" que sirvió para drenar otra frustración más.
Porque es que siguen creyendo en los relatos de una clase dirigente, que se comporta como artífices de nuevas tramas del cuento de "Las Mil y Una Noches. Las convocatorias para protestar en contra del gobierno y solicitar la salida del Presidente han aumentado de modo considerable desde que se instaló la nueva Asamblea el seis de enero, así como la campaña mediática nacional e internacional. Pero por supuesto, no ha sido posible ni lo será dado que la unidad que pregonan es artificial cuyo su punto de convergencia es la avaricia, el liderazgo copular diseminado. Prueba de ello han sido las últimas aproximaciones al diálogo con el gobierno en las que no han invitado a sectores no confiables a la dirigencia copular que rige la Asamblea Nacional, como por ejemplo a los del partido "Vente Venezuela".
En ese juego o pelea interna desestiman a un gobierno que tal vez por sus recurrentes desaciertos, y el descredito internacional que ha sido bien direccionado, les ha parecido que tambalea, sin considerar que viene de menos a más, que el chavismo en vísperas electorales reinventa estrategias para hacerse sentir favorable en las clases populares, y si a ello se le suma el casi inevitable aumento de los precios del petróleo hay que advertirle a la dirigencia opositora que si quieren lograr su cometido, deben desenmascararse entre sí y ser más honestos y transparentes ante sus seguidores.
Y tal como se presenta el panorama político actual signados por un cierto dialogo discreto oposición-gobierno, que indica que dentro de la MUD ya se admite que no habrá referendo este año, la oposición mantendrá las movilizaciones para aguantar expectante a la gente, en una suerte esperanzadora, que por demás les haga creer que con una de esas marchas podría suceder un once de abril como ya lo plantearon el primero de este mes. Entretanto, de aquí hasta que se dé el referendo el próximo año según las circunstancias, muchas señoras, las que puedan, tendrán que comparar ollas nuevas…
Aquileo Narváez Martínez