Luego de tres años de "gracia", los servicios públicos en nuestro país parece que comienzan a volver a cobrarse, como ha debido ser siempre y de forma ininterrumpida. Sin embargo, al respecto, es evidente que hay muchas cosas que comentar. El servicio de agua potable ha desmejorado regresivamente en los últimos 23 años de forma alarmante. En regiones como el Zulia nos han llegado a servir aguas "turbias", color tamarindo (por no decir "negras"), a través del sistema publico de Hidrolago, provocando brotes de enfermedades gastrointestinales de moderados a severos, en todo el estado, durante los años 2020-2021, sin respuesta alguna por parte de los responsables de las autoridades sanitarias ni del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas ni de la empresa estatal de aguas, Hidrolago. Al respecto el ex gobernador del Zulia, el socialista Omar Prieto, sólo dijo que teníamos que irnos acostumbrando a esa calidad de agua. El servicio de alumbrado publico ha decaído hasta sumir a las principales capitales de Estados de la República en la completa oscuridad, siendo esta competencia responsabilidad de Corpoelec, según lo establece la Ley Orgánica de Sistema y Servicio Eléctrico (LOSSE). El servicio de telefonía pública, que brindaba con altos niveles de calidad, la empresa publica CANTV, ha desparecido casi por completo. En fin, hasta ahora no estoy diciendo nada nuevo, solo recapitular o dar un contexto a lo que realmente quiero decir, o apuntar a la vista y atención del lector.
En los últimos años hemos tenido inflación, corrupción, des planificación y quizás también sabotajes a los sistemas de servicios públicos, pero la verdad es que todo eso es insignificante al lado del enorme y gigantesco problema que constituye el verdadero meollo del problema de las empresas de servicios públicos en Venezuela que es, y ha sido, especialmente desde los años 2009-2011, la fuga masiva de capitales intelectuales, técnicos y profesionales, a fuga intensiva por omisión y directa acción de las políticas regresivas y antiprofesionales del estado venezolano. Desde el desprecio absoluto de Hugo Chávez por los ingenieros y técnicos de la PDVSA del año 2.002, pasando por el desmantelamiento de las becas "Gran Mariscal de Ayacucho" que se convirtió en una caja chica para viajes a amigos, novias, amantes y allegados al circulo más cerrado del gobierno nacional, la destrucción de los institutos regionales de Ciencia y Tecnología, la prostitución grosera de los antiguos INCE para convertirlos en los antros de trapicheos sucios y hasta asesinatos en que se han convertidos los INCES (caso Carlos Lanz) a nivel nacional, el fracaso de la Misión Ciencia y la degradación del IVIC y la actual quiebra de las Universidades Autónomas más importantes del país, todo esto, deja establecido, a todas luces, el desprecio de los gobiernos de Hugo Chávez (primero) y de Nicolás Maduro (después) por el capital humano con preparación técnica profesional de Venezuela, un desprecio que tiene un tufo muy fuerte a una mal entendida "lucha de clases" y/o resentimiento de clases, que en Venezuela no tiene y ni ha tenido sentido alguno, desde que a partir de los años 60´s del siglo XX, las Universidades Autónomas pasaron a ser gratuitas y de libre acceso, sin distingos de credos, razas o nacionalidades (hoy ya no es así). El desprecio de la clase gobernante pseudo-socialista, que ha regido al país en los últimos 23 años, por las ya inexistentes clases medias venezolanas de profesionales, técnicos, artesanos calificados, ingenieros, administradores, maestros, profesores universitarios, etc; es más que evidente. Pero hoy me vienen a la mente las palabras del Maestro de Galilea que hace 2.000 años dijo "La piedra que los constructores rechazaron, ahora se ha convertido en la piedra principal (Mateo 23:42)". Lo que el gobierno de Hugo Chávez entendió como una piedra en el zapato, un estorbo, una piedra de tranca para la implantación de lo que él entendía como un "modelo socialista", la clase de trabajadores profesionales, la clase de ingenieros altamente calificados y técnicos especializados, que el gobierno de Hugo Chávez, entendía como una piedra en el zapato, como una piedra obstructora y un estorbo, hoy ha venido a resultar que no sólo no era un estorbo sino que la historia ha demostrado que esa clase despreciada por la elite gobernante de los últimos 23 años ha resultado ser la más que necesaria piedra angular, la indispensable piedra principal para la construcción de cualquier proyecto de desarrollo socioeconómico de Venezuela… La piedra que los constructores rechazaron, ahora se ha convertido en la piedra principal.
Sin ingenieros altamente capacitados, sin técnicos especializados, no hay préstamo que valga para recuperar PDVSA, no hay precio del petróleo que sirva para reconstuir la industria, no hay convenio operativo que funcione. El verdadero valor de cualquier empresa son sus profesionales, sin profesionales no hay dinero que valga, no hay convenio operativo que funcione, no hay plan que logre el éxito, no hay proyecto que se sostenga, no hay idea que prospere, no hay honestidad que valga, no hay militares que pongan orden, no hay combate a la corrupción que sirva ni vigilancia que valga, nada se puede hacer sin Ingenieros altamente calificados y técnicos especializados, sin esa piedra que "los constructores del socialismo en Venezuela" despreciaron por "estorbo" nada se puede hacer, todos los planes fracasan, como han fracasado en Corpoelec, PDVSA, la hidráulicas, la Agroindustria, todo fracasa, sin "la piedra principal" que es el capital humano altamente calificada, nada puede funcionar, nada puede salir adelante, solo el conocimiento es valor… Más adelante, en su sermón, el Carpintero de Galilea dice "La piedra que los constructores rechazaron, ahora se ha convertido en la piedra principal… Les digo que a ustedes se les quitará el reino… y se le dará a una nación que produzca el fruto esperado (Mateo 23:42-43)". A los marxistas que lean y ya les este hirviendo la sangre de ira porque tener que leer palabras de Cristo, les digo, es momento de parar de leer, adiós, usted no es capaz de reflexionar y tener un pensamiento crítico, usted es parte del problema y a los que cree que estoy hablando de religión les digo lo mismo, adiós! Deje de leer. Pero a los que siguen conmigo, les digo más, porque luego el sermón del hijo de José y María se pone mejor pues dice "Cualquiera que tropiece con esa piedra se hará pedazos, y la piedra aplastará a quienes les caiga encima (Mateo 23:44)". Hoy el gobierno tropieza con la piedra de los profesores universitarios que estamos en la más absoluta ruina financiera, con los maestros que tienen un salario de miseria, el desprecio, por esta piedra de conocimiento que aún queda en Venezuela ahora entorpece al camino de la burocracia cleptócrata de Miraflores que tropieza de cabeza con esta piedra, que terminará siendo lo que les haga pedazos, no se puede destruir el conocimiento y la clase que le representa legítimamente, dentro de ningún pueblo, sin auto destruirse, no se puede destruir el saber, la ciencia, la ingeniería, la técnica, el saber universitario, sin pagar graves consecuencias, no se puede pretender aplastar a la disidencia intelectual de una país y despreciarla como piedra grava sin terminar haciéndose pedazos. No se pueden pagar sueldos de miseria a los ingenieros de PDVSA, Corpoelec, Hidrolago, CANTV, etc., despreciando sus saberes, sin pagar las consecuencias de una destrucción segura, sin terminar haciéndose pedazos, como se ha hecho pedazos Venezuela. Siempre, el conocimiento termina imponiéndose, lo mejor hubiera sido aliarse con los más calificados del país, con los mas inteligentes, con los más preparados y no despreciarlos y expulsarlos y, con ellos, a todo el conocimiento nacional acumulado por décadas de experiencia en las empresas del estado. "La piedra que los constructores rechazaron, ahora se ha convertido en la piedra principal… Cualquiera que tropiece con esa piedra se hará pedazos, y la piedra aplastará a quienes les caiga encima (Mateo 23:44-45)". El costo de la impericia de los actuales gerentes de las empresas de servicios públicos es demasiado alto, no hay crédito que pueda subsanar los problemas que causan los pésimos gerentes "socialistas" que han puesto los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro al frente de las empresas del estado, no hay precio que pueda comprar el valor del capital humano que Venezuela ha perdido en estos 23 años de destrucción del conocimiento nacional acumulado por décadas. Es curioso que estos "socialistas" no sepan que sólo el conocimiento agrega valor, solo el capital humano aporta valor al "valor". Muy profundo para ustedes, señores del gobierno, lo sé. Lo siento, espero que alguien lea, alguien entenderá, dentro o fuera de Venezuela, alguien entiende, alguien lee, alguien oye y toma nota… y la piedra aplastará a quienes les caiga encima.