Con el cambio de fecha de las elecciones presidenciales complaciendo las exigencias de los miembros de La Mesa de Unidad Democrática, y su consecuente negativa a participar demuestra que la única razón verdadera de esta actitud es el miedo a la derrota. Saben que están desorganizados, ya no tienen estructuras. Los números de primarias y validación los dejó al descubierto. Están conscientes que no tienen posibilidad de victoria, la aplicación de malas políticas los alejó de los votantes. Esa es su realidad, la cual contrasta con el escenario del PSUV, un ambiente caracterizado por la preocupación por la gente resolviéndole sus problemas personales. Cuando se ofrece un bono se les cumple, cuando se anuncia un aumento de salario igualmente se les cumple. Pareciera que pretenden agregar condiciones participativas hasta llegar a una que les indique la victoria con la respectiva transición. Así de una vez, casi convirtiendo el proceso comicial en un simulacro. De no ser así seguirán aplicando el chantaje del acoso internacional con la aplicación del embargo económico, incluyendo como última carta el petrolero. Pero están salados, no pegan una, ya que ni siquiera se han puesto de acuerdo en apoyar un candidato único, fallaron con Lorenzo Mendoza, este señor no se iba a lanzar en una aventura para ser utilizado por un grupo de titiriteros ansiosos de lograr intereses personales. Desecharon a Henry Ramos Allup, por no garantizar ni siquiera una derrota honorable. La oposición en su mejor momento cuando ganó las parlamentarias en el 2015, no se quejó del CNE, hoy les dan mayores garantías donde se desconecta la transmisión de las maquinas hasta la hora de pasar el acta, hoy ya se invitó a los observadores internacionales a través de la ONU, igualmente se regularizaran las cadenas nacionales y otras garantías que le darán total transparencia al voto. Participar para la MUD significa desaparecer como oposición y como partidos políticos, la alternativa de quedarse fuera evita que los cuenten, de esa manera nadie sabrá lo pequeño que son. Aunque cualitativamente ya toda Venezuela los conoce, no se puede mandar a un país a protestar con el riesgo de perder vidas pidiendo elecciones generales para luego negarse a participar. Irracional fuera de toda lógica, no se preguntaran que pasó en el lapso de tiempo en que se acabaron las guarimbas, seria que no tuvieron la suficiente capacidad de convencimiento o simplemente el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha sido capaz de ir resolviendo problemas a pesar de tener muchos factores en contra. Ahora bien si el no participar será un error histórico, peor será hacer crecer un nuevo guía de la oposición representado en la persona de Henry Falcón, que de allí no pasara porque en el fondo es un traidor que utiliza a la gente para sus fines personales. No llegará a ningún lado, no es ni será líder, tendremos revolución por mucho más tiempo guiados por el espíritu y pensamiento de Chávez.
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