Que nadie se asuste. La cosa puede ser cualquier cosa. Buena o mala. Sabrosa o desagradable. Esperada o no esperada. Pero, es una cosa, y una cosa es una cosa. Más nada. Como una de las últimas composiciones de Silvio Rodríguez, que se titula "la cosa". Por eso en una entrevista le preguntaron "¿qué es "la cosa"? Y él respondió: "Es una metáfora de muchas cosas, tanto personales como colectivas. Pero lo que repito en esa canción es la necesidad, la voluntad de aprender y de ser autocrítico en cualquier circunstancia adversa, sea momentánea o trascendente; por eso dice y repite el compromiso de no equivocarse al día siguiente, aunque con esto no pretende justificarse ni un exceso de bondad al hacer (el) conteo atrás. Es algo que le puede haber pasado a cualquiera… Qué es "¿la cosa?". Es algo que está ahí, pendiendo. Yo no quisiera que llegara. Ojalá nunca llegue; pero por momentos parece que viniera. "La cosa" que reescribe el pasado".
Ahí viene "la cosa". ¿Qué podría ser? Podría ser las elecciones para diputados, ya que tenemos nuevo CNE. Y esa cosa no es bueno para algunos que desean seguir viviendo a costilla de millones de dólares que picha el gobierno de Trump para derrotar a Maduro. Eso podría ser. Pero, también pudiera ser los hierros para algún personaje cuya aureola política ha declinado dado su mal comportamiento.
Pero, muchos podrían asegurar de que se trata de una nueva versión de Gozilla, rey de los monstruos, creado por la imaginación japonesa. Otros podrían señalar que "la cosa" está "pelúa", refiriéndose a la situación creada por la pandemia llamada Coronavirus 19. Y por las amenazas que aún penden sobre Venezuela, y ahora, pienso arreciarán ante la inminente celebración de las elecciones de diputados este mismo año. En efecto, "la cosa" está ahí, como dice Silvio Rodríguez, amenaza, pero no actúa. O, parodiando a Antonio Gramsci," la cosa" no termina de nacer, ni el miedo termina de morir. Pero ahí está. Lista para el zarpazo. Pero, hay miedo colectivo. "La cosa" mete miedo, sobre todo a los miedosos.
"La cosa" no es la Constitución. Es algo más ceñida a los avatares de la política nacional. Dice el refrán: "Una cosa piensa el burro y otra quien lo va a montar". Y por eso, allí se puede presentar un chispazo e incendiar la pradera. Yo pienso que "la cosa" no va a dejar a Ramos Allup y a su partido como la guayabera. Al perro macho lo capan una sola vez, eso dice el dicho. Pero de que "la cosa" asusta, asusta. Y eso no lo digo yo, lo dicen las voces que están asustadas por lo que viene. Y el hombre de Miraflores tranquilo. Tiene al toro agarrado por los cachos.