La idea fascistoide de descabezar las revoluciones se hace fuerte y desesperada en la clase burguesa y su séquito de alabarderos políticos en la medida que las revoluciones promueven la democracia y el progreso. Es todo lo que nos dice la historia de la lucha de clases. Desde las propias revoluciones burguesas contra el orden pre-capitalista hasta las populares contra el orden capitalista.
La Comuna de París duró apenas semanas, la burguesía la bañó en sangre. La Revolución Rusa de 1917 desembocó en una guerra civil de la reacción aristocrático-burguesa con un impacto demoledor sobre el proyecto socialista que sucumbiría apenas 70 años después. La Revolución Cubana de 1959 pone en desbandada hacia el "Norte revuelto y brutal" - justiapreciación política de J. Martí ya en el s. XIX - a la alta burguesía y la oligarquía dueñas del país, las que desde allá intentan la oposición fascistoide que ya no podrían desde adentro. El alzamiento armado contra la Revolución en las montañas del Escambray cubano de la susodicha clase media que se queda en el país es barrido por las Milicias Populares, después de seis años de lucha. Esas mismas Milicias que barrieron pero ya en 72 horas la invasión yanqui de Bahía de Cochinos.
Descabezar las revoluciones es el orden del día de las clases burguesas. A Lenin lo asesinaron. A Fidel lo intentaron asesinar con ayuda de la CIA y la Cosa Nostra más de 600 veces. A Lumumba lo asesinaron. A Allende lo asesinaron. A Bishop lo asesinaron. A Mandela lo asesinaron en vida. Asesinaron a Gaitán. A Robert Serra lo asesinaron. Líderes campesinos, obreros, sindicalistas, indígenas, estudiantiles abonan con su sangre el suelo de sus patrias ultimados por las burguesías apátridas.
Javier Vivas Santana, activo vocero de la oposición contrarrevolucionaria venezolana, sabe que su llamado a "desaparecer a Diosdado Cabello" no cae en saco vacío. La Revolución, así como ayer no sería televisada, hoy ha de ser descabezada. Las cúpulas de la derecha venezolana han planteado su "ser" en términos del "no ser" de la dirigencia de la Revolución Bolivariana. Con el golpe del 2002 lo dejaron muy claro. A Chávez había que desaparecerlo. Casi lo logran en aquel entonces. El que luego Chávez no haya sido sepultado, sino sembrado por el pueblo y la Revolución no sólo desmoraliza a la derecha golpista venezolana, la arrecha en su rabia y locura clasista.
¿Cómo rayos surge un Maduro cual Ave Fénix de las cenizas fecundas de Chávez? Peor aún para el desconcierto de la derecha burguesa y oligárquica ¿cómo es que se consolida la dirigencia de la Revolución alrededor de esa maldita fórmula de unidad cívico-militar? ¿De dónde tanta lealtad al legado revolucionario de Chávez y Bolívar? ¿Será posible que surja un nuevo líder igual de revolucionario cada vez que desaparezcamos a otro? Ya Diosdado Cabello, nos anuncia la graduación del 2017! ¿Dios, porqué no nos ayudas, a nosotros que somos tus santos guerreros?
Pocas veces en la historia de la lucha de los pueblos por la derrota del poder burgués y su empoderamiento como sociedad emancipada, se da un hito revolucionario como el que protagoniza en Venezuela Nicolás Maduro. En pos de la defensa de la Revolución popular bajo total ataque de la reacción capitalista interna y externa contra ella. Lo hizo Simón Bolivar con la Constituyente de 1819. Cuando la agresión ya en términos del fascismo corriente contra La Revolución Bolivariana desencadenada por Chávez alcanza los umbrales del sucio orgasmo burgués, viene Maduro con audacia política que recogerá la historia y promulga el Golpe de Timón de la nueva Constituyente. Nada menos que un Primero de Mayo, cuando ya moría de dolor, "la era pare un corazón". Si la Constituyente de 1999 de Chávez era claramente anti-capitalista, la Constituyente de Maduro de 2017 es claramente pro-socialista. Es el hilo dialéctico que une a ambos.
Cunde el pánico en tierra venezolana, pero más aún en la América Latina capitalista. El impacto es tal que el miedo cala en los huesos de las burguesías que dominan los EEUU y la UE. Es el pánico de los que saben que Venezuela se le escapa de las manos al capitalismo. ¡Todos a bordo, arrien las velas y arranquen las propelas!. La alianza de Tirios derechistas y Troyanos izquierdistas es lo más conocido que generan las revoluciones cuando son verdaderas.
Toby Valderrama, alma en subasta, se sabe vocero seguido por la oposición derechista habida cuenta de su pedigree pseudo chavista. Hoy exclama que "Leopoldo es el inicio de la claudicación del madurismo". Para ello se apura hincando la cizaña ideológica en el pueblo, pero especialmente dirigida a las huestes revolucionarias, pues es eso lo que importa a la derecha. "Se trata del enfrentamiento entre dos bloques que, en esencia, comparten los mismos intereses: el capitalismo" - escupe su veneno ideológico Valderrama. La medida de sacar a LL de la cárcel, por lo tanto, no es más que la »confesión del Gobierno de su opción por el capitalismo«. ¿Porqué habría entonces la derecha de pedir la cabeza de Maduro? Ese cuestionamiento lógico no entra en la mente manipuladora de los "valderramas".
La nueva Constituyente no deja resquicios para las apariencias. El toque de los cruzados es a degüello. Hay que descabezar a cualquier coste la Revolución (Vivas Santana) para que la profecía del "capitalismo madurista" (Valderramas) se auto cumpla. Mientras los revolucionarios recomponen sus filas una vez desaparecidos Diosdado y los otros más atrevidos baluartes de la revolución socialista el pueblo navegará en la confusión política que venden los Vivas y Valderramas. A Maduro, fácil blanco porque no se cuida manejando en las noches por las calles de Caracas, libre y confiado en su pueblo, no lo desaparecemos, por ahora, porque eso sería el aldabonazo para que "Rondón por fín salga a pelear", no cometamos ese error mortal. Les dice el instinto de conservación a la derecha fascistoide venezolana.
El llamado de Vivas Santana a descabezar la Revolución y el enlodamiento político de la misma por Valderrama, dos caras de la misma moneda capitalista que defiende la burguesía, llegan con la "liberación condicional" de Leopoldo López de la cárcel, ahora bajo arresto domiciliario y el inminente 30 de Julio. No hay casualidades.
Para Vivas Santana el Gobierno reconoce que ha liberado a un preso político. Es el argumento de guerra del tinglado derechista contra el "capitalismo madurista" de Valderrama. Los líderes de la Revolución se le atraviesan en la garganta a la derecha venezolana. "Con el mal llamado "hijo de Chávez", Diosdado Cabello, estando de por medio, jamás podremos encontrar la paz " - arenga la guillotina Santana en nombre de la paz de los sepulcros derechista que defiende. "A medida que avanza el esclarecimiento del paisaje, que el gobierno se hace más capitalista y en su desespero toma acciones absurdas y anti éticas, se va develando su carácter" - le secunda Valderrama, diciéndonos que el descabezar a Diosdados, Serras, Otaiguas, es un acto legítimo, porque la Revolución con deriba capitalista es "quien va perdiendo sus cuadros más honestos", esos troyanos izquierdistas asfixiados en el vientre de su cabello de palo. Y ni Valderrama ni Santana pueden evitar mirar hacia el Norte. El peor error de los revolucionarios es subestimar al enemigo de clase.
No le han valido de mucho a la derecha fascistoide las casi 100 muertes provocadas en la actual embestida terrorista, como no le sirvieron antes las 43 provocadas por el llamado a la Salida del Gobierno hecho por Leopoldo López. Al contrario. La Revolución es la que se planta para avanzar con la Constituyente hacia espacios de mayor emancipación. Toda una escuela política para los pueblos de América Latina y el resto del mundo en sus luchas por la soberanía y la emancipación del capitalismo. Socialismo o Barbarie es la disyuntiva. A aquellos que ponían o ponen en tela de juicio esta certeza histórica, ya ahora la clase burguesa venezolana no le deja dudas.
No hay engaño con la clase burguesa fascistoide venezolana. Nadie puede pensar con cabal juicio de la historia que la »salida« de un consumado ultraderechista, representante de cuna de la clase burguesa e irreducto espíritu terrorista como LL hacia su casa, calmará la sed de poder y venganza que alimenta en su clase la Casa Blanca. No se trata de LL. La salida de LL sube la apuesta al fascismo corriente. Se trata de la Revolución Bolivariana. Una amenaza inusual para los EEUU. Se trata, tal como instan Vivas y Valderrama, de los líderes y dirigentes de una Revolución a la que hay que descabezar personal e ideológicamente. La fuerza de las urnas, sabe la derecha, les queda cada vez más fuera de alcance. Es por ello que no asisten a la Constituyente. Ya hoy eliminan al primer candidato constituyentista con un disparo en la cabeza. Hacen volar en pedazos con una bomba teleactivada a una patrulla de la GNB. El 16 de Julio, en total desespero intentarán declarar la cabecera de playa que les legitime un "gobierno del pueblo" para el reconocimiento de la intervención internacional como el recurso de emergencia que necesitan. Si pierden esa partida tendrán el motivo para la escalada de la agresión contra la Revolución, contra el Pueblo.
Leopoldo López ha pedido el cambio de privación de libertad para seguir conspirando contra la Revolución. "Cuentan conmigo" dice cínicamente ante las cámaras la esposa con las manos manchadas de sangre cuando decía loca de alegría "ninguna muerte es en vano" para derrocar a Maduro y descabezar al chavismo. Esa derecha sabe que sola no lo logrará. La Revolución está amenazada de muerte por la oligarquía imperialista de gobierna los EEUU. En la cárcel LL era bandera de toda la oposición guerrerista y del imperialismo norteamericano. En la casa es paladín sacrificable de esa derecha y de sus patrocinadores del Norte. La probabilidad de que ahora esa misma derecha con la CIA lo hagan mártir es muy alta. ¿Acaso no asesinaron en su propia casa a Robert Serra? Su "martirio" en la casa no dejará de caer sobre el Gobierno de la Revolución, por cuanto LL sigue siendo un reo bajo la responsabilidad y cuidado del Estado venezolano. No habría responsabilidad del Gobierno con la suerte del reo si la CIA y la derecha fascistoide que adulan Santana y Valderrama lo asesinan estando en libertad plena. Saben de ello, está en sus cálculos. Este es el cuadro político sumamente álgido que enfrenta el Gobierno y la Revolución de frente a los comicios por la Constituyente ya en cuenta regresiva.
El Gobierno legítimo de Venezuela ni el estado que representa han podido hacer justicia con los autores intelectuales de la masacre del 2014. Tendrán "los vivas y valderramas" la razón? ¿Cómo es que ahora incluso la Constituyente podrá juzgar a los autores intelectuales de la masacre do hoy, si el Gobierno de la Revolución le otorga una suerte de perdón al cabecilla "intelectual" de aquella otra masacre contra el pueblo? ¿Los presuntos culpables de hoy – la misma esposa de LL, L. Tintori, M. Corina, F. Guevara, R. Allup. J. Borges, R. Pizarro, J. Requesens, E. Capriles - serán enjuiciados y privados de libertad, para ser puestos luego en libertad condicional en casa por lucir el traje de presos políticos con que los viste Valderrama en contubernio con Vivas y la derecha guerrerista propia y foránea? Chávez los perdonó en el 2002 con la Constitución de 1999 en una mano y el Crucifijo en la otra. Se burlaron y han llegado hasta la sedición fascistoide de hoy. El perdón reiterado alimenta el sentido de impunidad y entierra a las revoluciones, es lo que advierte premonitor Simón Bolívar. Más allá de la conspiración de sujetos como Vivas Santana y Valderrama en su vil servicio a la contrarrevolución, esas interrogantes y valoraciones son legítimas en las filas revolucionarias. Pero la respuesta es también revolucionaria. Puesto que la Constituyente del Pueblo revisará a fondo el sistema judicial de la República Bolivariana, cambiando para bien todo lo que haya que cambiar.
La Constituyente, y muy especialmente la Constituyente Económica () es un detonante mayor revolucionario contra el poder del capital que ha acaparado y blandido la burguesía contra pueblo venezolano por más de 100 años. Lo saben Tirios y Troyanos. La emancipación del yugo capitalista que promueve la Revolución Bolivariana seguirá costando sudor y lágrimas. En la certeza de que el Socialismo es la Paz y el Progreso Humano. La certeza de Hugo Chávez.