El Esequibo; una historia que contar

La totalidad de territorio de Venezuela corresponde al espacio geográfico cuyo límite estaba establecido y marcado en la Capitanía General de Venezuela (CGV) con excepción de aquellas modificaciones que se hicieron posteriormente al 19 de abril de 1810 mediante tratados y laudos arbitrales que no estuvieran viciados de nulidad. Esto ha sido una condición que se ha defendido y se ha convertido históricamente en un mandato constitucional desde que Venezuela logró su independencia y que ha estado establecida en todas sus constituciones hasta la actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999; en ésta última se establece en el artículo 10. La Capitanía General de Venezuela fue una entidad territorial creada por el Imperio Español el 9 de septiembre de 1777 durante la época de colonización de Carlos III; esto para definir y determinar la integración de las seis provincias: Venezuela (conocida como provincia de Coro), Nueva Andalucía y Paria o Cumaná, Maracaibo, Guayana, Margarita y Trinidad; y con ello lograr por parte del imperio como factor de unidad lo político, económico y militar en un momento donde la inestabilidad y la guerra era imperante.

A partir de 1810 Venezuela siguió delimitando su territorio bajo las mismas demarcaciones originarias que se establecieron en la "Bula Alejandrina" (1493), el "Tratado de Tordesillas" (1494) y las diversas demarcaciones cartográficas oficiales españolas; así como los mapas de Juan de la Cosa donde delimitó y determinó el Esequibo por orden de Alonso de Ojeda el cual ya había sido anteriormente bautizado en el tercer viaje de Cristóbal Colón en honor a un tripulante de nombre Juan Esquivel (1498). Fue en 1508 que el rey Carlos V de España crea la provincia de Guayana cuyo límite al Este lo constituía el Río Esequibo; y es incorporada a la CGV en 1777 mediante una Real Cédula. Durante más de 100 años desde 1508 hasta 1617 los españoles tenían pleno control económico del territorio guayanés; tanto fue así, que el rey Jacobo de Inglaterra ordenó la decapitación de Sir Walter Raleigh por haber desobedecido órdenes imperiales creando un conflicto con España al intentar invadir con su hijo Watt Raleigh el Orinoco en búsqueda de la leyenda El Dorado.

Bajo éste mito sobre El Dorado que se creó en Europa los holandeses se convencieron de que era real y comenzaron a emigrar en 1623 hacia el margen derecho del Río Esequibo en búsqueda de oro. 25 años después, los holandés en 1648 inician una guerra contra España para apoderase de Guayana; de este conflicto surge el "Tratado de Münster"; tal tratado establecía que ninguna de las partes beligerantes podría invadir el territorio ya ocupado por la otra parte, por lo que el Imperio español reconoce los territorios comprendidos al Este del Río Esequibo de manera implícita; a su vez, Holanda reconoce la posesión de España sobre los territorios al Oeste del mismo Río Esequibo. Mediante este trato, Holanda logra independizarse de España y de ésta forma se constituyen lo que hoy es parte de Guyana, Surinam y la Guayana Francesa, cuyo límite con Venezuela sería el Río Esequibo.

Para 1650 los holandeses persistían en desafiar el cumplimiento del Tratado afirmando que pese al convenio ellos tenían bajo su posesión limítrofe territorial el Río Moroco que quedaba al Oeste del Río Esequibo; es decir, prevalecía en Holanda un sentido expansionista que se veía constantemente más allá de lo manifestado. En 1666 piratas ingleses asiduamente atacan y saquean posiciones de los holandeses con intención de apoderarse de estos territorios; no obstante, estos resisten y logran derrotarlos recuperando nuevamente las zonas atacadas. 115 años luego, en 1781 corsarios ingleses apoyados por la corana británica a través de una "patente de corso" vuelven a atacar el territorio holandés sobre sus posesiones hasta el lado Este del Río Esequibo apoderándose de ella; esto procuró la necesidad por parte de España y Holanda en 1791 definir nuevamente los territorios del Esequibo, Demerara, Berbice y Surinam como colonias holandesa y el territorio del Orinoco a España, tomando como límite fronterizo el Este del Río Esequibo. En 1793 los territorios ocupados por los ingleses son devueltos a los holandeses, 12 años después.

Para la corona inglesa no era una opción abandonar sus pretensiones de apoderarse del territorio del Esequibo; es por ello que, comienzan nuevamente a ocupar las costas del Río Barima y Amacuro como también la Isla de Trinidad en 1795 aprovechando los ingleses la invasión que hiciera Francia a Holanda. Con ésta incursión el país holandés pasaría ser la República de Batavia y los ingleses aprovechándose de la situación comenzaron a ocupar territorios en América lo que generó un nuevo conflicto con el Imperio español. En 1802 se firma el "Tratado de Amiens" entre las dos coronas: la española y la británica. Este trato selló la paz y se devolvieron a España los territorios ocupados por los ingleses a excepción de la Isla de Trinidad. Un año posterior, Francisco de Miranda con ayuda del cartógrafo Cruz Cano y Olmedilla publica en 1803 desde Londres y con la autorización y protección del Imperio británico el "Mapa Geográfico de América Meridional"; en este respectivo Mapa estaba determinado y delimitado el Río Esequibo como línea divisoria entre el territorio Español y las posiciones holandesas; tal como estaba señalado en el "Tratado de Münster".

En ese mismo año, la corona Británica entra en guerra con la Francia de Napoleón Bonaparte; tres años luego en 1806 el país galo convierte la República de Batavia (Holanda) en un reino sumiso y ocupado por el Luís Bonaparte, hermano de Napoleón y luego deponen al rey Fernando VIII de España por José I Bonaparte, hermano de Napoleón en 1810. Durante estos conflictos de europeos trajo consigo a los ingleses retomar las pretensiones para ocupar el territorio Esequibo y las regiones de Demerara, colonias de la otrora nación de Holanda que ahora eran de Francia. Entre 1810 y 1811 Venezuela desconoce a José I Bonaparte y se independiza del reino español; al declarar su independencia la nueva República venezolana toman el territorio que ya estaba determinado por la Capitanía General de Venezuela (CGV) desde 1777 y que limitaba hasta el Este del Río Esequibo cuyo territorio pertenecía a la Provincia de Guayana bajo el principio de Uti Posseditis Iuris cuyo Derecho Internacional le otorga a los Estados el domino de los territorios que geográfica e históricamente les pertenece y; estos territorios venían estando bajo el dominio de la CGV; incluso, la primera Constitución de Venezuela (1811) establecía sus límites en su capítulo 5to: "Los límites de los Estados Unidos de Venezuela son los mismos que el año de 1810 correspondían a la antigua Capitanía General de Venezuela".

 

En 1814 finaliza las Guerras Napoleónicas con el "Tratado de Londres"; entre los acuerdos se establecía que Holanda pasaría ser un protectorado del Imperio Británico y en garantía de ser protegida por futuras invasiones este le cedía a Inglaterra 20.000 millas cuadradas de sus colonias desde el Río Esequibo. Siete años después en 1821, Venezuela incorporada a la Gran Colombia envía el ministro Francisco Antonio Zea una nota al primer ministro británico Lord Castlereagh reafirmando los límites orientales de la Gran Colombia manifestando: "Termina en el Esequibo, siendo la ribera izquierda de este río la frontera con la Guayana Holandesa". Sin embargo, los ingleses no pretendían reconocerle a Venezuela estas posesiones puesto que continuamente los colonos de Demerara y Berbice expandían sus posesiones por órdenes de los ingleses ocupando espacios de la Provincia de Guayana. Esto devino en la Gran Colombia denunciar ante la corona inglesa las incursiones de sus colonos, por lo que el ministro venezolano en Londres, José Rafael Revenga, por instrucciones de El Libertador Simón Bolívar le manifestó: "los colonos de Demerara y Berbice tienen usurpada una gran porción de tierra que según los últimos tratados entre España y Holanda, nos pertenece del lado oeste del Río Esequibo". "…Es absolutamente indispensable que dichos colonos o se pongan bajo jurisdicción y obediencia de nuestras leyes, o se retiren a sus antiguas posesiones". Esto reafirmaba para la época con tenacidad el derecho que tenía Venezuela a través de la Gran Colombia exigir los territorios bajo su posesión históricamente de acuerdo a lo delimitado en la CGV.

El 16 de julio 1824, Venezuela le exige a través de un comunicado al Reino Unido que reconozca la independencia de la Gran Colombia y a su vez le ratifica sus límites fronterizos en los siguientes términos: "La República de Colombia compuesta hoy en día de los pueblos conocidos antes bajo los nombres de Venezuela y Nueva Granada, está situada en el corazón de la zona tórrida en la América Meridional. Este bello y rico país se extiende por la mar del norte desde el Río Esequibo, o confines de la provincia de Guayana, hasta el Río de las Culebras, que la separa de Guatemala". Es importante saber que la misma Corte de Saint James no hizo ninguna objeción a tal límite fronterizo expuesto por la Gran Colombia; como tampoco hizo observación alguna a ésta exacta definición de la frontera Este de la Gran Colombia, lo que constituye un implícito reconocimiento por parte de la corona británica. Fue el 1825 que el reino de Inglaterra reconoce la independencia de la Gran Colombia como Estado soberano y cuyos límites por el Este tenía como referencia el Río Esequibo.

A pesar de la disolución de la Gran Colombia en 1830, Venezuela seguía manteniendo sus límites fronterizos por la parte Este; es decir, los mismos que determinó la Capitanía General de Venezuela en 1777. De hecho, la Constitución para esa fecha en su artículo 5to establecía que el territorio de la nación venezolana es de la siguiente manera: "El territorio de Venezuela comprende todo lo que antes de la transformación política de 1810 se denominaba la Capitanía General de Venezuela". El 31 de julio de 1831 Inglaterra comienza a reunificar las colonias Demerara, Berbice y Esequibo convirtiéndolas en una sola y la nombra "Guayana Británica". En 1834 el reino británico reconoce la independencia de Venezuela; lo curioso de todo es que lo hacen sin ningún tipo de objeción ni observación; lo que conlleva a su vez el reconocimiento legítimo del derecho que tiene Venezuela sobre los territorios que fueron de la Capitanía General de Venezuela desde 1777.

Culminando el año 1834 la reconocida sociedad científica conocida como el Consejo de la Real Sociedad Geográfica de Londres y la Colonial Office (Ministerio de Colonias Británica), contrataron al naturalista y geógrafo alemán Robert Schomburgk para que explorase internamente y conociera a profundidad los recursos naturales de la "Guayana Británica" pero sin la intervención directa de la corana inglesa en la misión encomendada; esto para que el resultado fuese objetivo. Para mayo de 1835, R. Schomburgk elabora un primer informe determinando en un mapa una la línea limítrofe de "Guayana Británica", en el mismo indicó que el territorio de la Guayana inglesa llegaba hasta la rivera del lado Oeste del Río Esequibo extendiéndose a un área de 4.920 km2 al norte; sin embargo, dicho mapa fue ocultado deliberadamente por los ingleses puesto que casi coincidía con lo determinado en el "Tratado de Münster". Posteriormente surgieron 2 informes más para completar los tres; todos ellos con sus mapas respectivos, los dos últimos fueron revelados parcialmente hasta 1840 y el otro hasta 1887; estos trabajos fueron alterados según los intereses de la geopolítica exterior y expansionista del Reino Unido del momento puesto que cada informe engullía cada vez más el territorio venezolano ya que el primero determinaba una expansión de 4.920 km2; el segundo en 141.930 km2 y el tercero se anexaba nuevamente y de manera arbitraria parte de la Provincia de Guayana en 167.830 Km2; convenientemente éste único y último mapa fue publicado por Gran Bretaña; extrañamente los dos primeros fueron ocultados parcialmente. De hecho, hubo una broma por parte del Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Agustín Istúriz quien dijo: "si Schomburgk hubiese realizado un cuarto informe seguramente hoy la Guayana Británica llegaría hasta Río de las Culebras que la limita con Guatemala". A pesar de que el señor Schomburgk elaboró dichos mapas no tomó en consideración los diversos documentos, citas y notas que ya existían donde se reafirmaba el reconocimiento británico respecto a la frontera de Venezuela limitando al margen de la rivera Este del Río Esequibo desde 1777.

Venezuela como república nueva bajo la inexperiencia, la falta de organización y el débil control de su territorio, no logró contener la invasión sistemática por parte de los ingleses hacia el territorio de la Provincia de Guayana de Venezuela. La República de Venezuela denunció estos hechos expansionistas de los ingleses que venían arropando poco a poco desde la rivera Este del Río Esequibo hasta donde se desembocaba el Río Orinoco, territorios de Venezuela reconocidos por Inglaterra con anterioridad por herencia de la extinta CGV desde 1777. Un hecho relevante y contradictorio es que Punta Barima se encuentra ubicada al Este de la desembocadura del Río Orinoco y el reino británico en 1836 le solicita a Venezuela autorización para colocar un faro en Punta Barima, lo que reafirma de manera tácita el reconocimiento por parte de los ingleses que estos territorios pertenecían a Venezuela. Para 1841 en el gobierno de José Antonio Páez, Venezuela mediante el ministro Alejo Fortique reclama a Inglaterra el retiro de los hitos colocados por Schomburgk en su segunda línea, lo que el gobierno británico hace efectiva su retiro en 1842 manifestando que "las marcas y señales establecidas por Schomburgk no constituían el límite con Venezuela sino sólo puntos referenciales, reconociendo la soberanía venezolana". Esto evidentemente demostraba que el Imperio Británico reconocía la soberanía de Venezuela sobre los territorios en reclamación.

En 1845, quince años después de la disolución de la Gran Colombia, el Imperio Español reconoce la independencia de Venezuela mediante el Tratado de Paz y Reconocimiento firmado en Madrid y; admite que el territorio venezolano en su parte oriental limitaba hasta la rivera Este del Río Esequibo, tal como estaba determinada en la Capitanía General de Venezuela (CGV) desde 1777. En el mismo año Robert Schomburgk comienza a marcar nuevamente una línea de frontera con hitos grabados con las iniciales V.R. (Victoria Regina). El Estado venezolano protestó nuevamente por este hecho teniendo éxito ya que el gobierno inglés ordenó el retiro inmediato de los hitos. Un hecho curioso por parte del señor Schomburgk, y era que él había sido contratado para realizar un trabajo de investigación sobre los recursos naturales de la Guayana Británica elaborando un levantamiento topográfico de las mismas fuentes; sin embargo, al parecer se sentía con mucho derecho elaborar las líneas divisorias entre la colonia inglesa y Venezuela; cosa que no le competía ya que nunca se le informó a la República de Venezuela que se iba a levantar un mapa para definir sus límites territoriales; es decir, Gran Bretaña se tomó unilateralmente el trabajo de éste naturalista geógrafo para engullirse los territorios de Venezuela determinando una nueva frontera.

En 1850 crece con muchas intensidades y preocupación los rumores de una invasión por parte de los ingleses hacia Venezuela; y para neutralizar dicho ruidos el encargado de negocio de su Majestad Británica, Belford Hinton Wilson, envía una carta al secretario de Estado de Interior, Justicia y Relaciones Exteriores de Venezuela, Vicente Lecuna, desmintiendo los rumores, pero con la condición de que Venezuela también hiciera lo mismo para tranquilizar al reino de que Venezuela no invadiera las colonias inglesa. Venezuela acepta este trato. Para 1852 ocurre una incursión por parte de unos colonos británicos buscadores de oro, ya que se había corrido la noticia de que cerca del Río Yuruari al Oeste del Río Esequibo se encontraban esto yacimientos auríferos; Venezuela protestó ante el reino británico y ellos aseguraron no haber apoyado dicha invasión; lo que el Estado venezolano inmediatamente repelió a los invasores recuperando dicho territorio. En 1857 basándose en la segunda línea Schomburgk los ingleses retoman su interés de reclamar el territorio Esequibo.

En 1861 en plena Guerra Federal sucede uno de los peores actos de entreguista en la historia venezolana por parte de un sector de la dirigencia venezolana; el ex presidente Pedro Gual conjuntamente con un grupo de varios políticos y empresarios millonarios como: Manuel Felipe de Tovar, Pacífico Gual, Nicomedes Zuloaga, Juan José Mendoza, Francisco La Madriz, Federico Núñez de Aguilar y Aureliano Otáñez solicitaron por escrito al Imperio Británico la intervención militar a Venezuela para contrarrestar las fuerzas de sus enemigos patriotas; esto a cambio de entregar el Territorio Esequibo como forma de pago de las deudas adquiridas; intención entreguista infame que finalmente no se logró materializar (hoy en día se repite la historia, puesto que la auto embajadora designada por el diputado y auto presidente imaginario Guaidó en el Reino Unido plantea el mismo entreguismo respecto al Esequibo). En 1875 el gobierno inglés edita un mapa oficial de Guayana Británica con notas aclaratorias del reclamo que hiciera Venezuela; lo que demuestra que los británicos tenían pleno conocimiento de que Venezuela reclamaba tales territorios, pero los ingleses se negaban a buscar una solución amistosa. Diez años después entre 1885 y 1886, Venezuela se convierte en el primer productor de oro en el mundo y se descubre un gran yacimiento en el Esequibo; esto por su puesto llamó profundamente la atención de los británicos lo que se obligaron a publicar parcial y convenientemente un nuevo mapa oficial basado en otra línea Schomburgk pero alterada un poco más al Oeste y así agregar más territorio a la Guayana Británica y que quedaran en dicha anexión las zonas de los yacimientos recién descubiertos que estaban en territorio venezolano. Este nuevo y ventajoso mapa inclusive envolvía Punta Barima. En 1887 los colonos británicos apoyados por la corona inglesa se dan cuenta que tales nuevos yacimientos no eran tan ricos como los que estaban en Yuruari, lo que se obligan a replantear el mapa modificando nuevamente la línea Schomburgk hasta la propia cuenca del Río Cuyuní que irónicamente hasta ese mismo año el Imperio inglés le había reconocido a Venezuela.

Ese mismo año en 1887, el Imperio británico publica por primera vez un mapa donde habían corrido de nuevo la línea Schomburgk (era el tercer mapa del naturalista), abarcando un territorio al Oeste del Esequibo de más de 167.000 kilómetros cuadrado, a pesar de que el naturalista ya había muerto hacía 22 años en 1865. De hecho, el interés de los colonos británicos apoyados por el Imperio inglés era tan agudo que proponían levantar la línea fronteriza de la Guayana Británica a una aspiración cerca de los 203.810 Km2 al Oeste del Esequibo; esto de haber sido así incluiría en el presente varias poblaciones venezolanas de antigua data como es Guasipati, fundada en el siglo XVIII; y llegaría tan cerca dicha línea fronteriza unilateral a las poblaciones de Upata y Tumeremo. Los ingleses pretendían estas anexiones puesto que veía en los vastos territorios la oportunidad de apoderarse de la riqueza venezolana de sus recursos naturales y teniendo por conquistadas estas tierras serían dueños del destino de Venezuela y las demás colonias en América del Imperio español. Visto estos reiterados atropellos por parte de la corona inglesa Venezuela rompe relaciones con Gran Bretaña el 20 de febrero de 1887.

En 1888 el presidente de Venezuela, Juan Pablo Rojas Paúl ante la alarmante pretensión expansionista de Gran Bretaña pide apoyo al gobierno Estadounidense para que mediara ante tal situación. Hasta 1893 se efectuaron diversas gestiones para solucionar este conflicto mediante un arbitraje y así evitar una nueva guerra. En 1895 mientras el Río Yuruari estaba ocupado por los colonos británicos el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Lord Salisbury, rechazaba la solicitud de arbitraje solicitada por el Estado Venezolano, para que Estados Unidos (EE.UU) fuese mediador en el conflicto fronterizo. Vista ésta negativa por parte del Imperio británico, EE.UU se involucra directamente en este conflicto al considerar una amenaza real a sus intereses cualquier apropiación territorial en América por parte de potencias europeas; lo que hace enviar el 20 de julio del mismo año una nota del Secretario de Estado de EE.UU, Richard Olney, al Reino Unido, en defensa de la República de Venezuela contra los actos de agresión por parte del Imperio Inglés al territorio venezolano. Fue el 17 de diciembre de 1895 cuando el presidente estadounidense Grover Cleveland invoca la Doctrina Monroe en un discurso al Congreso de EE.UU y declaró que los Estados Unidos no estaban dispuestos a tolerar las usurpaciones británicas en Guayana y que debían someterse a un arbitraje o examen judicial porque de no hacerlo eso se interpretaría como una apropiación. Por este hecho, el Congreso de los Estado Unidos instala una Comisión de investigación para determinar las fronteras de ambas partes.

En 1896 los ingleses al ver la disposición de los EE.UU en proponerse a solventar tal conflicto nombrando una Comisión de investigación conformada por 6 personalidades de alto renombre internacional como: David Brewer, quien era juez de la Corte Suprema; Richard Albey, presidente de la Corte de Apelación; F. Coudert, miembro del Foro de Nueva York; D. Gilman, presidente de la Universidad de Johns Hopkins y Andrew White de la Universidad de Cornell; el sexto miembros era un hispanista con vasta experiencia en el Derecho Latinoamericano, Severo Mallet-Prevost, éste fue designado secretario de la Comisión. Al ver ésta iniciativa, los británicos deciden finalmente someterse al arbitraje. En realidad los ingleses no es que se sintieron amenazados por parte de EE.UU; ello resolvieron someterse ante tal examen judicial porque sabían que ésta Comisión estadounidense se daría cuenta de las diversas modificaciones unilaterales que había alterado el Imperio británico con respecto a los limites originales y los heredados por la Venezuela a través de la CGV desde 1777. Esta jugada de los ingleses le hacía ganar tiempo y espacio puesto que al aceptar el arbitraje sabían que la Comisión norteamericana quedaría automáticamente disuelta ya que dicho arbitraje acordado entre Venezuela y Gran Bretaña se trasladaría a Paris lo que les daba una nueva oportunidad a los ingleses en ganar esa batalla judicial porque estaban en Europa; es decir, estaban en la casa.

El 12 de noviembre de 1896 se firma entre los EE.UU y Gran Bretaña las bases del Tratado de Arbitramiento para decidir la cuestión guayanesa. Los Estados Unidos resentidos silenciosamente porque Venezuela había aceptado negociar directamente con Gran Bretaña aprovecharon la coyuntura para presionar al Estado venezolano en aceptar las condiciones establecidas; entre ellas que ningún venezolano formaría parte integrante del Tribunal de Arbitramiento. Era evidente que los EE.UU ya habían negociado con el reino británico. La integración del jurado fue la siguiente: dos (02) ingleses por parte de Inglaterra quienes eran los magistrados Lord Brewer y Lord Fuller; Dos (02) norteamericanos en representación de Venezuela (esto debido al racismo profundo de los ingleses porque los árbitros no estaban dispuestos a sentarse junto a un mestizo) eran el magistrados Russell y Collins; y un (01) ruso zarista quien era amigo personal de la reina, Friedrich Martens. A Venezuela se le entregó un Tratado preconcebido por Londres y Washington. Para el 2 de febrero 1897, se firma el "Tratado Arbitral de Washington D.C."; bajo las intensas presiones estadounidenses y del Imperio británico, Venezuela literalmente es forzada a aceptar en condiciones desventajosas el arbitraje con naturaleza de vicios. Irónicamente y contradictoriamente ningún venezolano formó parte de la Comisión Arbitral.

Para 1898 los juristas de ambas partes presentaron múltiples documentos y anexos probatorios; al menos Venezuela, presentó tres volúmenes más un Atlas; el reino inglés, siete volúmenes más un Atlas; hubo cincuenta y cuatro sesiones de trabajo y apelaciones donde cada una duraban hasta cuatro horas. Ya para 1899 del 27 de septiembre se reúne el Tribunal de Arbitramiento en la ciudad de París; en ésta oportunidad el gobierno británico estuvo representado por 4 consejeros ingleses y Venezuela por otros 4 consejeros norteamericanos; estas deliberaciones duraron trece días y fue el 3 de octubre cuando el Tribunal de Arbitraje dictó una decisión unánime que se conoce como "Laudo Arbitral de París" para dirimir la demarcación territorial del límite entre los Estados Unidos de Venezuela (nombre de Venezuela para la época) y la Guayana Británica. La decisión adoptada fue muy breve, sin motivación y con escasos argumentos legales; se limitó a describir la línea fronteriza aprobada por el tribunal de ésta manera: "comenzando en Punta de Playa, alrededor de 43 millas al Este de Punta Barina y Mururuma, para continuar hacia el Sur a lo largo del río Amacuro". Con este pronunciamiento se le otorgó al Imperio británico el 90% del territorio en reclamación, con excepción de la Boca del Orinoco y 500 millas cuadradas de la desembocadura que fueron reconocidas para Venezuela. Lo infame de tal decisión parcial fue que argumentaría que el fallo se hizo para evitar una guerra, por lo que los jueces decidieron sin considerar los aspectos jurídicos ni históricos; es decir, prevaleció el interés político-económico camuflado en el interés jurídico-social; en éste sentido la Justicia fue aniquilada.

Al día siguiente el 4 de octubre de 1899, inmediatamente después de ésta decisión se generaron protestas de indignación en Venezuela; sin embargo, extrañamente tres días después el 7 de octubre el presidente venezolano, Ignacio Andrade, hace su protesta de manera pública. Quizás lo haría de forma tardía puesto que estaba en sus últimos días como presidente o el tal vez el negocio territorial ya se encontraba consentidamente consumado. Para el mes de octubre de 1900 Venezuela con el gobierno de Cipriano Castro denuncia el Laudo de París; al mismo tiempo, la Legación Británica en Caracas notificaba a Castro que si no designaba la Comisión Demarcadora el gobierno inglés procedería a la demarcación de manera unilateral. Fue en el mes de noviembre que Venezuela se ve obligada tanto por los británicos y los estadounidenses a hacer la demarcación. La denuncia de Castro contra el "Laudo Arbitral de 1899" muere con la llegada del Golpe de Estado de Vicente Gómez en 1908; un período de gobierno largo y tormentoso donde no se movió una pluma para impugnar tal arbitraje. Luego en 1944 culminando el penúltimo año de mandato del gobierno de Isaías Medina Angarita y teniendo en conocimiento pleno de que a Venezuela se le había arrebatado el territorio Esequibo le concede por recomendación del ministro de relaciones exteriores, Caracciolo Parra Pérez la Orden del Libertador a Severo Mallet-Prevost por su "brillante" participación en el "Laudo Arbitral de París" de 1899 en representación de Venezuela, tal participación produjo al menos rescatar la soberanía venezolana sobre el Río Orinoco; algo así como reconocer el premio de consolación, sin querer menos depreciar el majestuoso y maravilloso río y su desembocadura.

Irónica y contradictoriamente a su muerte en 1949, el abogado Severo Mallet-Prevost deja una "confesión" alarmante y a su vez esperanzadora para ser publicada "Después de mi Muerte" tal cual ordenó y decía: "si bien es cierto que en la decisión el Tribunal le dio a Venezuela el sector en litigio más importante desde el punto de vista estratégico, como lo es la desembocadura del Orinoco, fue injusta para Venezuela y la despojó de un territorio muy extenso e importante, sobre el cual la Gran Bretaña no tenía, en mi opinión, la menor sombra de derecho". Ésta confesión no tenía ningún sentido si se analiza que el jurista Severo siendo representante de Venezuela ocultaría en secreto tal razonamiento cuando fue uno de los defensores de Venezuela ante el arbitraje de 1899; lo que se llega determinar que en ese juicio hasta los abogados y representantes de Venezuela apostaban por favorecer a la corona británica y los argumentos usados irían en detrimento contra Venezuela; es decir que, no merecía haber recibido tal Orden otorgada. Con esto, al arbitraje de 1899 se le acumularía otro vicio más.

Fue en 1944 cuando el senador y presidente del Congreso, Manuel Egaña retoma el discurso de Cipriano Castro procurando revisar el Laudo Arbitral de 1899; sin embargo, fue un discurso que duró en silencio y sin apoyo. Cuatro años más tarde en 1948 con llegada a la presidencia de la Junta Revolucionaria de Gobierno de los Estado Unidos de Venezuela, Rómulo Betancourt, retoma el discurso de Cipriano Castro y de Manuel Egaña por recomendación del ministro de relaciones exteriores, Gonzalo Barrios, en la Conferencia Interamericana de Bogotá, denunciando la nulidad del "Laudo Arbitral de París" de 1899. En 1949 se devela el fraude del laudo publicado en The American Journal of lnternational Law (una revista académica de reconocida prestancia y experta en el derecho internacional) basado en el memorando de Severo Mallet-Prevost, quien prevaricando en su función como abogado y representante defensor de Venezuela, no denunció los acuerdos tras bastidores realizados por los árbitros del "Laudo Arbitral de París" para favorecer a reino inglés en contra de las reglas establecidas por el "Tratado de Washington". En 1951 en el gobierno del presidente de la Junta de Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela, German Suarez Flamerich a través de su canciller, Luís Emilio Gómez Ruíz, en la IV Reunión de Cancilleres Americanos, denuncia la nulidad del "Laudo Arbitral de 1899"; asegurándose que no fueron considerados los aspectos legales e históricos, sino que se llegó a un acuerdo que beneficiaba a los británicos para evitar una posible guerra entre ambos países; es decir, argumentó lo que Severo había ocultado durante años.

A pesar de las reiteradas denuncias públicas formuladas por varios gobiernos de Venezuela contra el "Laudo Arbitral de 1899", el Reino Unido ignoraba tales acusaciones, hasta que en 1962 durante el gobierno de Rómulo Betancourt, el ministro de relaciones exteriores, Marcos Falcón Briceño lo denunciara ante la XVIII Asamblea de las Naciones Unidas (ONU) declarándolo nulo e irrito. En noviembre de 1963 y como consecuencia de la intervención del canciller, Falcón Briceño, se realiza una reunión entre el Reino Unido, Venezuela y el gobierno de Guayana Británica (aun colonia), para examinar la documentación relativa a la controversia. Ya para 1963 en el gobierno de Raúl Leoni, la Academia Nacional de Historia a través de un documento público obliga al Estado venezolano acelerar la reclamación del Esequibo y se logra una nueva reunión de cancilleres en Londres donde se intercambiaron ideas y propuestas para un arreglo práctico de la controversia.

En 1966 Gran Bretaña viendo la documentación presentada por Venezuela y la evidente demostración del derecho que tenía Venezuela sobre el Esequibo presentada ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) inicia las diligencias expeditas para presionar en la independencia de su colonia británica; por lo que se acuerda el 17 de febrero del mismo año la firma del Acuerdo de Ginebra. En dicho acuerdo los gobiernos de Venezuela, el Reino Unido y la Guayana Británica (en proceso de independencia) reconocen la existencia de una controversia sobre la soberanía en el Territorio del Esequibo y se establecen los procedimientos para encontrar una solución por medios pacíficos. Con éste tratado Venezuela logra un gran triunfo puesto que el "Acuerdo de Ginebra de 1966", definía lo siguiente: "ningún acto o actividad que se lleve a cabo, mientras se halle en vigencia este acuerdo, constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial en los territorios de Venezuela o la Guayana Británica, ni para crear derecho de soberanía en dichos territorios, excepto en cuanto tales actos o actividades sean resultado de cualquier convenio logrado por la Comisión Mixta y aceptado por escrito por el Gobierno de Venezuela y el Gobierno de Guyana". Igualmente, el Acuerdo dispone de diversos métodos de resolución pacífica de los conflictos, conforme con la Carta de la ONU. Con este pacto se definía que el "Acuerdo de Ginebra" era el único instrumento que rige la solución amistosa, práctica y jurídica de la contención territorial.

En este Acuerdo quedaba constituida la "Comisión Mixta" por ambas partes la cual se encargaría de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo practico de la controversia surgidas del "Laudo Arbitral de 1899" como único medio existente; tal como lo establecen los artículos I y V numeral 2 de Acuerdo para Resolver la Controversia entre Venezuela y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte sobre la Frontera entre Venezuela y Guayana Británica, conocido como Acuerdo de Ginebra de 1966; y todo acto o convenio resuelto tendría que ser aprobado por dicha comisión y aceptado por ambos gobiernos; es decir, ninguna de las partes podría usar otros mecanismos de forma unilateral incluyendo la vía judicial a través de cualquier tribunal en el mundo mientras se encontrara en vigencia el Acuerdo de Ginebra. Para 1967 el gobierno de Raúl Leoni mediante Decreto presidencial N° 1.152 determinó con un línea de base recta por el sector costero desde el Río Esequibo hasta Punta Araguapiche, esto con la finalidad de definir las aguas interiores en la fachada atlántica de Venezuela y así proteger la soberanía sobre las áreas marinas y sub marinas hasta que se resolviera el litigio territorial.

Corría el año 1970 del gobierno de Rafael Caldera y las incomodidades tanto del Reino Unido como Guayana entraban en un etapa de desesperación profunda y evidente que se dejaban ver la costura de sus conspiraciones para crear nuevos conflictos entre las dos naciones como apoyar incursiones de tropas de las Fuerzas de Defensa de Guyana; tal como ocurrió contra la guarnición acantonada en la Isla de Anacoco ocupada por Venezuela y atacada por un pelotón guayanés del puesto de Eteringbang contra la isla y la escuela del Venamo. Ésta acción beligerante y hostil por parte de Guyana fue repelida por Venezuela. Al otro lado de la frontera en el occidente, la República de Colombia amenazaba con realizar incursiones al territorio venezolano lo que obligó al Canciller, Arístides Calvani, por instrucciones del presidente Caldera firmar el "Protocolo de Puerto España" el 18 de junio, conjuntamente con los gobierno de Gran Bretaña y Guyana como anexo al Acuerdo de Ginebra quedando suspendido el articulo IV del Acuerdo. Esto permitía congelar las negociaciones con la República Cooperativa de Guyana antigua colonia británica por 12 años mientras se lograse estabilizar la política fronteriza. Lamentablemente durante ese periodo Venezuela no logró ningún avance en la recuperación del territorio en controversia aun cuando estaban congeladas las relaciones.

En 1981 en el gobierno de Luís herrera Campins a un año de vencerse el protocolo de Puerto España, Venezuela manifiesta su intención de no renovarlo por lo que el 18 de junio de 1982 no se prorroga y entra en vigencia la aplicación del procedimiento determinado en el artículo IV del Acuerdo de Ginebra. Es importante saber que en el artículo IV del Acuerdo de Ginebra, otorgaba un lapso de 4 años para buscar un acuerdo completo y así solucionar la controversia; es decir, se firma el Acuerdo el 17 de febrero de 1966, se congela el 18 de junio de 1970 y se reanuda el 18 de junio de 1982; por lo que a partir de esa fecha, entraría en vigencia la aplicación del procedimiento establecido en el artículo IV del Acuerdo de Ginebra. Esto hacia imperante decidir rápidamente la nueva ruta a tomar por las partes en controversia debido a que se encontraba vencido dicho lapso y así no recurrir por ahora a lo establecido en el artículo 33 de la Carta de la ONU.

Un hecho importante pero muy lamentable fue lo que determinó en los motivos que hiciera el gobierno de Venezuela a través de la Cancillería para no prorrogar el Protocolo de Puerto España, la cual se hizo en los siguientes términos: "La decisión del Gobierno venezolano de no prorrogar el Protocolo de Puerto España comporta la firme determinación de cumplir y exigir el cumplimiento del Acuerdo de Ginebra. Este tratado establece una obligación de negociar una solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia, de modo que ésta quede resuelta en forma que resulte aceptable para ambas partes. Hemos denunciado reiteradamente que Guyana no ha dado cumplimiento a esa obligación de negociar de buena fe. En este momento cuando se da un nuevo giro a la cuestión, Venezuela renueva la esperanza de que Guyana rectificará esa conducta y de que se emprenderán auténticas negociaciones destinadas a resolver la controversia". Sin duda alguna, se evidenciaba que Venezuela no tenía una estrategia persuasiva para reclamar el Esequibo a través de la Comisión Mixta de Acuerdo de Ginebra; puesto que Herrera Campins prefirió no prorrogar el protocolo sabiendo que lo llevaría directamente a la aplicación del artículo 33 de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas; si no había un plan, era oportuno prorrogar el Protocolo por 12 años más para diseñar alguno, sabiendo que desde la ONU los factores de poder político aún estaban bajo el dominio de los EEUU y las potencias europeas.

En 1983 el gobierno venezolano bajo la presión de los factores políticos internos intenta negociar un nuevo acuerdo pero únicamente con la participación de Guyana y Venezuela; ésta propuesta es contrapuesta por la ex colonia británica al plantearle que se hiciera a través de tres medios alternativos: Asamblea General de la ONU, Consejo de Seguridad o Corte Internacional de Justicia (CPI). Contrapropuesta que fue rechazada por el gobierno de Venezuela ya que la querían llevar nuevamente al escenario de 1899; es decir, para que Guayana la defendiera su protector europeo el reino británico sintiéndose de nuevo como en su casa. Ese mismo año, Venezuela se replantea negociar la controversia a través de la ONU y por su propia iniciativa acude a ella; el conflicto limítrofe se llevó bajo los auspicios del Secretario General de las Naciones Unidas en correspondencia con lo previsto en el artículo IV, numeral 2 del Acuerdo de Ginebra de 1966 y apegados al artículo 33 de la Carta de la ONU concerniente a los medios de soluciones pacíficas de controversias. Es el 30 de marzo de 1983, cuando el Secretario General de la Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, acepta el compromiso de buscar el arreglo práctico de la controversia y decide designar a su consejero adjunto, Diego Cordobés, para que se encargue de estudiar la reclamación y sea el mediador entre los Gobiernos de Venezuela y Guayana.

Durante el gobierno de Jaime Lusinchi en el año 1987; la República de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana convienen en aceptar el método de los "Buenos Oficios" haciéndose efectiva desde 1989. Las personas de buen oficiante fueron elegidas y aceptadas por las partes en la controversia y tales figuras tienen como misión acercar a ambos gobiernos con la finalidad de que Venezuela y Guyana llegasen a una solución satisfactoria, como lo dicta el tratado. Tres han sido elegidos: el granadino Alister McIntyre (1989-1998), el barbadense Oliver Jackman (1999-2007†) y el jamaiquino Norman Girvan (2010-2014†). Cuatro años siguientes en 1993 bajo los últimos días del gobierno de Carlos Andrés Pérez antes de ser enjuiciado; el gobierno Guyanés comienza de manera inconsulta y arbitraria otorgar concesiones en bloques de exploración y explotación petrolera en aguas del Atlántico frente a las costas del territorio en reclamación; zonas que habían sido determinadas en la presidencia de Leoni en 1967 mediante el Decreto N° 1.152 donde se definían las aguas interiores en la fachada atlántica de Venezuela. Lastimosamente el gobierno de Pérez a través de su canciller, Fernando Ochoa Antich, hicieron nada durante su mandato al igual que los años subsiguientes hasta 1996 cuando el presidente de Venezuela, Rafael Caldera en su segundo mandato decide a través de su canciller, Miguel Ángel Burelli Rivas, establecer una línea de azimut partiendo de Punta de Playa; sin embargo, ésta línea no representaba ningún tipo de delimitación sino una marcación de seguridad que servía para evitar impases con el gobierno guyanés; y que a su vez, también permitía brindar atención a todos los navegantes en general y en particular a los pescadores artesanales que al salir a realizar sus faenas diarias manifestaba sentirse desprotegidos e inseguros.

Del 21 al 23 de julio de 1998, cinco meses antes de las elecciones venideras en Venezuela, la presidenta de la República Cooperativa de Guyana, Janet Jagan, visita Venezuela y en su intervención ante el extinto Congreso Nacional en sesión conjunta de senadores y diputados se pronunció con un discurso siguiente: "estamos comprometidos al examen de todas las iniciativas que contengan la posibilidad de una solución que sea satisfactoria para los pueblos de nuestros países". Este hecho histórico demostraba que había una clara evidencia de querer persuadir a los venezolanos a influir a los venezolanos a votar por el poder puntofijista puesto que éste garantizaba de algún modo mantener una defensa torpe o indiferente ante las reclamaciones por el Esequibo.

Con llegada en 1999 a la presidencia de Venezuela, Hugo Chávez, decide el 30 de marzo realizar una visita oficial a la República Cooperativa de Guyana, bajo una comisión venezolana integrada por 15 miembros representada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el extinto Congreso Nacional y empresarios; ésta comisión estaba siendo presidida por el canciller, José Vicente Rangel. Los resultados de ésta visita fijó los términos de referencia de la Comisión Binacional de Alto Nivel. Sin embargo, ese mismo año Guyana insistía de forma unilateral seguir concediendo concesiones a las empresas petroleras en las costas afuera para la exploración y explotación de hidrocarburos beneficiando a las trasnacionales CGX Energy, Exxon, Shell y Anadarko. El 13 de julio, el Gobierno de Venezuela envía nota de protesta. El 20 de septiembre de 1999 se celebra una reunión entre miembros del Ministerio de Relaciones Exteriores de la ONU y de Guyana para examinar el estado de la controversia territorial del Esequibo, allí se logró destacar la importancia de los Buenos Oficios del secretario general y el establecimiento de la Comisión Bilateral de Alto Nivel para la cooperación económica, social y ambiental.

Para el 15 de diciembre de 1999, por primera vez en la historia republicana de Venezuela, el pueblo venezolano aprueba por votación la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela bajo el liderazgo del Presidente, Hugo Chávez. Es en el artículo 10 de la nueva Carta Magna que se reafirman los elementos sustantivos del territorio venezolano, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad. De esta manera se ratifica la tradición constitucional de desconocimiento del Laudo de 1899. El 1ro de abril de 2000, el Presidente de Venezuela ratifica su disposición de continuar la disputa bajo la tutela de las Naciones Unidas, dentro del contexto de los Buenos Oficios y al mismo tiempo expresó su enérgica oposición a la instalación de una base aeroespacial en el Territorio Esequibo puesto que el gobierno guyanés y la empresa estadounidense Beal Aerospace Technologies lnc.; firmarían un acuerdo para la construcción de una base de lanzamiento de satélites comerciales en la zona noroeste del Territorio Esequibo, en la región comprendida entre el Río Barima-Río Guainía y la costa atlántica; posición asumida por Chávez en reiteradas oportunidad en rechazo a ésta pretensión guyanés-estadounidense. Convenio que se desistió posteriormente el 23 de octubre de 2000 en voz del presidente de la compañía, Andrew Beal. El 3 de julio del 2000, mediante una alocución durante el acto de creación de la Universidad Nacional Experimental Marítima del Caribe, el Presidente Hugo Chávez afirmó que "Venezuela no permitirá que se instale en ese territorio, que es venezolano, una base de lanzamiento de cohetes (...) eso no lo toleraremos. El Esequibo es nuestro desde que el mundo es mundo y ejerceremos nuestra soberanía".

En el mismo año 2000, el 20 de julio se crea el Gabinete de Guyana como una comisión de alto nivel para establecer un mecanismo de análisis, estudio y coordinación de relaciones entre Caracas y Georgetown; sin embargo, el gobierno guyanés el 4 de julio de 2001 a través de su presidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, solicita a Gran Bretaña y EEUU apoyo para que el "Laudo de París de 1899" fuese considerado como completo y definitivo. Se debe recordar que tal arbitraje ya era nulo por la existencia del "Acuerdo de Ginebra de 1966". Con la finalidad de defender y reafirmar por parte de Venezuela la reclamación del Esequibo, el 16 de agosto de 2001, el coronel del Ejército Nacional Bolivariano (ENB), Pompeyo Torrealba Rivero funda la Ciudad Puerto Esquivel a orillas del Río Venamo, frente al Territorio Esequibo como parte del Plan Estratégico llamado "Polo de Integración y Desarrollo Económico y Social" (PIDES) Nº 4. Dos años después, en el 2003; el 16 de agosto, se conmemoró el 2do aniversario de la fundación de Ciudad Puerto Esquivel y es inaugurado el Monumento a los Símbolos Patrios y la Plaza Bolívar.

Para el año 2004 el presidente reafirma la reclamación sobre el Esequibo aprovechando la visita de Estado a Guyana proponiendo privilegiar los mecanismos de integración y los mecanismos de intercambio sobre las diferencias territoriales, siempre dentro del marco del Acuerdo de Ginebra. Ésta declaración dio por resultado que el gobierno de Guyana se incorporase al "Acuerdo Energético de Petrocaribe" en el 2005 suscrito en Jamaica. En el 2009 siendo canciller, Nicolás Maduro, la República Cooperativa de Guyana presenta un Sumario Ejecutivo de solicitud de Extensión de la Plataforma Continental de Guyana ante la Comisión de extensión de plataforma continental de la ONU, la extensión de su jurisdicción más allá de las 200 millas náuticas (Mn) hasta 350 Mn, violando nuevamente el "Acuerdo de Ginebra de 1966". Valientemente Venezuela protestó ésta solicitud y no fue aprobada por la ONU. Fue en el 2011, cuando el 30 de septiembre en Puerto España dan una declaración conjunta la ministra de relaciones exteriores del gobierno guyanés, Carolyn Rodrigues-Birkett y el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro; ambos ministros reconocen que la delimitación de fronteras marítimas entre los dos Estados en controversia sigue siendo un tema pendiente y coincidieron en que dicha delimitación requerirá negociaciones. En el 2012 Guyana solicita, de manera unilateral e inconsulta, ante la ONU extender los límites exteriores de la plataforma continental; Venezuela nuevamente protesta ésta acción alegando que el espacio marítimo es un área por delimitar. La ONU no aprueba dicha solicitud.

Con la llegada del gobierno de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela en el 2013, el 3 de septiembre, el Presidente venezolano realiza una visita oficial a la República Cooperativa de Guyana; es dicha visita reitera que la controversia territorial es una herencia del viejo colonialismo. Un poco más de un mes, el 10 de octubre se produce el incidente con el buque de investigación oceanográfica RV Teknik Perdana, que incursionaba en aguas jurisdiccionales de Venezuela; situación que generó una protesta por parte Guyana y aunque el buque es dejado en libertad casi de inmediato, se logró demostrar la necesidad de retomar las negociaciones por la controversia limítrofe. Pese a estos incidentes insiste el gobierno de Guyana incursionar en zonas de reclamación autorizando al buque Prospector para realizar estudios geológicos en el bloque Demerara para la empresa canadiense CGX Energy, violando reiteradamente el "Acuerdo de Ginebra de 1966". El 26 de febrero de 2015, Venezuela exige a Guyana y a la Exxon Mobil la paralización de sus actividades en el Bloque Stabroek y advierte sobre ésta ilegalidad de las operaciones en una zona de reclamación objeto de una controversia entre ambas naciones; un año más tarde el 28 de febrero la cancillería guyanés insta a Venezuela a no intervenir en los trabajos de exploración que realiza el buque Deepwater Champion en el bloque Stabroek, arbitrariamente adjudicado a las empresas Exxon Mobil y Shell.

El 3 de marzo de 2015 los EE.UU afirman su disposición a defender los intereses de Guyana, disposición develada por "El Guyana Times" que publica declaraciones del encargado de negocios de la embajada de EEUU en Guyana, Bryan Hunt diciendo: "Estados Unidos se mantiene firme con Guyana". Este hecho marcó una clara evidencia que el gobierno estadounidense a través de su política exterior estaba detrás de la cortina promoviendo conflictos entre las dos naciones suramericanas. El gobierno venezolano del presidente Maduro demuestra una vez más su posición frente a éste conflicto histórico ordenándole a su cancillería publicar un comunicado denunciando como inaceptable e injusto un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Guyana, que desconoce las áreas de ubicación del Bloque Stabroek como zona en reclamación. Seguidamente y sintiéndose el gobierno guyanés apoyado por los EE.UU, el 5 de marzo Guyana instala el buque taladro Deepwater Champion costa afuera en la fachada marítima del Territorio Esequibo en reclamación, fletado por la empresa Esso Exploration and Production Guyana LTD, específicamente en el llamado Bloque Stabroek. Ese mismo año en un acto de provocación, enemistad y de reafirmar el control de guyanés en el territorio en disputa, el presidente de Guyana visita la plataforma petrolera Deepwater Champion de Exxon Mobil acompañado por el ministro Robert Persaud.

Un hecho significante ocurre el 22 de mayo de 2015; en las declaraciones del ministro de asuntos exteriores de Guyana, Carl Greenidge, y publicadas en el "Guyana Times", manifestando: "El proceso de los buenos oficios no debe abandonarse, sino que puede ser utilizado junto con otras formas de acción para encontrar una solución amistosa a la controversia fronteriza en curso entre Guyana y Venezuela". Tal declaración evidenciaba que el gobierno guayanés en ese momento aspiraba (por lo menos en el discurso público) a una solución "amistosa", lo que se podía interpretar que la opción ante una Corte no estaba sobre la mesa por parte de Guyana. El 6 de julio del mismo año el presidente, Nicolás Maduro acude ante la Asamblea Nacional (AN) e instala en su discurso el tema de la reclamación de la Guayana donde con clase magistral enciende nuevamente el sentido patrio para defender este territorio por todos los venezolanos sin distinción de ideologías partidistas, puesto que era un contenido de interés nacional y no de ningún grupo; por lo que hizo un llamado a los venezolanos en colocarse a la vanguardia para la defensa del territorio en reclamo ante todos los escenarios que sean.

El 10 de julio 2015 Venezuela pide a la ONU designar un Buen Oficiante en el tema del Esequibo al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon; tal petición la hizo a través de su canciller, Delcy Rodríguez; esto con la finalidad de seguir buscando la mediación entre los gobiernos de la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana para la solución, por la vía del diálogo y la paz, de la controversia territorial sobre el Esequibo; lo que esto demostraba que Venezuela siempre ha mantenido la disposición de resolver la controversia por vía amistosa como lo establece el Acuerdo de Ginebra de 1966 como instrumento único que rige la solución amistosa, práctica y jurídica de ésta contención territorial y no por las vías judiciales, al menos que ambas partes así lo acordasen de manera conjunta.

El 29 de marzo de 2018 el gobierno de Guayana a través de su canciller, Carl Greenidge deciden llevar sin consultar, ilegal y de manera unilateral la controversia hasta la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para que sea ésta quien decida sobre el litigio y se confirme la validez y el efecto vinculante del "Laudo Arbitral de 1899" (es decir, aspiraban validad judicialmente un arbitraje viciado); pasando así por encima de lo establecido en el Acuerdo de Ginebra de 1966 como instrumento único para resolver la controversia. El gobierno guyanés motivó tal demanda basándose en que "era absurdo el reclamo por parte de Venezuela puesto que en la zona no se hablaba español ni fue parte de la Capitanía General de Venezuela durante la colonia española". Con tal argumento banal e insustancial era evidente que el gobierno de Guyana escaseaba de pruebas para demostrar que el territorio Esequibo históricamente era de la ex colonia británica. Es de notar que la base legal usada por Guayana para demandar la controversia ante la CIJ fue una carta de fecha 30 de enero de 2018 suscrita por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien sólo "recomendaba" que sea la Corte la entidad a la que ambos Estados remitan su controversia; recomendación que fue rechazado por Venezuela. Es de conocimiento jurídico universal que uno de los principios elementales de arreglos judiciales es que estos deben ser prevalecidos bajo el consentimiento previo de las partes; y en el caso de la controversia territorial de Venezuela y Guyana debía nacer de un tratado o en su defecto de declaraciones previstas en el párrafo 2 y 36 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. El 18 de junio de 2018 Venezuela le remite a la CIJ que no participaría a tal procedimiento puesto que la Corte no tiene jurisdicción sobre el caso en los siguientes términos: "Venezuela reitera su no comparecencia en dicho procedimiento por estimar, en ejercicio pleno de su soberanía, que la Corte carece manifiestamente de jurisdicción sobre el caso, siendo el objeto de la demanda de la República Cooperativa de Guyana inadmisible". Es evidente que al existir el "Acuerdo de Ginebra de 1966" como único instrumento para resolver tal controversia, mal pudiera conocer un tribunal sobre éste caso.

El 17 de abril de 2019 Venezuela remite un comunicado informándole reiteradamente al juez internacional su negativa a comparecer ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el marco del procedimiento contencioso iniciado por Guyana en su contra por las mismas razones de no tener jurisdicción sobre el caso. Ya para el 2020 la CIJ ordena suspender todas las actividades de audiencias motivado a la pandemia del Covid-19; sin embrago, le notifica a Venezuela que se realizaría una audiencia televirtual para el 30 de junio de 2020 pese a que la misma Corte previamente había suspendido todas sus actividades; lo que demostraba un alto interés por impulsar una demanda a la que su naturaleza no le correspondía por falta de jurisdicción. Hoy en día el Corte Internacional de Justicia (CIJ) se encuentra analizando preliminarmente si tiene o no competencias para reconocer la solicitud unilateral de Guayana; lo que se podría conocer su decisión en los próximos días si es competente o no. Con el antecedente del caso de la actitud predispuesta de la Corte es muy probable que su decisión sea la de conocer sobre un caso a la cual su naturaleza no le compete; sin embargo, el pueblo de Venezuela y los pueblos del mundo esperan que prevalezca sindéresis de la justica sobre lo político-económico.



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Carlos Gutiérrez


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