Días de Marzo. Entre tristezas, vivencias y orgullos

Hoy desperté acongojado ????, recordando los sucesos de aquel 5 de marzo cuando partiste, la mentada de madre que le di al dueño de un restaurante por burlarse de ti luego de recibir la noticia, recuerdo la inseguridad y la ansiedad que sentíamos todos al saber que ya no contaríamos con tu figura protectora. Por Dios!, que era esto?. El hombre que me había hecho pensar distinto, el que me llevó a emprender esta lucha, se había ido.

Hoy recuerdo una de las primeras cosas que pensé en ese momento. Cómo será todo ahora?, quién velará por todo nuestro pueblo y lo que hemos alcanzado?. Muchas interrogantes que, aún en medio de la insensatez del momento, debían ser respondidas.

Me recuerdo encaramado en un Jeep con un megafono en la mano recorriendo las calles de Caracas y en este preciso instante, llega a mi mente el recuerdo de uno de los episodios más significativos de mi vida hasta ahora; ver a una de mis mejores amigas de la universidad, tirada en el césped del paseo Los Próceres, ida, envuelta en la pena y en la misma ansiedad que yo, pero desbordada por las emociones. Ayudarla a levantarse y seguir, diciéndole: "Tranquila, todo estará bien ya verás", sin siquiera tenerlo claro yo, ¡vaya que tontería!.

Pero también recuerdo recuerdo una silueta, una incógnita en cuerpo de hombre, que aún entre lágrimas y con el dolor a flor de piel, transmitía la noticia a todo el país y asumía la bandera del proceso Bolivariano, de su ideal y legado universal, era nuestro presidente Maduro, ese presidente que aún dudando de si mismo ante una responsabilidad tan próxima como magna, supo darle respuestas a esa ansiedad, a la inseguridad y las dudas; dejando de ser esa silueta, esa incógnita de aquellos días de marzo, para convertirse en el gran estadista y estratega que hoy ha demostrado ser.

Es por eso que hoy, me desperté acongojado por tu falta física, pero me desperté sintiendome orgulloso de ser venezolano, de ser militante de las causas justas y de ser chavista.

Soy tu vivo legado comandante, gracias a tí estoy aquí. Y gracias a lo grande que fuiste, aún en las circunstancias más adversas, es que me has dado la moral y el ejemplo infinito de amor y de pertenencia para con nuestra gente y nuestro país.

Hoy 5 de marzo lamentamos tu partida, pero celebramos el día en que la revolución Bolivariana se hizo indetenible y se extendió en el tiempo, ya que trascendió la figura de un hombre, para dejar asentado que es un modelo político y social que dependerá de las grandes mayorías, como siempre lo quisiste, del pueblo.

Gracias te doy por tu tino, al dejarnos a la persona indicada para sortear las difíciles pruebas que se nos vinieron luego de tu partida. Cuente usted, Comandante Chávez, con la lealtad de este joven hasta el final de mis días para con el proyecto Bolivariano. Y cuente usted, presidente Nicolás Maduro, con mi voluntad, mi convicción y mi lealtad absoluta hacia usted.

*Que Viva Chávez por siempre!.* Y que viva la revolución Bolivariana.

Que viva también nuestro presidente Maduro. Tenga la seguridad de que jamás le fallaremos, la juventud venezolana, garantizará la cristalización de una patria mucho mejor y más igualitaria.

 

gillsonrperezc@gmail.com



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Gillson Pérez


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