Venezuela continúa dándole al mundo una muestra de gestión revolucionaria y con acciones contundentes, callando las voces agoreras del desastre que instan a toda costa al desarrollo de una intervención extranjera a nuestro país.
Esto no es una sorpresa para nosotros, curtidos en los gajes de la política en tiempos de revolución. Sin embargo nos llama a la reflexión una serie de eventos que lejos de parecer aislados, forman parte de un teatro de operaciones de guerra conjunta y combinada bien concertado, cuyo único fin es apoderarse de Venezuela.
La propuesta del Secretario General de la OEA, "Mr. Almagro", fue derrotada una vez más. No logró los votos necesarios para aplicar la Carta Democrática a Venezuela. 20 naciones manifestaron su apoyo al Gobierno Bolivariano, 12 en contra (todas las islas del Caribe) y 2 reservaron su voto. ¡Cuántas presiones habrán recibido el liderazgo de estas naciones!
Evidentemente una gran mayoría sabe y está de acuerdo que Venezuela durante los últimos años y especialmente en los años del camarada Nicolás Maduro ha sufrido un conjunto de arremetidas para doblegarla y entregarla cual botín. Al menos eso es lo que intenta hacer la apátrida y desvergonzada oposición venezolana.
Hemos sufrido un golpe continuado para debilitar la economía del país y jugar con el hambre del pueblo. Todo un plan sincronizado con agentes internos y externos. Pregúntese por qué las fallas en las líneas telefónicas, fallas en el suministro de gasolina en algunos estados del país y la denominada guerra del Pan. La extracción criminal del papel moneda de 100 y 50. Sin olvidar el desvío, acaparamiento y bachaqueo de los productos de consumo masivo, los alimentos de primera necesidad, etc.
Ahora insisten en la activación de la carta democrática un instrumento que se aplica en caso de que algún país integrante rompa con la institucionalidad democrática o transgreda los derechos humanos.
Es una paradoja que estos argumentos sean utilizados por algunas organizaciones "sin fines de lucro" como Provea para la campaña anclada en los medios de comunicación que intenta hacer ver que Venezuela contraviene los preceptos establecidos en la Carta.
La mayoría de países de la OEA —salvo Estados Unidos, Canadá y Guyana— desestimaron, en junio pasado, la posible activación del instrumento contra el Gobierno venezolano porque simplemente no hay razones para ello.
Suena contradictorio que desde la OEA se difame a Venezuela y por otro lado desde la ONU nos den abrumador reconocimiento durante la adopción del informe de su segundo Examen Periódico Universal por el Consejo de Derechos Humanos, por sus esfuerzos para garantizar y proteger los derechos humanos de la población.
Rusia, Pakistán, Filipinas, Corea, Sierra Leona, Sudán, Bolivia, Cuba, Argelia, Angola, Vietnam, Belarús, así como la vocera del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), destacaron la labor de Venezuela en el fortalecimiento de los DDHH en distintos ámbitos. Entonces ¿A quién tratan de engañar?
Evidentemente la OEA es un apéndice de los Estados Unidos para coaccionar a las naciones que no adopten su política imperial. Son los mismos pasos y medidas que tomó antes de invadir a Afganistán, que sufrió las consecuencias de la guerra durante 13 años; o Irak golpeada durante 10 años por ataques bélicos; no podemos olvidar a Libia cuyos 6 años de violentos ataques sembraron el terror en la población y finalmente Siria, que bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo lleva 5 años sometida bajo el fuego cruzado. Allí han muerto más 2 millones de personas, destruida su infraestructura nacional. Y al parecer Venezuela sigue en la lista.
Pero este país tiene una tradición de lucha y resistencia, vive un proceso sólidamente revolucionario, un liderazgo y un Plan de la Patria. Adicional, una férrea unión cívico militar.
Finalmente cómo lidiar con quienes desde el poder público nacional (AN) piden abiertamente que nuestro país sea objeto de una intervención de esta naturaleza con las consecuencias ya mencionadas. A ellos no les cabe otra acción que ser juzgados por traición a la patria e impedirlos de participar en la política nacional. Viviremos y Venceremos!