La explotación de hidrocarburos implica extraer un recurso natural no renovable contenido en el subsuelo, en yacimientos que pueden alcanzar 2, 3 y hasta 4 km de profundidad. Condición ésta que imprime al negocio petrolero un carácter profundamente tecnológico, científico, y que demanda un riguroso y multidisciplinario uso de conocimientos técnicos especializados. El conocimiento geocientífico que aportan las disciplinas de geología, geoquímica y geofísica no queda restringido a la exploración del recurso: su aplicación permanente en la perforación, extracción y estudios de los yacimientos son demandados para garantizar el optimo aprovechamiento de los recursos, entendiendo que la producción de hidrocarburos no es sólo cuestión de pozos que alcanzan acumulaciones de crudo en el subsuelo, sino una sensible relación energética entre condiciones de yacimientos y superficie, que se debe optimizar para garantizar el levantamiento de crudo y gas maximizando la vida de los yacimientos y el factor de recobro, en pro de valorizar de las reservas contenidas en las cuencas.

La recuperación de la producción de hidrocarburos ni es un enigma sin soluciones, ni un inédito problema para la industria petrolera mundial y mucho menos para la nuestra. Es un reto que demanda conocimiento de nuestras cuencas petrolíferas, evaluación de las condiciones de nuestros yacimientos, dominio de la mecánica de los pozos, los mecanismos de producción y las facilidades de superficie, planificación técnica-económica de la recuperación y el aprovechamiento de la producción, todo desde una visión multidisciplinaria del problema con desarrollo multidimensional de soluciones, guiados por la experiencia de exitosos esquemas ya probados internacionalmente y normados en PDVSA.

Desde las victorias tempranas que pueden incorporar prontamente barriles diarios a las estaciones de flujo, hasta la recuperación sostenible de la producción en la industria petrolera, se hace imprescindible la consolidación de equipos de trabajos integrales y multidisciplinarios, bajo la dirección de la vicepresidencia de E&P (donde reside el talento humano y las unidades del negocio con competencias técnicas y administrativas en la materia), con un marcado liderazgo signado por la experiencia capaz de priorizar entre cuencas, áreas, campos, condiciones de yacimientos y producción, factibilidades económicas y mejores beneficios para la nación. Esta PDVSA ha ganado experiencia en la materia, no es la PDVSA que el imperio y la meritocracia petrolera saboteó en el 2002, es la PDVSA que se levantó de las peores condiciones operacionales y fue capaz de llevar su producción a más de 3.3 millones de B/D con 20.000 técnicos y profesionales petroleros menos. Una PDVSA que ha mantenido la producción necesaria para construir CDI, viviendas, ferrocarriles, universidades, colegios y hospitales, para traer dignidad al pueblo de Bolívar.

Como lo indicara el camarada Alí Rodríguez, éste es un reto para los venezolanos, para la clase trabajadora petrolera patriota que dentro y fuera de PDVSA clama por ser parte de la solución, orientados por una estrategia totalizante e integradora que vea las cuencas de Maracaibo, Barina-Apure, Oriente, Costa Afuera, La Faja, y que convoque a hacer lo que sabemos hacer: caracterizar nuestros yacimientos, optimizar la productividad y arquitectura de nuestros pozos, así como sostener y mejorar nuestras condiciones de producción, almacenamiento y distribución. Todo esto desde el sentir patriota y revolucionario que ha hecho de la PDVSA de Chávez la más rentable industria petrolera nacional en más de 100 años de explotación petrolera.

¡Patria Socialista!

¡Venceremos!

"El negocio petrolero es esencialmente tecnológico"

Juan Pablo Pérez Alfonzo

20/07/2018

Por el Frente de Trabajadoras y Trabajadores Socialistas (FTTSI)

FTTSI@yahoo.com

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