En el marco del debate propiciado por el IV Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y con el ánimo de ofrecer un aporte militante, me he dado a la tarea de analizar los documentos que ha elaborado la Comisión Nacional Organizadora del referido congreso a fin de elevar a la consideración de la militancia convocada al debate propuestas animadas por el afán de que enrumbemos nuestro partido por la ruta del socialismo científico en lugar de rutas pragmáticas, de mercado o revisionistas que, lejos de acercarnos al socialismo como proyecto concreto nos puedan alejar de él.
A propósito de esto, el Documento titulado POR EL TRIUNFO DE LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO BOLIVARIANO (PAPEL DE TRABAJO), publicado en el Boletín Nº 116 del PSUV, dedicado a su IV Congreso, entre las tareas fundamentales señaladas para la etapa actual de la revolución, figura en el documento con el número 3, Construcción del Nuevo Modelo Económico-Productivo Socialista como Garantía de la Igualdad Social. No obstante, se observa que podría estarse anteponiendo el orden de operacionalización de la política a desplegar para lograrlo, privilegiando el "desarrollo de las fuerzas productivas" y subordinando la transformación de las relaciones de producción. Así se nos plantea en el documento:
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) define como tarea central para la consolidación del Socialismo Bolivariano la construcción de sus bases materiales, a partir de la cual avanzar en la estabilización, el crecimiento y la prosperidad del país; tarea para cuya consecución resulta fundamental el desarrollo de las fuerzas productivas de la Nación.
En tal sentido, continuará impulsando, junto al Gobierno Bolivariano, la concepción de desarrollo contenida en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, de manera firme e inalterable, poniendo especial interés en emprender los cambios estructurales orientados a profundizar en materia de innovación científico-técnica, como herramienta principal para elevar la eficacia de la producción, con énfasis en los bienes de primera necesidad y la optimización en la prestación de los servicios públicos.
Ahora bien, al remitirnos a la teoría científica socialista verificamos que al hablar de "bases materiales" se hace referencia tanto a los elementos del proceso de trabajo, es decir la fuerza de trabajo y los medios de producción (recursos de la naturaleza y medios de trabajo), como a las relaciones de producción; todo ello forma la base material de la sociedad, y de ellos la combinación de "fuerza de trabajo" y "medios de producción" es lo que se conoce como "fuerzas productivas". Pero pasa que las relaciones de producción son fundamentales para que las fuerzas productivas (fuerza de trabajo, materia prima y medios de trabajo) se desarrollen o se estanquen.
El marxismo explica que las relaciones de producción en un momento determinado entran en contradicción con el desarrollo de las fuerzas productivas, convirtiéndose en una traba a dicho desarrollo, y provocando crisis revolucionarias que dan paso a nuevas etapas histórico-sociales en las que nuevas relaciones de producción suplantan a las viejas, destrabando así o liberando las fuerzas productivas del freno que les impedían seguir desarrollándose, hasta que esas nuevas relaciones van alcanzando sus límites (van haciéndose viejas, caducando) y entran en contradicción nuevamente con el desarrollo de las fuerzas productivas.
Es así como se explica que desde las entrañas de la sociedad gentilicia surgieran las contradicciones que fraguaron el surgimiento de las relaciones esclavistas de producción y éstas suplantaran a aquellas, provocando el cambio en toda la formación socioeconómica, tal como ocurrió en el seno de la sociedad esclavista para que se abrieran paso las relaciones feudales de producción, y tal como ocurrió en el seno de la sociedad feudal para que surgieran las relaciones capitalistas de producción para sustituir a las relaciones feudales, liberando como nunca antes el desarrollo de las fuerzas productivas.
Y es así como el marxismo ha demostrado, desde tiempo de Marx hasta nuestros días, que las relaciones capitalistas de producción ya caducaron y hoy son una traba al desarrollo de las fuerzas productivas, razón por la cual, la forma en que esta formulada la citada línea política en los documentos del IV Congreso del PSUV adolece de rigor teórico, a menos que se parte de la premisa de que en las condiciones periféricas y dependientes del capitalismo venezolano aún no hemos agotado todas las posibilidades de desarrollo de las fuerzas productivas a lo interno del país, cosa que la realidad histórica de toda América Latina contradice.
En virtud de lo expuesto se propone una modificación al texto a fin de poner el planteamiento en consonancia con la doctrina del partido en materia de economía política, de la forma siguiente:
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) define como tarea central para la consolidación del Socialismo Bolivariano la construcción de sus bases materiales, a partir de la cual avanzar en la estabilización, el crecimiento y la prosperidad del país; tarea para cuya consecución resulta fundamental la expansión de las relaciones productivas socialistas y el desarrollo de las fuerzas productivas de la Nación.
En tal sentido, continuará impulsando, junto al Gobierno Bolivariano, la concepción de desarrollo contenida en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, de manera firme e inalterable, poniendo especial interés en emprender los cambios estructurales orientados a profundizar en materia de impulso a las formas de propiedad social y de innovación científico-técnica, como herramientas principales para elevar la eficacia de la producción, con énfasis en los bienes de primera necesidad y la optimización en la prestación de los servicios públicos.
Así redactado, de una forma similar, queda enfatizada la línea política de invertir en la modernización de los medios de trabajo, pero dejando claro que sin sustituir las caducas relaciones productivas socialistas no será posible que las fuerzas productivas se desarrollen en la dirección que requiere el rumbo socialista de la sociedad.
Este punto es de vital importancia porque, tal como está formulada en los documentos la tarea concreta que se deriva de esa línea política es financiarle a la burguesía la modernización de sus bienes de capital, es decir, convertir el esfuerzo financiero de toda la nación en capital privado, y ya en Venezuela sabemos bastante bien que hace la burguesía contra el pueblo con el capital que forma con ayuda del Estado. Con la modificación propuesta, la tarea derivada de la línea política sería invertir en dotar principalmente a empresas públicas y de propiedad comunal (directa e indirecta) del equipamiento productivo necesario para elevar la producción nacional, por supuesto sin obviar a la empresa privada, solo que no sería la principal y primera opción.
¿Cuál era la opinión de Chávez? Al respecto el Comandante Hugo Chávez, Líder Eterno y Presidente Fundador del Partido, tomando una frase del Che, según la cual "No se puede construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo", enfatizando el comandante que "no se puede compañeros, no seamos tercos, no se puede"; y precisamente las armas más melladas del capitalismo son sus relaciones de producción, caducas desde mediados del siglo XIX.