Ya nadie habla de la incapacidad del Presidente Constitucional de Venezuela, a menos que quieran quedar en ridículo ante la versatilidad estratégica de Nicolás Maduro, todo el mundo ya está claro que ha sido un hueso duro de roer. Los nombramientos más recientes consolidan el proceso revolucionario, contar con un Diosdado Cabello en la presidencia de la Asamblea Nacional Constituyente es garantía de solidaridad de defensa del chavismo al igual que la nueva vice presidenta de la república quien demuestra en cada uno de sus actos alta gerencia y lealtad política, mujer victoriosa en todas las posiciones que responsablemente ha ejercido.
Podemos afirmar que Maduro ha madurado desarrollando la propiedad de escuchar propuestas, como cuando pospuso la implementación del nuevo cono monetario. La forma como valientemente enfrenta la inflación desarma cada vez más a los propulsores de la inflación, ese aumento sobre el 100%, sorprendió a los apátridas. Ha sabido navegar excelentemente entre las aguas de las criticas y los consejos de la dirigencia nacional chavista, eso sí, siempre iluminado por las luces que le da el pueblo para ver el camino de resolución de las necesidades de los más necesitados. Oye y analiza sin caer en trampas verbales de falsos asesores o colaboradores que por los medios de comunicación le hacen sugerencias fatales para la economía, como aquel ex presidente de Cavidea que le sugería un bono fijo de 40 millones, ese señor no ve el efecto súper inflacionario de una medida de esa magnitud.
La avalancha enfrentada por Nicolás Maduro, supera con creces los ataques recibidos por el comandante supremo, pues miraron en nuestro presidente a alguien débil capaz de derrotar ante una seguidilla de ataques, fracasaron a los extremos de ser pulverizados por su propio accionar, la violencia ejecutada los desdibujo del sentimiento democrático del pueblo venezolano, sacando a la mayoría de los dirigentes de la oposición del escenario político. Ya no aparecen en los pocos programas de radio y televisión donde los invitan, los productores saben que su presencia disminuye los márgenes de audiencia. Perdieron la credibilidad, los que se quedaron son un fraude lleno de mentiras como Henry Ramos Allup, y el caso de Eduardo Fernández, jugando la candelita no le inspira confianza ni al propio hijo.
El maquiavelismo pragmático de este ex copeyano lo hace trazar estrategias desactualizadas, como aquella de apoyar a Henri Falcón, sabiendo que perdería para luego aparecer él diciendo "yo soy la solución, repitamos las elecciones conmigo de candidato y seguro que ganamos". Maduro los conoce a todos y nunca les tuvo miedo, ellos por el contrario si le respetan, por eso se marcharon al exterior para desde allá gritar y hacer oposición al estilo de guapos de barrio, de lejitos sin acercarse al oponente. Indudablemente que la cercanía con Hugo Chávez, le dieron los conocimientos y las herramientas necesarias para dirigir a cabalidad los destinos del país.
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