El dólar empezó el año amenazante, el llamado today. Haciendo temblar más la diezmada economía familiar por la consabida incidencia que tiene en el marcaje de precios por parte de aquellos que se ufanan de ser comerciantes. Todos, sin distingo ético: desde el tiendero hasta el proveedor especulador que casi nadie conoce, y mucho menos sabe en qué extraño planeta se provee con la gran cantidad de harina, arroz, azúcar y etcéteras…que paga con esa "prestigiosa" divisa gringa, que vaya usted a saber de dónde la obtiene. Y ya, a mediados del primer cuatrimestre, después de haber bajado el costo en bolívares de ese referente de farsa economía, curiosamente los precios siguen en exponencial alza.
En esa enredada madeja, se anuncia el lanzamiento del petro, dólar today baja, seguramente como efecto de aquél, lo que pareció oxigenar la mirada del devenir económico.
Pero sigue el enredo, la incertidumbre. La oposición se niega a firmar el Acuerdo de convivencia democrática por Venezuela en República Dominicana, al tiempo que se habla de una eventual invasión, de nuevas bases estadounidenses en Colombia, presencia militar gringa-brasileña en esa frontera, sanciones a más funcionarios venezolanos. Y para contrarrestar, la ANC solicita adelanto de elecciones presidenciales y el CNE difunde un cronograma electoral.
Como que demasiadas cosas para sesenta días. Eso sin hablar de las solicitadas megaeleciones, las amenazas de la Unión Europea, del Congreso Norteamericano y la solicitud de una candidata al Senado colombiano de asesinar al Presidente Nicolás Maduro con un tiro en la cabeza.
Lo cierto es que este inicio del año 2018, ha dado suficientes insumos para que los nuevos equipos de gobiernos locales y regionales en conjunción con el Ejecutivo Nacional, planifiquen y creen las condiciones para que al término de los primeros ciento veinte días del año, se tengan más que propuestas, acciones que permitan al ciudadano y ciudadana común y corriente ser atendidos cabalmente en la encrucijada que nos encontramos. Que en lo económico-social, estén sosegados al sentir mejoras sustantivas en el poder adquisitivo, mejora en los servicios básicos de transporte, electricidad, agua…Que sientan minimizados los factores perversos del bachaqueo, la especulación, al ver salir enjuiciados y detenidos a la luz pública a los especuladores mayores.
En lo que falta por culminar este lapso, debe haber una gran victoria económica-social, que incida con creces en la política. Estoy seguro que Maduro ganará, lo que estaría en juego es el porcentaje de participación en esos comicios, que de ser muy bajo, allanaría las condiciones para ondear las banderas de la deslegitimación, y empezar un nuevo periodo de turbulencia y zozobra.