Bajo la filosofía neoliberal que compartía y promovía la cúpula de la vieja PDVSA, Venezuela perdió miles de millones de dólares y posibilidades reales de crecimiento y desarrollo por la entrega a terceros de la actividad medular de la industria petrolera nacional. Bajo el eufemismo del outsourcing, para no decir privatización, se entregó a la administración del Departamento de Estado norteamericano toda la información operacional y estratégica de la industria. INTESA, un consorcio creado por PDVSA con la transnacional Science Applications International Corporation, tenía el control sobre nuestras reservas, información geológica, manejo de volúmenes, y sistemas automatizados de operaciones, lo cual sirvió para sabotear las operaciones de la industria en diciembre del 2002.
Así mismo, mediante los convenios operativos se privatizaron más de 500 mil barriles diarios de producción que fueron entregados a empresas privadas, nacionales e internacionales, bajo supuestos contratos de servicios. Esta modalidad de contratos de servicios fue ideada para evadir los controles del estado sobre las actividades primarias del negocio petrolero, haciendo ver que sólo eran contratos sobre actividades conexas a la industria y no sobre actividades medulares. Sin embargo, el campo Boscán en el estado Zulia fue entregado por una adjudicación directa bajo esta modalidad de convenios operativos, alegando que era marginal produciendo 80 mil barriles diarios. Además, se pagaban incentivos a las empresas por garantizar una producción de hidrocarburos siendo la producción una actividad medular y no conexa de la industria. Eran contratos más perniciosos que las extintas concesiones petroleras, porque estas empresas ni siquiera pagaban impuestos ni regalías al estado venezolano, esos impuestos los pagaba PDVSA, es decir, el mismo estado se pagaba sus impuestos mientras daba bonos a los privados por sacar nuestros hidrocarburos. La producción de esos 500 mil barriles privatizados por esta modalidad le costaban al país 4 mil millones de dólares al año, mucho más que nuestro actual presupuesto de inversiones en exploración, por ejemplo. El costo para producir un barril con los convenios operativos era de 20 dólares, mientras que por esfuerzo propio era de 4 dólares por barril: Una verdadera sangría. El profesor Carlos Mendoza Potellá denunciaba ésta entrega sin oídos que atendieran tal situación.
No existía en PDVSA, ni en el ministerio, ni en los archivos del extinto congreso, copia de estos lesivos contratos firmados de espalda al pueblo. Fue necesario presionar a las empresas transnacionales y nacionales para que facilitaran las copias de tal nefasta entrega. En enero del 2006, se migraron todos los convenios operativos a empresas mixtas, donde el estado a través de PDVSA tiene una mayoría accionaria del 60%, que permite regular y administrar el máximo aprovechamiento de nuestros recursos. No se entregan campos ni pozos a ninguna empresa, ni se pagan incentivos por producir lo que nos pertenece. Toda empresa mixta paga impuestos y regalías, y el estado se reserva el derecho de explotar el recurso como considere conveniente.
Hoy, a 12 años de derrotar la nefasta apertura petrolera, su modelo de outsourcings y convenios operativos, las trabajadoras y trabajadores de PDVSA militamos con la consolidación de nuestra soberanía petrolera. Desde el seno de la industria defendemos la política petrolera de nuestro comandante Chávez, la política de Plena Soberanía Petrolera que se ha traducido en salud, viviendas, seguridad alimentaria, y crecimientos económico y social para nuestro pueblo. No negociamos el derecho inalienable del pueblo venezolano de aprovechar y administrar nuestros recursos naturales sin tutelajes ni imposiciones imperiales.
¡Patria Socialista!
¡Venceremos!
"Avanzar hacia el Socialismo del siglo XXI supone un esfuerzo verdaderamente titánico para impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales, comenzando por la potenciación del factor trabajo, que no es otra cosa que la potenciación de la capacidad creadora de todo nuestro pueblo, de su nutrición, de su educación, de su conocimiento, de su consciencia, expresada en un nuevo sistema de valores, en una nueva ética social"
Ali Rodríguez Araque
El Proceso de Privatización Petrolera en Venezuela, 3era Edición, 2012.
30/10/2018