Tiempo de decisiones históricas para el PCV

Es posible que, al publicar esta humilde opinión, el PCV haya fijado posición en relación a las elecciones Presidenciales para este año 2018; sin embargo, estoy seguro que nada fácil resultaría tomar una decisión histórica que podría significar la catástrofe del país o la esperanza por el resarcimiento político de una institución.

En mis últimos escritos publicados generosamente en Aporrea y El Comunista.net, alerté sobre la posibilidad que el PCV fuese objeto de ataques por parte de algunos personeros afectos al Gobierno del Presidente Nicolas Maduro, como en efecto viene sucediendo.

Me atrevería asegurar, sin ser militante del PCV y con el enorme respeto y admiración que le tengo, que El Partido Comunista de Venezuela tiene como herramienta para la toma de decisiones, la discusión revolucionaria en asambleas y plenos con sus militantes. Discusión acondicionada por la participación en el debate constante y aportes mediante un "precepto que indaga la verdad mediante el análisis crítico de las percepciones y teorías, el intercambio de proposiciones (tesis) y contra-proposiciones (antítesis), resolviendo la contradicción a través de la formulación de una síntesis final (conclusión). Forma de ordenar los conceptos en géneros y especies. Es decir, a través de la Dialéctica."

Recalco esto, porque existe una enorme diferencia en el como hasta ahora ha venido tomando las decisiones el partido de gobierno, decisiones que afectan obligatoriamente y de manera estructural la vida de todos los venezolanos. No es un secreto las disposiciones unilaterales que, en materia económica, por ejemplo, se han tomado sin considerar las propuestas de ayuda que han ofrecido instituciones como el PCV, entre otros, como salida a la crisis que aflige enormemente al pueblo venezolano. Propuestas estas que han sido elaboradas bajo los principios Marxistas en búsqueda de la construcción del socialismo revolucionario como etapa transitoria.

Tal vez por ser estas propuestas de fundamento Marxista, donde el principal motor transformador y protagónico es la clase obrera, es por las que son rechazadas, pues me atrevo a ratificar como lo he hecho desde hace tres años, que este Gobierno de Nicolas Maduro se ha alejado notablemente de los principios Marxistas, propiciando medidas Neoliberales que lo posicionan en un acomodo en la clase burguesa dominante de Venezuela, en cuyo caso entra en frontal lucha contra los sectores y familias burguesas que ya existían, esto no se debe confundir con una lucha de clases, sino como conflicto de grupos de una misma clase, la clase burguesa que oprime al obrero, al campesino, al estudiante y al sector popular, por la hegemonía del control de la economía para sus intereses particulares y/o grupales.

¿Por qué entonces se dicen socialistas, revolucionarios y utilizan los símbolos de izquierda? He respondido a esto en otros escritos, basta ahora con resumir que desde la muerte de Chávez, se profundizo el distanciamiento del PSUV con los preceptos Marxistas, sin embargo mal podrían estos abandonar los símbolos que los llevaron y los mantienen en el poder, lo contrario sería una mala estrategia, sobre todo en el plano electoral; a esta teoría podemos sumar la parsimonia y poca capacidad de los llamados partidos de izquierda en asumir retos en los momentos, como el actual, de elevarse como alternativas políticas y dejar de ser segundones. Valga la autocrítica pública.

A finales del año pasado y comienzos de este, se observa que el PCV se vio obligado, por decirlo de alguna manera, a elevar aún más la crítica ante la exigüidad del gobierno en los problemas que aquejan al pueblo por la falta de alimentos, el alto costo de la vida que superan cualquier inflación conocida, la desaparición del dinero en efectivo como táctica de la banca privada, la proliferación del bachaqueo como herramienta de trabajo donde se acrecienta la guerra de precios entre vendedores (pueblo contra pueblo), diferencias de precios por compras en puntos de ventas, transferencias, o en efectivo con el nuevo y viejo cono monetario, originando una diáspora de venezolanos al exterior donde son maltratados como indigentes. Igualmente, por elevar las quejas de obreros como lo sucedido con los hermanos de Lácteos Los Andes en Cabudare Estado Lara, por lo que fueron detenidos compañeros dirigentes obreros al denunciar situaciones irregulares, como así en otros centros de producción a nivel nacional, que han desenmascarado la realidad de un gobierno anti-obrero que criminaliza la lucha obrera y popular. Por supuesto que cuando hablamos de Gobierno, incluimos al resto de los poderes como la Asamblea Nacional Constituyente, el TSJ y demás, pues todos son dominados por fichas del PSUV.

Estas críticas le han valido al PCV descalificaciones absurdas provenientes de pesuvistas como Francisco Ameliach. Este señor sin ninguna moral revolucionaria se atreve en su cuenta twitter ladrar de la siguiente manera, cito: "El Comité Central del PCV parece que ni siquiera ha podido identificar a donde está el enemigo histórico de la patria y la necesidad de unidad para enfrentarlo. En el video un recordatorio que les hace Chávez, líder que nunca reconocieron por mezquindades y complejos. Se entiende por qué ninguno de sus integrantes aparece en la lista de sancionados por la maquinaria imperial".

Resulta inadmisible que un personaje señalado por su propio compañero de partido, el Gobernador del Estado Carabobo Rafael Lacava, como responsable de irregularidades en el ocultamiento de alimentos pertenecientes al programa Clap, se atreva a descalificar más de 80 años de lucha del PCV en todos los escenarios que las circunstancias históricas han presentado al país, donde los hombres de poder han vacilado en asumir, y en contra parte Venezuela ha contado con hombres y mujeres comunistas que han dejado todo, hasta su vida, por la liberación nacional y el empoderamiento de la clase obrera.

El PCV siempre y mucho antes que Chávez, identificó a las potencias imperialistas de EEUU y Europa (no referente a sus pueblos, ni siquiera a sus gobiernos, sino a los grupos económicos que ponen y quitan gobiernos en el mundo, para defender y aumentar sus intereses de dominio) como el enemigo histórico no solo de Venezuela, sino de todos los países del mundo. Conllevando a un enfrentamiento en todos los sentidos con la burguesía criolla entreguista, aupando la unidad de todos los venezolanos para la defensa de la patria y la liberación ante cualquier intento colonial. Afirmar que nunca se reconoció a Chávez es lo más estúpido que se pueda decir, esgrimiendo cualquier cantidad de sandeces ocurrentes por carecer de argumentos válidos, como blasfemo y peripatético resulta su conclusión al entender por qué ningún comunista aparece sancionado por los EEUU. Tan simple como recordar que el Psuv y el gobierno nunca les han permitido a los partidos del Gran Polo Patriótico participación en institución o gestión del ejecutivo, por demás el simple hecho de ser comunista, es más que suficiente para ser considerados enemigos del sistema. No es mi prioridad en este escrito, responder las sandeces de Ameliach, pues las mismas resultan ridículas.

Sin embargo, esta torpe incongruencia abre el grifo para un sistemático ataque que se asentará en contra de los comunistas venezolanos, embates que se afianzaran seguramente en la Ley contra el Odio, la cual se convierte en especie de guillotina para los comunistas, si las decisiones de su asamblea no favorecen el respaldo a la candidatura por la reelección de Nicolas Maduro a la Presidencia de la Republica; pareciera entonces una advertencia al PCV orquestada desde la cúpula de Miraflores, luego que en el VIII Pleno el PCV acordara convocar un debate amplio sobre la posibilidad o no de respaldar tal candidatura.

Sin temor a equivocarme, el PCV en lo único que ha coincidido y respaldado abiertamente al Gobierno del Proceso Bolivariano, es en denunciar las pretensiones injerencistas de los EEUU para colonizar nuestro país y echar mano de los recursos energéticos, los comunistas acompañamos al gobierno progresista de Maduro en esta lucha y somos los primeros en defender la patria en cualquier escenario que s presente, esto no tiene discusión. Muy al contrario resulta ante las políticas que a lo interno ha desempeñado el Gobierno, las cuales se han visto como meras reformas que no han permitido la transformación medular del sistema dominador burgués, nuestras críticas son fundamentadas en los preceptos marxistas, no existe otro modo de construir un socialismo revolucionario, para ello existes en la historia numerosos ejemplos de países que intentaron a través del reformismo y revisionismo, fracasando al terminar alienados al sistema dominador, peor aun convirtiéndose en explotadores de las masas que en alguna oportunidad juraron defender y elevar su estatus de vida, de este tipo de traiciones está llena la historia de la humanidad.

"No tenemos más posibilidad que lo imposible". (George Bataille)

En este sentido, el PCV a mi parecer se encuentra en una gigantesca diatriba, quizás la más aguda en toda su historia. Apoyar la reelección de un gobierno que ha tergiversado los preceptos marxistas, que cada vez muestra mayores señales de acercamiento a posiciones Neoliberales que pisotean los derechos de la clase obrera y popular, o deslindarse de un Presidente que a su vez ha mostrado una posición en contra del intervencionismo de las grandes potencias internacionales, como excusa para saquear las riquezas del país, volviendo al entreguismo de la cuarta república.

Si de algo sirve mi opinión, la mona, aunque se vista de seda mona se queda, con mucho respeto a las monas, por cierto. El simple hecho de que un gobierno aplique medidas Neoliberales, o cualquier otra disposición política que vaya en contra de la clase obrera, campesina y popular, o yazga inerte e incompetente ante los ataques de los empresarios de derecha en contra del pueblo; se convierte en cómplice y coautor de las potencias imperialistas y grupos económicos que dominan el mundo, pues utilizan el mismo principio de dominación aumentando las arcas de estos. ¿Acaso las aquiescencias a las empresas como Polar o las concesiones en la faja petrolífera del Orinoco a las transnacionales no es una muestra de ello? El Psuv y su gobierno luchan contra el imperio norteamericano basados en el mismo motivo por el cual lo hacen con la derecha venezolana: la supremacía del poder económico. Es una lucha de grupos pertenecientes a la misma clase dominante, a la misma jauría.

¿Cuál es el agobio? ¿Ser atacado y calificado como traidor al proceso Bolivariano o sentir no tener la capacidad de alzarse como alternativa para un pueblo hambriento de esperanzas y enseñarles que no es un Mesías a quien deben esperar, sino alcanzar la conciencia de clase que le permita arrebatarle el poder a quienes hoy con políticas asistencialistas los engañan y han encontrado una forma "socializadora" de explotarlos? Por supuesto esta conciencia solo es factible mediante un partido de vanguardia como guía, papel que Marx siempre ha dado a los comunistas. "El Obrero tiene necesidad de respeto más que de Pan" (Karl Marx)

En este caso las descalificaciones, que ya empezaron serian como perros que ladran, indicando que vamos por el camino correcto. Lo otro ha sido una tarea que se ha dejado a un lado o muy poco se ha logrado en ello.

En estos momentos, cuando aparentemente los diálogos de pactos en República Dominicana no alcanzan un pleno, cuando el imperio Norteamericano ha fracasado en el intento de conseguir un consenso en los gobiernos latinoamericanos para apoyar un golpe de estado o una intervención militar, cuando se realizan ejercicios militares en la frontera Brasilera en composición con Colombia y Perú; se hace necesario un gobierno con fortaleza que descanse en un pueblo que lo apoye, capaz de aflorar el patriotismo para defender a Venezuela de los planes imperiales, pero esto solo es posible con un pueblo feliz de tener un Presidente que le otorgue el poder verdadero y no representativo, un Presidente que esté dispuesto en abolir la estructura del poder público conocida hasta ahora, extinguir la figura presidencialista por una asamblea del poder popular, donde cada cargo ministerial, judicial y moral resulten de la decisión soberana mediante el sufragio. Que potenciar el parque agroindustrial sea una prioridad, como el volver a la producción de los campos mientras de una vez por todas se cumple la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. Estas y otras prerrogativas solo pueden ser tomadas por un Comunista, por lo que presentarle un candidato salido de las filas comunistas a la clase obrera, campesina y popular, en fin, al pueblo llano, sería la mejor opción.

Las pasadas elecciones municipales, fueron un escenario de fraccionamiento propiciado por el partido de gobierno, por no tomar en cuenta a los partidos del GPP, desconociendo aun a camaradas del PCV que lanzaron sus candidaturas y ganaron en buena lid, lo que muestra la hipócrita unidad que tanto reclama el Psuv, pero que ellos pisotean a su antojo. No se puede ser tan sumiso cuando el pueblo reclama alternativas. He dicho que esta sumisión solo comprobara los rumores populares de lanzar a todos los partidos de izquierda en un mismo saco, en el enunciado del fracaso del socialismo y de la culpabilidad compartida. Claro está que esto no es del todo cierto, sobre todo cuando se realizan análisis de altura, pero es la visión de la gran masa popular a la cual nos debemos los comunistas y por ende aclarar.

Tal vez salgan algunos argumentando que los números no favorecen una candidatura propia por el PCV, pronosticando una derrota eminente e innecesaria que acabaría con la vida política del PCV ya que en definitiva no contaría en lo sucesivo con la venia del PSUV. Vaya semejante esclavitud. Los números puede que no estén, y sin embargo pueden construirse con el arduo trabajo de todos los comunistas en cada rincón, mostrando el programa Marxista de Gobierno, empero se habrá sembrado la alternativa para la clase trabajadora, campesina y popular, una alternativa que rescatara los verdaderos valores de los símbolos de izquierda, a lo sumo esta gran masa venezolana entenderá quien es su enemigo y por otro lado reconocerá al PCV como el partido de vanguardia y guía. Fácil no será, pero es tiempo de decisiones que solo la historia en algún momento, como diría Fidel, nos absolverá. Vasto es tener el coraje y la valentía de decidir, lo que ya la mayoría reclama.

 



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Erwin Sánchez


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