Dos documentos audiovisuales del presidente Chávez fechados el 24/02/2012, a su salida hacia Cuba para su última intervención quirúrgica. En el primer video se despide del personal y casa militar del Palacio de Miraflores y el segundo, dirige una arenga a la parada militar que lo despide en el aeropuerto internacional de Maiquetía. Ambos me resultan sumamente conmovedores por lo que significa tal despedida, pero también por la carga de sentimiento patrio por parte del Comandante Supremo. En el primer audiovisual encarga a sus servidores de "cuidar la casa" y en el segundo resume a mi juicio, aspectos fundamentales de su legado a todos los venezolanos y venezolanas.
Al referirse al sentimiento que lo embarga en el difícil momento señala en primer término la alegría por lo logrado, el compromiso por continuar la lucha y el inefable amor por su patria; resalto en el mensaje a la parada militar, su referencia a la necesidad de profundizar la "verdadera democracia", no la que profesa y ofrece la burguesía venezolana que siempre ha planteado acercar el poder al pueblo, La verdadera democracia dijo El Comandante, es darle el poder al pueblo, devolverle el poder al pueblo; hay dos opciones puntualizó, ante la persistencia de la oposición por detener el proceso revolucionario, o la burguesía nos retrograda a épocas superadas, o la revolución se profundiza, se fortalece, se hace irreversible, comuna o nada agrego, que es de su propia cosecha.
En el contexto del planteamiento, nos desenvolvemos hoy; es la batalla que libramos contra la brutal arremetida del poder imperial gringo liderado por Donald Trump, secundado por los lamebotas del grupo de Lima encabezado por el santanderista Iván Duque, de algunos gobiernos de la UE y de ciertos dirigentes de la oposición apátrida. La arremetida actual que no ha cesado puntualizo ni cesará.
Como venezolanos patriotas no podemos aceptar que nuestra revolución retrograde, hoy más que nunca debemos mantener nuestros esfuerzos por mantener la paz, la movilización popular, la unión cívico militar, el acrecentamiento de nuestra conciencia y, finalmente, estar preparados para defender la patria ante cualquier salida del cauce normal, propiciada por los enemigos de la patria. Nuestra única opción es vencer.