Sobre las des-ciudades

La vida es muy simple, pero nos empeñamos en hacerla difícil: Confucio

Porque también somos lo que hemos perdido.

Estación EL Encanto: En Los Teques, estado Miranda, se encuentra un emblemático punto turístico que nos transporta a siglos pasados, el Parque El Encanto, cuyo principal atractivo es un viejo tren de madera que funcionó hasta 1998. Un paraje idílico que alberga recuerdos del Gran Ferrocarril de Venezuela, ubicado en el sector Los Lagos, en los que eran los terrenos de la antigua estación norte del Ferrocarril Caracas-Valencia; este Parque mantiene vivo el recuerdo de lo que fue el Gran Ferrocarril de Venezuela inaugurado en 1894, en un espacio de 80 hectáreas entre bucares, jabillos y eucaliptos.

El viejo tren, con una locomotora a diésel y una a vapor, ofrecía a turistas nacionales y extranjeros un recorrido turístico de siete kilómetros durante 20 minutos, desde la estación Los Lagos hasta El Encanto, pasando cinco puentes y siete túneles. Sin embargo, el recorrido se prestó hasta 1998 y desde esa fecha el viejo tren permanece estacionado, sirviendo solo de escenario para quien lo utiliza para fotografiarse.

La historia del Parque El Encanto está vinculada con el Gran Ferrocarril de Venezuela y se remonta al siglo XIX. Fue bajo el gobierno de Antonio Guzmán Blanco que se inició la construcción del sistema ferroviario en el año de 1887, pero fue el General Joaquín Crespo el 01 de febrero de 1894, quien lo inauguró [1].

El Gran Ferrocarril de Venezuela fue el mayor sistema ferroviario construido en el país hasta la actualidad. Contaba con una línea férrea de 179.6 kilómetros y 32 carros para el traslado, 131 para carga y 30 para transporte de ganado. Todavía se conservan algunos de estos vagones en el Museo del Transporte en Caracas, en el Parque El Encanto en Los Teques y en la estación El Consejo en el Estado Aragua.

El «Ferrocarril Alemán», como era conocido gracias a su locomotora alemana del siglo XVIII, recorría desde Caño Amarillo hasta Valencia, atravesando Aragua y Carabobo hasta llegar a Valencia donde realizaba un cambio de línea y empezaba la inglesa.

Ahora todo ese encanto se esfumó. Este vagón de ferrocarril histórico de madera se transformó en un FoodTruck, que ahora exhibe sillas y un rotulado con imágenes de hamburguesas y comida tipo americana con el nombre de Café Tren Food Truck y se encuentra en la Avenida Bermúdez de esta ciudad ; olvidándose de toda la historia y la cultura. Promoviendo además la comida chatarra que tanto daño le hace a la población guaicaipureña. Esto no permite continuar ampliando la frontera turística ni las posibilidades de esparcimiento de nuestro pueblo.

Los Teques es una ciudad donde sus plazas son tomadas por brujos con ensalmos y collares religiosos, por predicadores fanáticos que confiesan que Dios es el único gobernante de este país, y que perturban la tranquilidad de los usuarios.

Los Teques es una ciudad donde la dirigencia no ha entendido que las plazas y los parques son espacios públicos que definen la calidad de la ciudad, porque indican la calidad de vida de la gente y la cualidad de la ciudadanía de sus habitantes. Concebir el espacio público con el objetivo de facilitar un uso social intenso y diverso, promoviendo actividades e incitando la presencia de nuevos colectivos humanos.

Los espacios públicos tienen además una dimensión social, cultural y política. Son lugares de relación y de identificación, de manifestaciones políticas, de contacto entre la gente, de vida urbana y de expresión comunitaria. En este sentido, la calidad de los espacios públicos se podrá evaluar sobre todo por la intensidad y la calidad de las relaciones sociales que facilita, por su capacidad de acoger y mezclar distintos grupos y comportamientos, y por su capacidad de estimular la identificación simbólica, la expresión y la integración cultural.

La Plaza Guaicaipuro: Es el símbolo de la ciudad, a la que asoman los símbolos de los ciudadanos. Porque es lugar que nos habla nos dialoga acerca de identidades y pertenencia, de patrimonio y territorio, es el primer espacio público de uso intensivo a la que muchos ciudadanos concurren. Ha sido por excelencia el punto articulador y referencial de la ciudad, tanto por su tamaño como por el significado que ha tenido para la gente. Este espacio urbano ubicado al final de la Avenida Independencia, ha sufrido transformaciones en su morfología y en su ocupación, cambios a partir de criterios técnicos y profesionales conjugados en la mentalidad e intereses de un determinado grupo de planificadores que buscan un funcionamiento coherente que dé respuesta a las exigencias de uso y permanencia.

Los Teques es una ciudad donde las presiones crecen.

Los Teques es una ciudad donde la dirigencia educativa de la región y muchos de los directores de escuelas y liceos no están en sintonía con el proceso revolucionario.

La comunidad reclama una buena intención para el Parque Los Nuevos Teques. En medio de la urbanización constante de la sociedad moderna, encontrar un buen espacio verde para salir de las ocupaciones cotidianas, respirar y calmar el ajetreo laboral que resulta indispensable para toda persona. Cuidar, multiplicar y revalorizar las plazas y parques de nuestra ciudad no es una responsabilidad de unos pocos sino de todos nosotros.

Igualmente rechaza la presencia de grúas, de autobuses y buhoneros en la avenida principal de Los Nuevos Teques que violan la propia Ordenanza Municipal.

Los Teques tiene que trabajar por el reciclaje; existen asesores que van de una teoría a otra, dirigentes que tratan de saltar a un lado, gobernantes salidos de casillas tratando de que el municipio no se voltee. Y en este viviendo lo más caliente son las palabras que circulan a través de las redes.

Así, pues, el panorama actual de la ciudad no se puede explicar en una sola narrativa. Hay avances y desplome, pero también crecimiento. Hay fuerte oposición, pero también solidez institucional. Hay gran descontento popular y polarización política, pero también llamados al diálogo. Los Teques sorprende por su ritmo económico, aun con los problemas propios de ser la capital del estado Miranda, aunque su ambiente político está enrarecido y los niveles de pesimismo, muy altos; pero el pueblo tequeño entiende.

La ciudad posible no es la ideal, ni la más deseable, ni la que puede considerarse perfecta según los cánones establecidos. No solo es imposible, si lo fuera sería una ciudad muerta, inmóvil, una ciudad fantasmal o de ficción.

La gente que dice que ayer fue mejor que hoy está en última instancia devaluando su propia existencia: Karl Lagerfeld.

Referencias:

1.- María de José Betancourt Castro / Noticias24/Caracas, 19 de abril- Noticias24



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Héctor Yi Durán

Ing. Luchador Social

 hectoryi@gmail.com

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