El presidente Nicolás Maduro reconoce que hay mucho por lo que seguir trabajando en Venezuela y el mundo. La V Cumbre de la CELAC que finalizó este miércoles fue el lugar indicado para que el Gobierno Bolivariano discutiera temas de interés no solo regional sino mundial como promotor de una nueva doctrina de paz.
Este organismo intergubernamental de ámbito regional, creado en febrero de 2010, por Óscar Arias Sánchez, expresidente de Costa Rica; Álvaro Colom, expresidente de Guatemala y el comandante Hugo Chávez, mantiene claro su objetivo: colocar a América Latina y el Caribe como un bloque en el mundo.
Una posición de relevancia, no para colonizar ni aplicar políticas financieras unilaterales en detrimento de otras naciones, sino más bien para apalancar un sistema político, económico y social, donde las necesidades del hombre sean consideradas superiores.
Venezuela representa un modelo socioeconómico que ha demostrado su validez, su fortaleza y su eficacia en los momentos más cruciales. Además resulta innegable que la educación, la salud, la vivienda por mencionar algunas áreas y hasta las políticas fiscales y relaciones internacionales tienen el sello del comandante Chávez.
El Gobierno Bolivariano a través de un plan estratégico de inclusión y de mejoramiento en la calidad de vida de la mayoría de la población busca la igualdad social. Esto solo proviene de una política económica socialista.
El sistema capitalista se rehúsa a morir. Nos toca doblegarlo a través de la aplicación de una política cónsona con los requerimientos del pueblo. Desde la década de los 90 muchos países han sido víctimas del sistema neoliberal, Venezuela en su momento, sufrió grandes privatizaciones; entregando sus recursos a las grandes transnacionales.
Este nuevo orden geopolítico que con mucha humildad desde el Gobierno de Venezuela tratamos de construir, bajo la dirección del presidente Maduro, en beneficio para las naciones del mundo, se fortalecerá a través de la concertación, integración regional y desarrollo de acuerdos sostenibles en el tiempo y cooperación técnica. Una forma de reivindicar las históricas luchas de clases sociales de los pueblos para que al fin obtengan lo que por derecho les corresponden.
Chávez nunca fue ajeno al despertar de los pueblos de América en sus enfrentamientos con los mezquinos intereses de las transnacionales y algunos gobiernos capitalistas. Representaba en esas confrontaciones, particularmente, con el imperio estadounidense, a los pueblos y su ansiada búsqueda del camino hacia una verdadera independencia.
Gracias a su legado se ha ido afianzada la integración latinoamericana y Venezuela ha sido motor en ella con la creación de otras instancias como Mercosur, el ALBA, Unasur y, claro está, la CELAC. ¡Venceremos!