Parece que fue ayer que media Venezuela soltaba lágrimas por la partida del máximo líder de la Revolución. Chávez es ejemplo de cómo alcanzar los objetivos, diseñó una planificación para llegarle al pueblo, ese que siempre fue olvidado por la derecha. Nuestro líder eterno nunca se montó en obtener beneficios personales, sabía que el poder político no es para eso, entendió muy bien el apostolado de los verdaderos dirigentes ante el deber de servir a los demás, ese era Hugo Rafael Chávez Frías. La paciencia fue su norte, supo involucrarse con los jóvenes cadetes para enseñarles principios y valores que nos llevarían al socialismo del siglo 21, fueron 12 años predicando en una campaña silente también a las afueras de la Academia Militar. Sus incursiones en los diferentes estados en las obligaciones militares, lo llevaron a estar en contacto sincero con las comunidades del interior del país. Jugar beisbol, cantar en el llano, amenizar fiestas y veladas siempre lo colocaban en un protagonismo popular de identificación con la gente. Quien más que él para conocer los problemas de los necesitados de Venezuela, intentó una primera vía para solucionarlos, no se pudo pero, como hombre inteligente supo rectificar y tomó el camino de la votación popular sin más herramientas que su voluntad y el poder del pueblo, así le ganó a los oligarcas, no tuvo dinero, vehículos, ni grandes cuñas y ganó para imponer un gobierno popular donde los más humildes se sintieran representado con la seguridad que serian reconocidos, hecho que se puso en práctica con las misiones más allá del interés político, acaso se convertirían en activistas los señores de la tercera edad al obtener una pensión, esa no era la idea la razón era que mejoraran su calidad de vida. Igualmente al llevar La Misión Barrio Adentro a los sectores más olvidados emergía el espíritu de velar por la salud de todos los venezolanos sin distingos de color o clase. Más que eso Chávez dejó un legado impenetrable, difícil de derrotar porque está sembrado en el corazón de todos sus seguidores, los que estamos dispuestos a enfrentar guerra mediática o financiera sin mayor contraprestación que cumplir con sus ideas. Muchos pensaron que Nicolás Maduro saldría derrotado porque Chávez no estaba a su lado, y se equivocaron, ya que el espíritu de Chávez está al lado de Maduro y de todos los venezolanos que creemos en la Patria de Bolívar. Lo sucedido en La Cumbre de Las Américas, dejo bien clara la posición de Venezuela. Chávez era poco amigo de este tipo de reuniones, pero cuando asistía hacia que la tierra temblara. Esta vez fue la voz del canciller cubano a quien le correspondió poner en su sitio al vicepresidente norteamericano. Tan inolvidable como Chávez fueron sus discursos, nunca se amilano frente poder alguno. A Chávez lo recordamos todos los días, no es necesario que cumpla años de su siembra, ya que él como tal quedó sembrado en la mayoría de los corazones de los venezolanos.
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