"Para tener Plena Soberanía, los venezolanos deberemos primero que todo tener Soberanía Alimentaria y esto pasa por producir todos los alimentos que consumimos, o por lo menos la inmensa mayoría de éstos. Tenemos que superar esta agricultura de puertos, que hemos heredado, debido en parte a la dependencia de la renta petrolera."
¡Claro que tenemos una salida!
No existe la menor duda. Con este gobierno Venezuela ha quedado tan destrozada, que actualmente no cuenta con capacidad, literalmente hablando, para producir de manera independiente ni siquiera un jabón de tocador, pues los más elementales bienes de consumo o de producción son fabricados por empresas transnacionales, o bajo el dominio de sus patentes, siendo nuestra independencia y soberanía industrial, alimentaria y tecnológica, prácticamente inexistentes en la actualidad.
Vivimos momentos definitorios para nuestro futuro. Es indispensable impulsar el desarrollo armónico de una Venezuela moderna y productiva, pero debe ser mediante la búsqueda de soluciones anticapitalistas, a través de la lucha democrática del pueblo, pues está plenamente demostrado que dentro del capitalismo la destrucción del planeta es un acontecimiento absolutamente irreversible. Dentro del capitalismo no podremos eliminar la corrupción ni la enorme cantidad de consecuencias negativas que ella genera: las guerras, la destrucción de los recursos naturales, el hambre, la escasez, el despilfarro, el acaparamiento, la especulación, etc., son los motores principales de todas las calamidades que sufre la humanidad y nuestro país es desgraciadamente uno de los más dramáticos ejemplos. Bendecido por la mano de Dios con las más grandes reservas petroleras del planeta, con inmensas cantidades de valiosos minerales industriales y preciosos, abundantes fuentes de aguas cristalinas, superficiales y subterráneas, extensas tierras fértiles, hermosos, variados y calmados climas, selvas, mares, playas, gente hermosa, hospitalaria, alegre y paremos de contar tanta belleza.
Pero desafortunadamente no hemos contado, salvo muy pocas excepciones, con una clase dirigente digna de tantas bondades que nos ha proporcionado la naturaleza y eso se debe sin duda, a la ambición y el egoísmo exacerbados por el capitalismo. La clase dirigente venezolana, desde que se encontró el petróleo en nuestro país, hace cien años, se acostumbró a depender de la renta petrolera y esa dependencia desestimuló el desarrollo de la capacidad productiva, convirtiéndose Venezuela en un país netamente importador de todo cuanto se requería. Esa es la razón principal de nuestra casi nula capacidad productiva.
Pero Venezuela no se acaba. Todavía nos podemos recuperar, pero para lograrlo, debemos desarrollar las fuerzas productivas, superar el rentismo y orientarnos definitivamente hacia la construcción de una nueva sociedad, basada en la lógica del trabajo, y la actividad productiva, con el fin de satisfacer las necesidades de toda la población, para lo cual contamos con ingentes recursos. A esto le podremos poner el nombre que queramos. Yo lo denominaría "el verdadero socialismo".
Solamente "el verdadero socialismo" podrá desarrollar las condiciones espirituales y las habilidades físicas, para construir una sociedad realmente democrática y de justicia social.
Solamente "el verdadero socialismo" podrá impulsar la reactivación del aparato productivo para elaborar con eficiencia y justicia los bienes y servicios suficientes para todos los ciudadanos.
Solamente el verdadero socialismo podrá hacer de Venezuela una potencia cultural, científica y tecnológica.
Solamente el verdadero socialismo podrá acabar con la guerra económica organizada por las fuerzas del capitalismo nacional e internacional. Solamente el verdadero socialismo podrá derrotar la corrupción y sus terribles consecuencias en todo el planeta.
Solamente el verdadero socialismo podrá ayudarnos a rescatar a los médicos, enfermeras, ingenieros, técnicos y en general, jóvenes venezolanos que se han ido y se siguen yendo de Venezuela, deslumbrados por el espejismo capitalista que les promete hallar en un país extraño la felicidad anhelada, pero lo que consiguen es humillación y explotación. Lo más sensato, lógico y racional, ha debido ser resistir y luchar democráticamente en su país rico y maravilloso, hasta despertar junto a su pueblo cuando él despierte.
No todo está perdido. Aprendamos de la escasez. Reclamemos el poder que nos corresponde como pueblo soberano. Poder que nos ha sido usurpado por una cúpula irrespetuosa. Poder que necesitamos recuperar para decidir nuestro futuro. Cuánta falta nos hace Hugo Chávez, pero no perdamos las esperanzas, un buen guía surgirá de esta realidad actual.
¡Solamente el verdadero socialismo nos traerá la paz!
Para superar la inmensa crisis que azota actualmente a Venezuela se requiere además, que elijamos urgentemente un Gobierno Colectivo y Responsable, llámese Junta de Gobierno, Gabinete Ejecutivo, Grupo Presidencial, etc., constituido por cuatro o cinco miembros, que respete rigurosamente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que sea elegido nominalmente, pero que además esté controlado o supervisado por un Poder Popular unido, organizado y consciente, que haga valer la Contraloría Social, la Auditoría Pública con participación Ciudadana, de todas las instituciones del Estado, para hacer un Balance General y saber la verdad verdadera de la situación actual de Venezuela. Que tenga el control de todos los medios públicos de comunicación e información que pertenecen al pueblo y nó al gobierno de turno.
Para lograr estos objetivos se requiere además la unión y la solidaridad de todos los venezolanos que vivimos honestamente de nuestro trabajo, pues es una ingenuidad esperar la colaboración de quienes actualmente disfrutan de odiosos privilegios dentro del gobierno.
¡No hay otra vía pacífica y constitucional para superar esta crisis profunda y estructural que estamos viviendo en Venezuela!
El nuevo Gobierno Colectivo y Responsable, debe impulsar ante todo, un verdadero Proyecto Agrícola y Alimentario Nacional, moderno y bien coordinado. Afortunadamente contamos para este proyecto con los recursos económicos, humanos, geográficos, hídricos, climáticos, etc. y además tenemos urgentes y grandes necesidades de producir todo tipo de alimentos.
Solo falta el apoyo contundente del Estado, que tiene la capacidad técnica y humana para impulsarlo, construyendo y facilitando la infraestructura necesaria (pozos, lagunas, vialidad rural, electrificación, sistemas de riego, etc.), subvencionando y facilitando la adquisición de maquinaria y equipos modernos que permitirán a corto y mediano plazo alcanzar los primeros resultados positivos.
El Proyecto Agrícola Nacional, además de desarrollar la Agroindustria y la Agricoindustria, dinamizará totalmente, en un mediano plazo, el resto de la economía venezolana, generando millones de empleos bien remunerados, al mismo tiempo que mejorará la calidad de vida del pueblo venezolano, aumentará la capacitación laboral, (sin la tal chamba juvenil) y en consecuencia, el empleo para muchos jóvenes venezolanos que hoy están abandonando el país en busca de trabajo y mejores condiciones de vida.
Nuevamente invito a visitar, conocer, discutir y divulgar UNA PROPUESTA AGRICOLA NACIONAL, que de someterse a un debate público, podría generar muchas ideas adicionales, que nos permitirían diseñar ese hermoso Proyecto Agrícola Nacional, con miles de Unidades de Producción, viviendas, centros de salud, centros educativos, deportivos, clubes sociales, centros de acopio y de venta alimentos a precios sin competencia, verdaderamente socialistas, sin comerciantes, sin intermediarios, sin especuladores, sin claps, sin carnet de la patria, sin corrupción, sin Ley de Promoción y Protección a la Inversión Extranjera, sin Zonas Económicas Especiales, sin exoneración de impuestos a las empresas petroleras, etc.
El Estado, con todas sus instituciones, PDVSA, FANB, CVG, PDVSA Agrícola, INCES, las Misiones, las universidades, escuelas técnicas, liceos, los trabajadores, la juventud y el pueblo en general, se deben involucrar beneficiar y ser partícipes de de la construcción de una nueva Venezuela para los tiempos por venir:
http://propuestaagricolanacional.blogspot.com/
Me consta que existen otras propuestas similares de venezolanos interesados en tener un país mejor. Juntos podremos mejorarlas. En el país existen muchísimas personas convencidas, capaces y dispuestas a formar parte de un proyecto agrícola moderno y ecológico como el que estamos comentando. Deseosas de colaborar con la modernización y tecnificación del sector rural venezolano. Desde el pueblo pueden surgir los mejores planteamientos para generar políticas y así ir transformando nuestro modelo de producción para dejar en segundo plano el modelo rentista.
Además del Proyecto Agrícola y Alimentario Nacional, a nuestro entender, deberíamos contar con un modelo económico que básicamente tendría tres niveles:
1. Pequeñas Empresas Privadas: Se ocuparán de producir bienes y servicios que no sean esenciales, como industrias caseras, productores artesanales, pequeños restaurantes familiares, pequeños talleres de reparación y mantenimiento, salones de belleza, grupos artísticos, etc. Deben estar inscritos legalmente, deberán dar factura a los clientes y llevar una contabilidad organizada, pero no pagarán trámites burocráticos ni impuestos. Se debe fijar un límite al volumen de ventas, al capital y al número de empleados. Si se sobrepasa alguno de esos límites, deberá optar entre mantenerse como Pequeña Empresa Privada, o convertirse en una Empresa Comunal Socialista. El gobierno les brindará el apoyo y la orientación para su adecuado funcionamiento.
2. Empresas Comunales Socialistas: Es un derecho básico del pueblo trabajador, tener la propiedad de una empresa y administrarla de manera mancomunada. La agricultura, la industria, la banca, el comercio, el transporte, ciertos servicios, etc., deberían estar organizados en Empresas Comunales Socialistas, que podrían a su vez conformar redes regionales y nacionales, dependiendo de la conveniencia de las comunidades. Estas Empresas Comunales Socialistas serán de diferentes tamaños, dependiendo del número de afiliados, la actividad que desarrollen, la conveniencia y la capacidad de la comunidad. Pueden establecerse en cualquier parte del territorio venezolano, dependiendo de su vocación y potencialidades. Los gobiernos municipales, regionales, o el gobierno nacional, NO deben tener participación económica ni administrativa en dichas empresas. Tales empresas producirían los principales bienes y servicios que requiere la población y constituirían el eje central de la economía del país.
3. Empresas Estratégicas Socialistas: Existen actividades económicas, que por su complejidad, envergadura, importancia nacional, etc., como por ejemplo: la alimentación, el comercio exterior, la salud, las telecomunicaciones, la actividad petrolera, la minería, la banca nacional, la energía eléctrica, el agua potable, el transporte nacional, deben ser asumidas por Empresas Estratégicas Socialistas, con una administración central, gestionadas mediante Consejos Administrativos Autónomos. Rigurosamente auditadas, con altos niveles de eficiencia, tecnología, ética, idoneidad, honestidad y rendimiento en todos los niveles.
Como se puede comprender, dentro de este modelo económico, la sociedad en general gozará de múltiples beneficios, como son los de tener unos precios muy bajos en los artículos de consumo y servicios; no deberá haber inflación, lo cual facilitará una mejor y más equitativa distribución de la riqueza ya que no existe el ánimo de lucro que motiva a las empresas capitalistas y además, se estimulará el espíritu comunitario y solidario propios del socialismo. Por otra parte, todos los recursos naturales, los servicios públicos y las Empresas Socialistas pertenecerán colectivamente a la población. Los gobiernos locales, regionales y el gobierno nacional estarán obligados a colaborar con ellas en procura de su mejor desempeño, facilitar cursos de capacitación de su personal e importación de insumos, equipos y herramientas que requieran, vigilar que todas ellas sean administradas con la mayor pulcritud, respetando la naturaleza y cumpliendo las normas legales vigentes, los requisitos sanitarios, el pago puntual de los impuestos, etc. Estas empresas no podrán ser vendidas a inversionistas privados nacionales ni extranjeros por ningún motivo. No podrán ser privatizadas.
Tenemos que cambiar todo lo que debe ser cambiado. No podemos cansarnos, el que se cansa pierde y esta revolución no la podemos perder. Por nosotros y por nuestros hijos deberemos luchar por lo que inició nuestro Comandante Chávez.
¡Lo demás será más fácil!