Podría sonar exagerado pero lo que mayormente se debate y está en
peligro en Venezuela, no es solamente la convivencia pacífica de ese
país, sino el intento por demoler aquella Conciencia Universal que
devino tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial, y que en un
conjunto de normativas buscaría regular y prevenir que nuevos poderíos
militares inspiraran a un nuevo Hitler apoderarse del mundo.
Si bien la realidad del acontecer de los últimos tiempos denota que no
todo ha resultado tan al pie de la letra como lo establece La Carta de
las Naciones Unidas, por lo menos, mal que bien, ha restringido que
algunas potencias, sobre todo las que se encuentran detrás de la
Crisis de Venezuela, hayan sembrado aun más el horror en el planeta.
"Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales,
se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad
territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma
incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas" (Carta de las Naciones Unidas).
Resulta aberrante la manera prepotente como Pompeo, cual nazi, ha
ordenado en la OEA a los países miembros a reconocer a Juan Guaidó
como presidente de Venezuela. Más escalofriante e inaudito resulta
cómo Trump ha logrado que algunos gobiernos latinoamericanos apoyen y
promuevan en la región el apartheid supremacista de su política
exterior.
Las reacciones no se hicieron esperar y ciertamente obligaron a
suavizar su actitud ofreciendo 20 millones de dólares en ayuda,
dizque, Humanitaria hacia Venezuela. A pesar de que el Bloqueo al que
tienen sometido al gobierno venezolano a privado a este pueblo de más
de 23 mil millones de dólares en comida, medicinas, etc.
Delito en fragancia que no parece incomodar a quienes por estar
invitados al "festín", buscan avalar como en la actualidad la primera
estrategia desarrollada por el gobierno de los EE.UU. sea instaurar un
nuevo modelo de Relaciones Internacionales basado en el dominio y
sumisión de las naciones por el poderío militar.
Megalomanía con altas dosis de supremacía racial que tanto caracterizó
y se le repudió a Hitler. Una forma de gobierno que incluso se ha
convertido en una amenaza para el propio pueblo norteamericano, y una
verdadera maldición para las comunidades latinas y afro descendientes,
permanentemente fustigadas y totalmente desconsideras de la política
gubernamental.
Sujeto capaz de someter a buena parte de su propia población a la más
agónica zozobra por el cierre parcial del gobierno federal, solo por
retaliación a no haberle dejado construir el Muro, y quien
abiertamente busca la manera de imponer su racismo como la idea
fundamental de la democracia que quiere instaurar en los países
latinoamericanos.
Acaso no ha sido este servilismo o diplomacia de pantalones húmedos
que estos "presidentes" desarrollan en la región lo que ha permitido
que a nuestros hermanos ya no solo sean pisoteados en ese país,
enjaulándolos y separados de sus hijos, sino que ahora tengan que
soportarlo en el suyo propio.
Estar solo a 2 minutos del ‘fin del mundo’, según lo ha anunciado el
Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago, debería
ser motivo suficiente para que la población, no solo de los EE.UU.,
tome conciencia del peligro que corre la humanidad al permitir que un
sujeto tan inestable se encuentre en posesión y control del más grande
arsenal de armas nucleares del mundo.
Este grupo de científicos sostiene que la proliferación de armas
nucleares y la aceleración del cambio climático, junto con el
creciente uso de la información y las "noticias falsas" como armas
para socavar la democracia en todo el mundo, conforman la lista de las
principales amenazas para la sociedad mundial en este año.
La revolución venezolana durante sus 20 años en el poder ha tenido
situaciones sumamente difíciles. Sobre todo cuando en la totalidad de
ellas claramente han buscado provocarle una implosión social que les
permita un desmembramiento para apoderarse de sus riquezas. En más de
una ocasión incluso le han declarado la estrema unzione, de manera que
lo que actualmente vive no le resulta nada nuevo.
El eterno problema que "empantana" los propósitos del gobierno de los
EE.UU. sobre Venezuela deviene de no haber encontrado en el
interlocutor escogido el carisma suficiente para asumir los retos
"escénicos" que suponen la interpretación correcta del guión. Ha sido
tan evidente y descarada la pretensión de imponerles a los venezolanos
sus intereses que no en balde han chocado contra él.
Más de manifiesto recientemente cuando con increíble desfachatez el
gobierno de los EE.UU. reconoce estar comandando el derrocamiento del
presidente Maduro, para apoderarse de su petróleo. Incluso a la propia
Oposición les provocó un vergonzoso Golpe de Estado, cuando sin previo
aviso, y sin consultar con nadie, emplazó a Guaidó que se
autoproclamara Presidente interino.
Papel que hasta el momento, esta especie de Guasimodo Bonaparte,
desarrolla sin mucho apasionamiento ni distención, lo que podría
suponer que en un futuro la verdadera intensión sea inmolarlo. Lo que
justificaría "la sangre fría" como el resto de la Oposición viene
reaccionando a su presencia.
La carrera es contra el tiempo. A toda prisa buscan mantener el clima
de que Venezuela se cae a pedazos. Por más que han insistido no han
logrado evidenciar en las calles el supuesto respaldo a Guaidó. Por el
contrario las manifestaciones a favor del presidente de Venezuela
resultan cada día más populosas, lo mismo que los preparativos
militares que vienen tomando cuerpo en cada rincón del país.
La descarada intención de ROBAR la estatal venezolana CITGO, hasta
ahora más de Hecho que de Derecho, por parte del gobierno de los
EE.UU. (y la negativa de no repatriar a Venezuela los 1200 millones de
dólares en oro por parte del Banco de Inglaterra), podría generar una
indignación que desencadene un mayor respaldo.
Resulta evidente que Venezuela se viene preparando con todo y para
todo, bien lo sabe Trump. Quienes más están alentando a una salida de
naturaleza explosiva podría reventarle en las manos el "juegito". Por
lo pronto el tiempo transcurre, los plazos están por vencerse y al
"tablero" cada vez le quedan menos jugadas que realizar…