En los años ochenta, un movimiento militar clandestino de autodenominada ideología bolivariana, pero de ascendencia de izquierda, construyó una doctrina cuyo objetivo era el de acabar con la desigualdad, la pobreza y la llamada dominación oligárquica, en Venezuela. Hasta ahora, no se ha discutido la veracidad del liderazgo original de Hugo Chávez sobre este grupo, sin embargo, formalmente se le atribuye a éste el hecho que la Revolución Bolivariana tenga o tuviera, en su momento más próspero, un discurso sustentado en en el llamado árbol de las tres raíces, que recoge el pensamiento y acción de tres grandes hombres venezolanos: Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora. Al analizar las causas de la debacle económica, derivada, sin lugar a dudas, de la corrupción excepcionalmente extendida en el gobierno, considero útil entenderla a través de tres elementos socio-políticos fundamentales, tres amargas raíces de este árbol de demolición nacional, que son: (1) El Partido Socialista Unido de Venezuela ("El Partido"), (2) La burocracia paracaidista que oportunamente ocupa el poder institucional por nexos familiares, sociales, personales y en algunos pocos casos por afinidad ideológica con el "El Partido"(le llamaremos: "La Burocracia") y (3) Las Fuerzas Armadas que ingresan al poder y participación política no de forma natural sino forzada por una única tendencia dominante filtrada a través de "El Partido" como mecanismo de ingreso a "La Burocracia" civico-militar, a esta tercera raíz la llamaremos "La Fuerza Armada". La ideología, honestamente, no juega ningún papel acá a lo interno de estas tres amargas raíces, la ideología no tiene más que un papel emotivo de cara al exterior, bien sea nacional o internacional, nada más. No nos engañemos adjudicando a la ideología socialista algún papel relevante en la debacle económica del país, veremos que no lo tiene. La ideología ha sido únicamente el vestido con el cual (1) Partido, (2) Burocracia y (3) Fuerza Armada han disfrazado sus actuaciones, en todos los casos, con fines crematísticos. Lo han hecho así, porque simplemente, era necesario, nada más, pragmatismo absoluto. No se puede asumir el gobierno de un país, por vía democrática (como sucedió en Venezuela, en 1998) sin un discurso político-ideológico definido. Un discurso que en lo nacional tenía suficiente con el ideario bolivariano, pero en lo internacional la imagen de Bolívar no era suficiente. Por lo tanto, se recurrió al ideario socialista para ganar adhesiones internacionales, ese es todo el papel de la ideología en este desfalco a Venezuela, un disfraz, un barniz, una música de fondo con la que ponernos a danzar a todos los venezolanos, discutiendo sobre capitalismo y socialismo mientras se saqueaban las arcas públicas y nosotros mirando a otra parte, discutiendo entre hermanos, entre familiares entre amigos, entre parejas. Muchos venezolanos honrados de ideal socialista cayeron en la farsa de esta comparsa, otros se retiraron al descubrir la trampa y otros apenas nos vamos dando cuenta, con toda claridad, de esta gran estafa al pueblo venezolano.
Primera Raíz Amarga: El Partido
Es importante recordar cómo y por qué fue creado el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, "El Partido"). En 2007, el entonces presidente Hugo Chávez lo crea para fusionar, bajo un partido único de la Revolución bolivariana, a todos los partidos históricos de la izquierda venezolana que, con ideologías similares pero variadas, con historias y referencias ideológicas distintas, habían venido apoyando a lo que hasta ese momento sólo se asociaba con el ideal bolivariano y nacionalista, nada más. Recordemos que, en reiteradas ocasiones, antes del 2007, el expresidente Hugo Chávez negó tener ideología socialista, esto es un hecho público y notorio, sea que haya dicho la verdad o haya mentido, Hugo Chávez nunca antes de la creación de "El Partido" había declarado que su revolución fuese o tuviese alguna ideología socialista (el tema de si era un plan preconcebido o no, escapa al alcance de este escritor, por ahora…) Para llegar al poder en 1998, el discurso empleado por el grupo de partidos, factores económicos y políticos, en general, que apoyaron a Hugo Chávez no era para nada izquierdista. El discurso era frontalmente nacionalista y de un encendido verbo anticorrupción (¡Qué curioso!).
Pero éste partido lejos asimilarse a un partido de estructura comunista convencional, realmente era un partido con una estructura mucho más centralista, mega-centralizada, monolítica y unipersonal, centrada en Hugo Chávez, de hecho, hoy, el ícono del PSUV es, nada más y nada menos, que los ojos de Hugo Chávez. Un partido que tiene de Socialista lo que Hugo Chávez tenga o no tenga de socialista y tiene de bolivariano al Simón Bolívar de Hugo Chávez, al Simón Bolívar reconstruido por el estudio antropológico forense realizado por centros universitarios europeos con financiamiento del gobierno venezolano, bajo supervisión directa y personal de Hugo Chávez. El Partido es, básicamente, un aparato electoralista y de movimiento psico-emotivo de las masas para actos públicos y elecciones, con una ideología moldeable según las oscilaciones del discurso del expresidente Hugo Chávez, eso es, El Partido, desde su dimensión menos perversa. Sin embargo, no es ni la única ni la más importante en la práctica de gobierno de Hugo Chávez y, luego, de Diosdado Cabello (acá podríamos abrir una nueva línea de debate pero, nuevamente, escapa del interés del escritor, por ahora…)
Por tiempo y espacio, vamos a ir directo a la dimensión más practica y concreta de El Partido dentro del tronco del árbol de corrupción y saqueo alimentado por estas tres amargas raíces. Para ello vamos a recordar un poco de historia y a un importante personaje: Norberto Ceresole. Norberto Ceresole nació en Buenos Aires en agosto de 1943 y murió en mayo de 2003, fue un sociólogo y politólogo, que se identificó con el peronismo, y tenía una particular idea acerca del rol de las milicias izquierdistas (cívico-militares) en los gobiernos "revolucionarios". A lo largo de su vida fue acusado de ser neofascista y antisemita debido a su negacionismo del Holocausto Judio y, en general, fue una voz influyente entre algunos grupos de oficiales militares nacionalistas de derecha a través de Sudamérica y, muy particularmente, en Hugo Chávez. En 1987, Ceresole participó como consejero de los cabecillas de la rebelión «carapintada» liderada por el militar de derecha Aldo Rico en contra el presidente argentino Alfonsín. Pero, en lo que nos ocupa en este momento, toca decir que fue a través de Raúl de Sagastizábal que Hugo Chávez conoce a Norberto Ceresole. Como Presidente del CEAM, "Centro de Estudios Argentina en el Mundo", Sagastizábal viaja a Caracas a fines de marzo de 1995, para regresar en compañía del entonces Teniente Coronel Hugo Chávez y sus colaboradores, Coronel Luis Dávila y Dr. Manuel Quijada, y compartir con ellos una serie de eventos conmemorativos del Decimotercer Aniversario de la Recuperación de Malvinas por lo que establecieron una relación de amistad personal y es entonces, en Buenos Aires, en 1995 cuando le presenta a Norberto Ceresole. Luego de conversar con Ceresole en Buenos Aires, Chávez decidió invitarlo a Caracas. En los últimos años de vida de Ceresole asesoró al expresidente Hugo Chávez, se puede decir que se convirtió en el mentor ideológico de Chávez en los primeros años de su gobierno, antes de crearse El Partido. Pero ¿qué fue lo que pudo haber enseñado Norberto Ceresole a Hugo Chávez? ¿Cómo saber que realmente influyó en nuestro expresidente? La respuesta es sencilla, conociendo los postulados básicos del pensamiento de Ceresole y viendo el comportamiento de Hugo Chávez, en la práctica y construcción de El Partido.
En primer lugar, Ceresole consideraba que la tecnología militar es el impulso de la innovación científica nacional y el motor del desarrollo tecnológico, industrial y social de una nación en su conjunto (primer punto para Ceresole dentro del accionar posterior de Hugo Chávez). En segundo lugar, tiene un pensamiento geopolítico de corte nacionalista popular (segundo punto). En tercer lugar, Ceresole creía en la existencia de un frente de poder mundial anglo-norteamericano cuyo núcleo es el "lobby judío" residente en Estados Unidos. Con razón o no, esta idea caló profundamente en Hugo Chávez quien llegó a maldecir públicamente a Israel en varias ocasiones (repito, no juzgo la validez o no de las ideas de Ceresole, me limito a evidenciar su impacto en el pensamiento de Hugo Chávez). Por último, Ceresole niega a Marx en cuanto a su concepción de la relación entre opresores y oprimidos, por el contrario, sobrepone el contenido racial de la relación opresores-oprimidos, introduciendo el concepto de "revoluciones raciales no asumidas", es decir, resalta como fundamental a la conciencia racial y a las fuentes martirológicas religiosas ―en particular cristianas y chiitas―, como único motor de liberación del oprimido, nuevamente, está muy claro que esto caló profundamente en Hugo Chávez quien hablaba de una revolución Socialista-Cristiana (pero jamás "socialcristiana") en hermandad con los pueblos chiitas ("árabes"), eso es evidente y la historia reciente recoge perfectamente esa actuación y pensamiento de Hugo Chávez.
Entonces, El Partido que crea Hugo Chávez en 2007 ¿tiene alguna influencia de Ceresole? Veamos, para Chávez son fundamentales en la "ideología" de El Partido-PSUV las tergiversadas personalidades de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, a quienes por arte de una especie de "sincretismo político" adjudica ideas y pensamientos completamente asimilados a las doctrinas de Ceresole, su primer mentor ideológico-político, cuando iniciaba su primer gobierno constitucional, en Venezuela (1999-2003). Empecemos por Simón Bolívar. Los cuadros, pinturas e imágenes de Simón Bolívar como un hombre bien educado y de rasgos europeos, era incomoda para Chávez, había que "re-dibujar" a Simón Bolívar y se llega al colmo de hacer esto, literalmente. Se nos impone una nueva imagen de Bolívar con rasgos mucho más mestizos, rasgos muy diferentes a los que evidencian las pinturas que se hicieron de él en vida ¿Por qué? Retornémos a la idea de Ceresole y veremos que, dentro de sus ideas, es fundamental la conciencia racial como único motor de liberación del oprimido, esto puede o no ser válido, pero ésta es nuestra primera y muy clara coincidencia entre Chávez y su mentor Ceresole. Esto no es para nada Marxista, al contrario, es una idea con trazas un tanto neo-fascistas o neo-nazis, no digo que Hugo Chávez lo fuera, pero es claro que, en este particular, asumió las ideas de Ceresole o coincidió con ellas, transformando a Simón Bolívar en un mestizo mucho más parecido a la mayor parte de los venezolanos y así buscaba dar a la "ideología" de su revolución un componente racial evidente, un componente racial de lucha entre oprimidos y opresores según el color de piel, raza o etnia (algo que decía, tal cual, Norberto Ceresole) No hace mucho tiempo, un alto funcionario del gobierno dijo, por ejemplo, que los que emigraban eran los "blancos de ojos claros" hijos de los ricos ¿casualidades? Se puede decir mucho más del caso de Bolívar, como los mitos dejados entrever por el gobierno acerca de la relación entre Bolívar y la Negra Matea, etc.
Pero sigamos con Ezequiel Zamora, en este caso el sincretismo con la doctrina de Ceresole es menos difícil (es decir, es mucho más fácil asimilar a Zamora en Ceresole). A Zamora también lo pretenden re-dibujar como un mestizo que "odiaba a la oligarquía", una oligarquía que no es solamente adinerada sino también de piel blanca. La guerra federal liderada por Zamora se muestra como una lucha dibujada por el himno federal "Oligarcas Temblad…", pero los oligarcas ahora son los enemigos del pueblo, en el siglo XXI, es decir, se adjetiva como Oligarcas a todo el que se opone al movimiento liderado por El Partido-PSUV cuya única cabeza es Hugo Chávez. Acá la afinidad con Ceresole está en el nacionalismo popular, el sincretismo, obvia el ateísmo de Zamora y la abismal diferencia entre lo que en el himno se llama Oligarquía y lo que Hugo Chávez vendía como tal al pueblo venezolano. Finalmente, a Simón Rodríguez se le asimila como un maestro descalzo, pobre y casi mendigo o hippie. Alguien que no cree en la educación formal, lo que conlleva a crear una idea de que la educación tiene un componente también racial y de clase. Las Universidades Autónomas nacionales comienzan a ser acusadas por Hugo Chávez como "burguesas", enemigas del pueblo y la revolución, sincretismo, nuevamente muy ajustado, muy duro. Todo esto es lo que debe promover El Partido-PSUV, porque los partidos previos tienen mucha historia inconexa con esta nueva historia, esta nueva mitología creada alrededor de la revolución bolivariana.
El Partido, con estas ideas efectistas, aprendidas de Norberto Ceresole pasa a ser la amalgama entre las otras dos amargas raíces del desfalco a Venezuela: La Burocracia y La Fuerza Armada, pero de eso compartiremos en las segunda y tercera parte de estos artículos.