Quiero dejar claro algo; primero, no pretendo decir que no se debe buscar propuestas en el Pueblo; y segundo, creo profundamente que en la multitud, está la sabiduría.
Sigo haciéndole seguimiento a los discursos del Presidente Nicolás Maduro; así como lo hice en su oportunidad con el Comandante y Presidente HUGO CHÁVEZ. Sobre todo, una vez escuchado me gusta analizar cada planteamiento, triangulando la información con un método científico en particular para establecer mi propio criterio. La guerra económica sin duda ha venido haciendo estragos en el bolsillo del ciudadano y su salario; es por ello que, el Presidente se ha visto en la imperiosa necesidad de ir a una contienda electoral con el compromiso de derrotar a los inducidores de la híper inflación. Es entendible y ya lo he explicado con anterioridad que el Presidente debía esperar ganar las elecciones para poder tomar las decisiones correspondientes y así generar soluciones de inmediato; de hecho, soy de quienes creen que debajo de su manga se encuentra la lista del qué hacer.
Sin embargo, últimamente escuchando al Presidente Maduro, he venido sintiendo un leve zumbido en el oído que me deja algo inquieto; y ha sido ese discurso aferrado y desesperante que hace el Presidente al pedirle propuestas al Pueblo para acabar con la inmensa especulación en la economía venezolana. O cuando en la última visita al estado Aragua en la campaña electoral manifestó en una entrevista a los medios de comunicación que el problema económico se solucionaría poco a poco por su complejidad. Digo inquietante, porque me trajo a la mente aquel discurso ya minimizado del Profesor Aristóbulo Istúriz cuando fue Vicepresidente de la República; él hablaba sobre la necesidad de ir construyendo un nuevo modelo económico post rentista bajo dos tareas; la primera, creando las condiciones políticas necesarias para mantener la esperanza; y la segunda, la tarea económica, que es construir el nuevo modelo y enfrentar la guerra económica. Ésta segundaria tarea se materializa a corto, mediano y largo plazo para desencajar la distorsión económica; estas tienen que marchar paralelamente en su ejecución; es decir, debe ir construyéndose el nuevo modelo económico cuyos planteamientos saldrán de la sabiduría del Pueblo mediante propuestas para transformar el nuevo sistema a mediano y largo plazo y; para enfrentar la guerra económica se requiere detener lo coyuntural, porque es lo que le deforma la cotidianidad al venezolano. Ésta debe ejecutarse a corto plazo. Al Profesor, como que no le entendimos.
Al Pueblo se le debe pedir constantemente ideas, planteamientos, proyectos, etc.; así como también se le debe escuchar en sus quejas, reclamos, demandas y denuncias. Puesto que desde allí, se pueden implementar nuevas medidas para buscar las soluciones. Pero lo vivido actualmente, es una especie de conflicto con aristas que dejaron de ser camufladas y pasaron de la clandestinidad a la flagrancia descubierta y depravada. La especulación por ejemplo ha llegado a tales niveles que cualquier ciudadano pudiera tener bajo su posesión equis producto y al venderlo recurre como base de precio un monto especulado. Como si ya ese perverso sistema lo haya absorbido y configurado. Desde el Pueblo se pudiera generar planteamientos interesantes e importantes para generar políticas y así ir transformando nuestro modelo de producción como primera vía dicha por el Profesor Istúriz; para así dejar en segundo plano aquel rentismo petrolero. Pero, para lograr rescatar a Ramón y Petra de la especulación desbastadora, se requiere un alto de inmediato a los crímenes económicos que cada hora incrementan los productos que ya ni los bonos podrán contener tanta alzada a velocidad del sonido.
Presidente Maduro, el Pueblo espera con ansia, esperanza y urgencia inminente que usted tome las decisiones que deban darse para frenar definitivamente la especulación que nos está acribillando el salario y creemos en que se debe cambiar el modelo económico. Si usted busca propuestas, para ello tiene tiempo suficiente con el Pueblo para que podamos orientarlo cuando se trate de cambiarlo a mediano y largo plazo; una cosa es ir originando transformación a nuestro modelo de económico y otra es castigar los delitos económicos que se cometen impunemente hasta en el frente de cualquier edifico gubernamental o la misma SUNDDEN. No es cuestión de negar o excluir al Pueblo en la búsqueda de las soluciones, sino es estar claro de que hay acciones que se deben aplicar sabia y expeditamente según las circunstancias. Por ejemplo, querer transformar la economía de la noche a la mañana es algo que se debe ir concibiéndose poco a poco y con la ayuda del Pueblo; pero detener la especulación es cuestión de actuar inmediatamente porque las consecuencias de las sanciones impuestas por el imperialismo y sus gobiernos lacayos así como los especuladores hacen que ésta híper inflación inducida le está violando y amenazando las garantías y derechos amparados en la Constitución al venezolano.
Creo que pedir propuestas de manera desesperada, Presidente; a veces da la impresión de que no se tiene plan a corto plazo, y eso de verdad nos preocupa.
Propuesta mundial: Así seamos una sola voz, debemos llevar al debate político hasta las organizaciones mundiales como la ONU, UNASUR, CELAC, ALBA, etc.; temas como denunciar que las sanciones económicas ejercidas por una nación contra otra, deben ser consideradas como delito de lesa humanidad; esto para reivindicar a los pueblos del mundo que han sido objetos de persecución y bloqueo económico para derrocar gobiernos democráticos sin importar las muertes de que ellas se originan.