Carta de Jamaica y el CLAP

Sin miedo de que me suceda lo mismo que le ocurrió aquel ahora ya ni tan recordado personaje, ese que hace mucho tiempo algunos insistían en solemnemente "tildarlo" como "padre de la democracia venezolana", al que siendo señalado de "mañas" impropias y ciertamente vergonzosas, arrogantemente desafiando las algunas veces muy oportunas y justicieras fuerzas del destino, decía con su particular y vibrante "gañote", "si he tomado dinero del erario público que se me quemen las manos", y al cabo de unos meses tuvo que comparecer con unos muy pocos elegantes y llamativos guantes, ya que "misteriosamente" se le habían quemado precisa y únicamente las manos. A continuación me propongo, con las obvias distancias que a bien tienen lugar, realizar algo por el estilo, concretamente poner "mis manos sobre la candela" por un CLAP.

Esta posiblemente temeraria resolución la hago pues he tenido el inmenso placer de haber seguido de cerca y compartido con ellos una infinidad de "batallas", por tanto los conozco lo suficiente como para que gocen de mi muy exigente y responsable consideración. Y que por lo mismo, por la escrutada honorabilidad que muy orgullosamente defienden, ni siquiera necesitarían lo que a continuación me propongo realizar, sino fuera porque actualmente se ensañan sobre ellos, y la mayoría de los CLAP que con mayor ejemplaridad asumen su histórica labor, campañas vilmente asquerosas y cobardes. Claramente para sabotearlos moral y anímicamente buscando su agotamiento y posterior renuncia, un miserable "quítate tú pa ponerme yo". Lo que precisamente en este momento resulta tácticamente peligroso, y es urgente y oportuno develar.

Los ataques sobre los CLAP han venido arreciendo en la medida que estos han ido con mucho sacrificio, remontando la cuesta de sus orígenes. Sumamente claro ha venido siendo para la canalla lo que esto significa para sus pretensiones y planes, y de inmediato han instruido a sus coléricos cortesanos abrir fuego rastrero e indiscriminado sobre los que tienen el inmenso trabajo de hacer realidad lo que diariamente viene significando la definitiva estrategia que seguramente nos dará la más contundente y última Victoria sobre esta Guerra Económica.

Carta de Jamaica es un CLAP que se encuentra inmerso en uno de los sectores donde los Opositores asumen con mayor violencia y desinhibición los ataques a todo lo que les resulte y parezca verdaderamente "rojito". No por casualidad ahora se la hacen de "cuadrito" a estos camaradas, argumentando toda clase de "doctas" estupideces, llegando incluso al ataque físico de una de las compañeras Jefa de Calle.

Lo que principalmente pelean es que a cada uno de ellos les den más Cajas de las que verdaderamente les corresponde y con el mismo pataleo continuando vociferando que los CLAP no sirven "pa’ un coñ…". Para ello han levantado campañas radiales en programas claramente adversos al gobierno. Siendo incluso apoyados por algunos sujetos que desde nuestras filas, pero más interesados en la popularidad y el reconocimiento mediático que por verdaderamente defenderlo y asumir con responsabilidad su condición Crítica, ofrecen sus servicios de "exorcista" a domicilio, y se enfrascan en verdaderas "cacerías de brujas" contra quienes son señalados y acusados con descarada ligereza desde los predios de la Oposición. Como un señor que desempolvando los restos arqueológicos de los Círculos Bolivarianos, ya que no encontró desocupada una nomenclatura más reciente, los viene asumiendo desde un "carmonazo", es decir autoproclamándose plenipotenciariamente como su Coordinador. El que además ofrece jornadas de Feria de Carne y Verduras a precios nada revolucionarios, dicho sea de paso, y que se da el tupé de amenazar con hacer Contraloría a "tutti mundi", y que ya resulta hora que se la hagan a él.

En esta suerte de "delirium tremen" o chiflados votando la bola, también a caído otro CLAP, María Nicomedes, y la compañera CLP Judith Campos, que por también realizar incansablemente su trabajo se encuentran amenazados por nada menos que por 18 abogados (dicen ellos) que teniéndosela jurada les seguirán paso a paso y a la "pata" todas sus agotadoras actuaciones.

A pesar de todo lo que hagan, a pesar de a quién traigan y las Contralorías a la que sean sometidos, estos camaradas de Carta de Jamaica y María Nicomedes, con buen ánimo se encuentran de lado del trabajo consecuente y transparente, y su renombrada reputación continuará siendo su mejor tarjeta de presentación.

Sea pues para Junior, Estilita, Herminda, Elsa, Margarita, Numa, Judith y los demás que más por Alzheimer que por falta de reconocimiento y cariño, mantienen viva y en pie de lucha la Revolución en el sector La Paz de la` pq. Cecilio Acosta de Maracaibo, y valga para ellos mi humilde y desinteresado apoyo y consideración.



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Waldo Munizaga


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