Mientras ambas partes piensen que están en una negociación de entrega de posiciones como en una guerra, y se olviden de las necesidades nacionales, no habrá acuerdo alguno. Dicen que el gobierno pretende darle largas a las conversaciones, cuestión extremadamente falsa porque si alguien quiere alargar la situación es la oposición como única manera de mantenerse en la palestra, puesto que ya perdieron el liderazgo nacional, siendo lo más grave la pérdida de credibilidad. Quien le haría caso a Florido y a Julio Borges en sus alocuciones, si no fuese porque de repente van informar sobre el dialogo. Resulta que se empeñan los dirigentes de la derecha venezolana en insistir en los cambios en el CNE, acaso olvidan que Hugo Chávez gano su primera contienda electoral sin ningún miembro en ese organismo, acompañado exclusivamente de la fuerza del glorioso pueblo, Ahora bien, si es cierto que los representantes del imperialismo tienen una inmensa mayoría ¿Cual es el miedo?. Fijemos fecha de las presidenciales para que se repita lo mismo que en las municipales.
Ellos buscan alargar las conversaciones con la esperanza que la crisis se agrave generando una explosión social y por ende una salida exprés de Nicolás Maduro. Están muy equivocados, la conexión de nuestro presidente con los sectores populares es de tal magnitud que se ha convertido en un muro de contención con la suficiente fortaleza para resistir todas las embestidas de la derecha oligarca venezolana. Existen los otros como Henry Ramos, que por debajo de la mesa hace todo lo posible para que por ahora no se llegue a un acuerdo, pues él precisa acabar con sus enemigos internos, es así como ha tenido tiempo para destruirá a Leopoldo López, Enrique Capriles, Julio Borges, Manuel Rosales, Falcón, y ahora tiene en la mira a Lorenzo Mendoza. Uno entiende la buena fe y la insistencia de Maduro, pero con esa contraparte el esfuerzo es supremo. Si yo pudiera hablar con Maduro, le diría Comandante: Dele a esa gente tres ministerios emblemáticos como muestra de unidad y entrega de responsabilidad para que se reafirme lo desprendido que es usted.
Vamos a ver si aceptan, ojala triunfen. A esa le llamaría presidente "El Dialogo Practico". Claro está, es necesario nombrarles protectores como a las gobernaciones, para evitar que algún precandidato oligarca haga caída y mesa limpia con los recursos pensando en sus primarias. De esa manera se vería la amplitud de la revolución, especialmente la de Maduro, el combatiente capaz de buscar soluciones a todos los niveles pendiente de producir bonos navideños, de Reyes y ayudas para los jefes de familia, quedando bien clara que su benevolencia incluye darle oportunidad de trabajo a la oposición, que entiendan al trabajar que ese el camino para resolver los problemas de Venezuela y la crítica destructiva en nada contribuye, mucho menos la violencia. Se dialoga para eso, dentro de un escenario impregnado del espíritu del bien común.