El movimiento estudiantil en Venezuela, siempre ha jugado un papel preponderante en las luchas revolucionarias de la sociedad. La historia nos recuerda el sacrificio de muchos jóvenes, casi niños la mayoría, dejaron sus vidas en las calles de Caracas y en las principales capitales de los Estados venezolanos donde la impunidad de los gobiernos adecos copeyanos dejaron como señal del peor Estado fascista de los años 60. 70, 80 y 90, en la sangre derramada por esos estudiantes convertidos en nuestros mártires. La violencia que utilizaran los cuerpos represivos de aquellos gobiernos puntofijistas, para amedrentar y acabar con la resistencia de un pueblo cansado de las medidas neoliberales impuestas por el Imperio Norteamericano, cumplido a la letra por los lacayos de los partidos de derecha; hoy nuevamente es tomada por esos mismos partidos y sus derivados, esta vez, para socavar las bases que mantienen este proceso revolucionario que nos hemos empeñado en construir con miras a desarrollar la sociedad nueva para la mujer y el hombre nuevo.
Esta actitud de la derecha lacaya, solo reafirma la premisa marxista que una vez que el capitalismo haya alcanzado su etapa superior que es el Imperialismo, no podrá existir posibilidad alguna de arrebatarle el poder que no sea por la violencia, entendida esta como el derecho legítimo que tiene el pueblo oprimido, que ante un estado de necesidad, se ve obligado a acudir para su resistencia y defensa. Si bien es cierto que contamos con un gobierno progresista que ha logrado beneficios al pueblo venezolano, estos beneficios solo han sido para apaciguar ciertas necesidades básicas como ser humano, aun en este tema queda mucho por hacer; pero más allá de estos beneficios, queda pendiente la construcción del socialismo y esto parte dándole las herramientas que le permitan al pueblo tomar el poder por asalto, destruir el sistema conocido e instaurar un modelo económico que transforme nuestro modo de vida en lo social, político y cultural, este último circunscribe la religión y todo tipo de creencia espiritual. El Socialismo no lo decreta un gobierno, sumándole tal termino al nombre de Venezuela, sobre todo cuando los gobiernos aun responden al sistema explotador, es decir al mismo Estado burgués. Esto es la génesis, la partera de todos los errores; con la oposición no es posible entablar diálogos que sean productivos en aras de alcanzar la convivencia en armonía y un mutuo compromiso para aplicar medidas tanto en lo económico como en lo político, que no encarrile a la construcción de la Venezuela socialista, simplemente porque existen intereses antagónicos, y no me refiero al capitalismo contra el socialismo, porque esto sería punto de convergencia entre los factores dispersos de la izquierda; me refiero a interese antagónicos dentro de un mismo sistema devorador como lo es el Capitalismo, los intereses acá son grupales, nuevas elites que pretenden el control del Estado. Esta situación es la que le permite a la extrema derecha, asesinar cuadros jóvenes del proceso revolucionario, considerados objetivos morales que les permitiera resquebrajar desde las bases, la defensa de este proyecto Bolivariano, sobre todo causar temor a los jóvenes revolucionarios, intimidar y neutralizar el movimiento estudiantil.
Los asesinatos de Otaiza, Robert y ahora el de nuestro camarada Yeison Carrillo presidente de la FCU de la Unerg, solo por nombrar los más recientes; tienen el sello de actividades terroristas que distan del discurso falso de paz que utiliza la oposición para desvirtuar la realidad y manipular inclusive a sus seguidores. Nuevamente el fascismo de la derecha tiene como objetivo destruir el movimiento estudiantil en Venezuela, nuevamente se está derramando la sangre de nuestros jóvenes en las calles; la respuesta no puede ser un dialogo, pues han sido ellos los que han pateado la mesa de conversaciones y han preferido la violencia, contratando sicarios y paramilitares, atacando y saqueando puestos policiales parta robar los parques de armamento. Armas que son entregadas a jóvenes que aun confundidos y manipulados por partidos de la oposición como Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, AD y Copei, acuden a las universidades imponiendo un estado de sitio, atemorizando al resto de la masa estudiantil (mayoría por cierto). Toman el formato y rol de Pranes estudiantiles, con salarios pagados por los partidos políticos y otros por rectores de estas mismas universidades; bloquean el ingreso de nuevos estudiantes por ver comprometidos sus cuotas de matrícula e ingreso. La ley del más fuerte es su divisa, portando armas en la cintura, cobrando vacunas a obreros, personal docente y estudiantes, la operación colchón es parte de su ideario y utilizan las aulas para concretar negocios de ventas de drogas.
La lucha de hoy, ya no es contra un régimen que reprime las protestas, puesto que, cuando la oposición ha hecho uso de este instrumento, se le ha permitido a sus anchas y son ellos los que han llevado de la mano la violencia, ejemplo vivimos con las guarimbas cuyos muertos fueron puestos por la revolución. La lucha de hoy, es para defender el legado de nuestros mártires estudiantiles, el Movimiento Estudiantil, debe reorganizarse en cada uno de sus núcleos de estudios, cerrar filas para evitar la imposición desde lo interno, de caballos de Troya que pretenden convertir nuestras casas de estudios en epicentros de terrorismo que se desborde al resto de la sociedad. La lucha estudiantil se intensifica, como se agudiza la lucha de clases, no podemos caer en el error de la dispersión. Si bien presionamos para denunciar la burocracia y la corrupción heredada, asumiendo la autocrítica como elemento dialectico de corrección y el debate como espacios de convergencias; asumir el compromiso ineludible de defender a costa de nuestras vidas este proceso en construcción, es el mayor sentido de patriotismo y justicia por los camaradas estudiantes caídos. Defendamos para construir luego un sistema educativo transformador y liberador, no para la obtención de títulos burgueses que solo sirven para mantenernos como herramientas que enriquecen a las pequeñas elites. Tupamaro estará siempre presente, acompañando la unidad estudiantil en el terreno que sea necesario, como intelectual colectivo, afianzamos la necesidad del estudio permanente hacia la conciencia crítica y aunque ciertamente nos mueve el amor al prójimo en todas nuestras acciones, ese mismo amor nos motiva suficientemente para enfrentar la violencia con la misma vara, hemos dado muestra de lo que somos capaz, la historia habla por nosotros. Fascistas de ultra derecha… dejen de saltar la estaca.
“POR LA REORGANIZACION DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL”
“CONSTRUYAMOS LOS CONSEJOS ESTUDIANTILES TUPAMARO”
“YEISON VIVE”
“PATRIA, REVOLUCION O MUERTE”
Vocero Regional Tupamaro Zulia
Formación Política y Conciencia Critica
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