Los expresidentes invitados por la derecha se quedaron claros y sin vista ante la masiva concurrencia del chavismo al evento del simulacro electoral, mientras que los bocazas de la derecha radical quedaron tendidos sobre el suelo mojado por el lagrimeo. El simulacro electoral fue una gran oportunidad para que las fuerzas revolucionarias demostraran que son mayoría y que la derecha no podrá jamás derrotar por medio del voto a Rondón, quien ganó sin pelear. Fue una verdadera fiesta de los hijos de Chávez, donde desde tempranas horas salieron con sonrisas, con cantos y algarabía a hacer uso del derecho que tiene constitucionalmente para dirimir las discrepancias políticas y afrontar con valor los problemas del país, sin balas, sin atropellas, sin violencia, sin destruición y sin muertos.
Demostramos al mundo no sólo que somos mayoría, sino que somos capaces de hacer las cosas que siempre hemos hecho en completa paz. Demostramos que somos un país apegado a los más sagrados postulados del buen comportamiento y de la lucha en buena lid, sin trampas ni subterfugios. Reafirmamos que los deseos son los de defender la democracia y darle un piso sólido a nuestra Carta Magna para de esa manera enfrentar los graves problemas que agobian al país, y protegernos de aquellos malos hijos que buscan afanosamente una rendija para entregar nuestro territorio y su inmensa riqueza al yanqui invasor de pueblos. Por otro lado, quedó demostrado que la política trazada por el Presidente Nicolás Maduro es la correcta, por lo que el pueblo chavista, y, el pueblo en general la acogió para sí y le respondió masivamente.
El acto de simulacro fue un preludio de lo que será el proceso electoral del 30 de julio. Se llevarán la paliza del siglo en materia electoral. Ahora es cuando hay chavistas por largo rato. La demostración de este lunes 16 fue un abuso por parte de los patriotas. Metieron gente hasta donde más no pudieron. Fue un acto de prueba que muestra a las claras que el chavismo es invencible cuando se trata de luchar por la democracia, por la soberanía, por la paz y el legado de Chávez. Recoge tu gallo muerto Capriles. Recoge tus escombros Guevarita. Tenía razón María Corina Machado cuando vaticinó que "este lunes amanece una nueva Venezuela, llego la hora de la libertad". Predijo lo que pasó. El lunes amaneció una nueva Venezuela con un nuevo chavismo más duro, más bravío, más alegre, pero más arrecho. Llegó la hora del pueblo, la hora de Rondón que aún espera por pelear. Llegó la hora de liberarnos de la violencia y de los traidores. ¡Faltan 14 días!
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro en la década de los 60.
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