Los juzgados de municipio como las demás instancias judiciales, se encargan de administrar Justicia en nombre de la República y tienen la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes; así como brindar seguridad jurídica a la ciudadanía con apego a la equidad, igualdad, acceso a la justicia, legalidad, eficacia procesal, imparcialidad, transparencia y el debido proceso para garantizar la vigencia del estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia; ordenamiento que se erige desde la Constitución en su artículo 253. Pero en los niveles municipales, su alcance se limita a lo local para conocer sobre asuntos de jurisdicción voluntaria o no contenciosa en materia civil, mercantil, familia (sin la participación de niños, niñas o adolescentes) y cuyo interés no exceda las 3000 Unidades Tributarias; a su vez, tienen competencia en los juicios de quiebra de menor cuantía; en materia de deslinde, según el Código de Procedimiento Civil (CPC); pueden proveer los conducente en los interdictos prohibitivos, entre otros; incluso, pudieran darle competencia para conocer sobre Responsabilidad Penal de Adolescente en aquellos municipios donde no se ha creado el tribunal de Control Penal de Adolescente en la respectiva jurisdicción. Sobre las decisiones dictadas por los juzgados de municipios, podrán ser apeladas a través de los tribunales superiores con competencia en lo civil en la Circunscripción judicial a la que pertenece el juzgado de municipio. Por otro lado, como instancia ejecutoria de medidas le fue conferida tal potestad para constituirse en Comisión y así ejecutar las sentencias emanadas de los juzgados superiores aun cuando lo ordenen los tribunales políticos administrativos, laborales o agrarios; es por ello que, le dieron una nueva nomenclatura y ahora se llaman "Tribunales de Municipio Ordinario y Ejecutores de Medidas".
Aclarando esto con la intención de instruir un poco sobre la ubicación del Juez Juan Alberto Castro Espinel; quien renunció al cargo de Juez Titular del Juzgado Décimo Séptimo de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de la Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas; el cual venía ejerciendo desde el 2003 (casi 14 años). El motivo de su renuncia que la hizo pública fue bajo la valoración que hiciera sobre las dos sentencias polémicas dictadas por la Sala Constitucional (155 y 156); resoluciones que según para este juez se evidencia la violación del orden constitucional de manera grave y constituyen un claro atentado contra de la democracia y el Estado de derecho. A parte de estas dos sentencias, también valora el Juez que todas las sentencias dictadas de la Sala Constitucional así como la Sala Electoral se han realizado para desconocer abiertamente la voluntad popular (sic) expresadamente claramente en las urnas electorales. Por otro lado, el Juez manifiesta haber sido víctima cruel de una persecución por parte del Magistrado Guillermo Blanco Vásquez, ex presidente de la Sala de Casación Civil del TSJ; presiones que según el administrador de justicia es para que las decisiones del tribunal se realicen bajo el designio del Magistrado.
Sobre los demás argumentos manifestado por el Juez Juan Alberto Castro Espinel no haré mención; ya que de hacerlo me sentiría como estar con comadritas hablando mal de quien pasa por la acera; es decir, pura paja y chisme sin pruebas. Ahora bien; sobre los dos argumentos principales, explicaré de manera sencilla para desmontar la intencionalidad de este Juez que sólo busca imitar aquel pronunciamiento de un grupo de militares y gerentes petroleros en abril del 2002; esto para generar caos, confusión y alentar mayores desvaríos:
Manifiesta el Juez Juan Castro que desde el 2003 viene ejerciendo el cargo de Juez Titular del jugado supra indicado. Esto rompería la tesis de algunos foristas y leguleyos opositores que el Poder Judicial no garantiza la autonomía de los jueces cuando se nombran jueces temporales o provisorios y no titulares. Siendo este Juez Titular, demuestra que tal argumento es mentira; porque si él como Titular se dejó presionar - según lo manifiesta - entonces desconoce profundamente lo que representa ser Titular. Otra mentira se observa, cuando manifiesta que todas las sentencias distadas tanto por la Sala Constitucional y Electoral son violatorias e infringen el orden constitucional; motivado a que según estas tales resoluciones desconocen la "voluntad popular" emanada del voto. Quizás mientras escribía las líneas de su renuncia, este Juez se inspiraría en ser próximamente miembro militante del partido político del mismo nombre.
Para el Juez Juan Castro es violación que el TSJ dicte sentencia en contra de la Asamblea Nacional en relación a la incorporación indebida de los candidatos a diputados por el estado Amazonas quienes fueron impugnados; razón que devino en un desacato continuado por parte del Poder Legislativo Nacional; es decir, que la AN tiene potestad para desconocer cualquier sentencia que dicte el Poder Judicial. Entonces es de suponer que este Juez desde hace tiempo ya había abandonado su autonomía por su propia voluntad; puesto que si un ciudadano recurría a la justicia y el Juez Juan Castro se pronunciaba a su favor; la otra parte si le daba la gana podía o no acatar dicha Sentencia. Vaya que locura la de este Juez. Es de imaginarse la cantidad de sentencias sin ejecutarse que deben estar bajo ese juzgado mientras el recurrente espera por la justicia.
Otra cosa absurda es la "inmolación" que asume al renunciar; porque si el problema eran las dos sentencias, una vez aclaradas posteriormente por la SC era ilógico que las señalara posteriormente; si no estaba de acuerdo, simplemente como ciudadano podía solicitar la revisión. Para el Juez Juan Castro, el juego de la democracia debe estar por debajo de los racionamientos lógicos; porque admite que si una Sentencia no le es favorable la reacción debe ser como la de un niño malcriado. Quizás nunca se dio cuenta cual era la actitud de las personas que no fueron favorecidas en las innumerables sentencias emitidas por él. Y de llegar a pedir un consejo el sentenciado, seguramente el mismo Juez le diría: "te recomiendo que no acates mi sentencia".
Para el Juez Juan Castro, le fue incomodo soportar (después de 14 años) las presiones y persecuciones del Magistrado Guillermo Blanco Vásquez; ya que según, él le exigía que sus decisiones fueran emitidas bajo su designio. Sabiendo el Juez Juan Castro que era Titular y como tal, eso le garantizaba estabilidad laboral y autonomía en sus decisiones; pues optó, por no aguantar las asechanzas; cosa pa´ incoherente. El Juez Juan Castro no sólo se burla de quienes creen en su piélago de mentiras; sino de sus compañeros de labores; porque intenta extender sus falsedades a otros jueces, conociendo que la mayoría de los jueces mantiene una posición digna dentro del Poder Judicial y defienden la Constitución y sus instituciones republicanas; este Juez que simplemente se valió de su investidura cerca de los 14 años, sería merecedor de examinar cada una de sus sentencias; ya que al parecer, considera la administración de justicia como un instrumento totalmente dependiente y que sus resoluciones no son de carácter vinculante y de libre ejecución.
Definitivamente, la visión del Juez Juan Castro, es una simple posición política que le sirvió deslindarse de la Patria para agazaparse bajo la protección del Imperio; su percepción es válida; ya que disfrutará ser miembro de Voluntad Popular desde su IPhone en Miami y es el camino oprobioso que eligió. Ahora bien; una cosa que se debe resaltar a tales hechos; es que una vez que manifestó públicamente su decisión, no es motivo de crear perturbaciones, porque fue un simple Juez quien lo hizo. Ellos están intentado repetir los hechos de abril 2002, cuando un grupo de militares se alzaron y posteriormente un conjunto de gerentes de la industria petrolera. Mientras este Juez tiene esa posición; centenares de jueces mantiene una posición contraria a la del Juez Juan Castro; es decir, ¿Vale más su posición por que la haya expresado públicamente que de los cientos de jueces que apoyan la Patria?
