Mientras en otras latitudes, candidatos presidenciales anuncian como la gran promesa de campaña electoral, la gratuidad de los estudios universitarios, aquí en Venezuela jóvenes y viejos asisten a las universidades los días de trabajo, de noche y hasta los fines de semana de acuerdo a la carrera que escojan y al instituto superior de su agrado sin pagar absolutamente nada, apenas una pequeña inscripción monetaria en algunos casos, y lo más importante gozan de becas para que puedan estudiar sin problemas económicos, aparte de tener servicio de comedor y transporte, por favor de qué se quejan algunos estudiantes universitarios. No quieren entender que pretenden ser utilizados por profesores que amparados en los requerimientos salariales esconden contribuir con la fracasada desestabilización de sectores de oposición que después de perder la credibilidad creen que el saboteo les dará los frutos no alcanzados por la votación electoral. No hay razones para que los gremios universitarios suspendan las clases e impidan que se garantice el derecho a la educación de los estudiantes, a la derecha no le importa crear un conflicto artificial, poco se preocupan si los jóvenes pierden clases, hasta en eso son egoístas, se han convertido en hipócritas cuando en un doble discurso algún dirigente mediático aconseja a los profesores que den clases y por otra parte se une a la crisis política inventada por la oligarquía para no desaparecer del mapa político. Se equivocan si piensan que pueden incendiar el país colocando como carne de cañón a los estudiantes universitarios, el pueblo no acepta este tipo de huelgas porque en el fondo alimentan el oscurantismo, fenómeno propio de las dictaduras que deja a la población en la ignorancia para ser dominada mediáticamente por sus gobernantes, no ha sido ese el rol de la revolución del socialismo del siglo 21, en nuestro proceso revolucionario es cuando más se han abierto oportunidades de estudios a nivel medio y a nivel universitario, creyendo en el desarrollo del ser humano como primera fuerza potenciadora de la nación mucho más allá de intereses personales, ubicada claramente en el marco del beneficio colectivo. Esos minúsculos grupos no podrán opacar la gran labor universitaria del chavismo, sus caminatas, sus marchas y huelgas son ignoradas por los ciudadanos, pues no tienen razón de ser siendo básicamente extemporáneas pues el ejecutivo nacional está estudiando los problemas y pronto brinda soluciones. La cercanía de unas elecciones presidenciales son caldo de cultivo para crear ambientes adversos a la revolución, sus llamados a marchas quedan solamente en eso sin ninguna ejecución en la práctica. Las mentiras de la derecha nadie las cree, ni siquiera ellos mismos, a ese Frente Amplio le faltó agregarle de la discordia, por los choques internos de sus miembros. La nueva unidad no existe, la misma inscripción de candidatos de la oposición en toda Venezuela así lo demuestra.
andreschinomarquez@gmail.com
