Todo parece indicar que las aventuras de un impostor venewzolao, y traidor, a la vez, ha llegado a su fin. El canciller Arreaza señaló que Juan Guidó, el ídolo de barro, que auparon desde el exterior, esta refugiada en la embajada de Francia. Eso se veía venir, luego que Diosdado Cabello, denunciara en su programa "Con el Mazo" que Juanito Alimaña estaba en contacto con la referida embajada, y que, inclusiva, para ese entonces, había llevado varias maletas a esa representación francesa.
¿Es el final de Juan Guaidó? Los análisis apuntan hacia ese lado. El caso es que su accionar se vino abajo después del fracaso de la llamada "Operación Gadeon", con el auspicio del gobierno de los Estados Unidos, y el apoyo del gobierno de Iván Duque, el colombiano que se la jugó con apostar al derrocamiento del gobierno legítimo de Nicolás Maduro.
Todo el andamiaje se vino al suelo. Rodo estrepitosamente el afán de Donald Trump de acabar con Maduro y lo que representa. Crearon, de la noche a la mañana, a un pelele para que, desde adentro, hiciera "el trabajo". Pero les resultó chimbo. Ahora le toca a la justicia venezolana actuar. Debe ir, pienso yo, por todo aquel que se comprometió con la aventura de la "Operación Gadeon". Hay mucha gente camuflajeada que se había anotado en la intentona desestabilizadora y criminal, orquestada desde la Casa Blanca.
Lo de la presencia de Guaidó aún no está oficialmente confirmada por el embajador galo, pero es cuestión de horas para que el hecho sea oficializado. Así habría terminado las pretensiones de un mediocre de hacerse con la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Un hombre cobarde que siempre se escudo en los demás para realizar sus fechorías. La derecha internacional lo acogió como el nuevo paladín de la democracia venezolana, y lo apoyo hasta más no poder, pero una cosa es querer y otra es poder. Ya es noticia la información de que Donald Trump ha reconocido en Nicolas Maduro un hombre de resistencia férrea, difícil de derrotar. Siempre se ha sabido eso del mandatario nacional, y hasta sus adversarios políticos aceptan que Maduro es duro de "matar".
Querétaro, México, 5 de mayo del 2020.
