Escuchar al pueblo es escuchar varias voces, es promover la batalla de ideas, es la práctica de la dialéctica, es el reconocimiento de la pluralidad. Nuestro Chávez, el venezolano, el indoamericano, el gigante de los últimos tiempos, en la clase inaugural del Instituto Superior de Estudios Políticos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el 17 de diciembre del 2010; hacía referencia que "las diferencias deben ser manejadas con profundidad... con altura dialéctica para que produzcan síntesis dialéctica".
Los hijos e hijas de Chávez, de esta generación, tenemos la responsabilidad de que los ideales Bolivarianos se conviertan en principios de cada líder o lideresa, y así continuar sembrando los sueños de nuestros libertadores para que los venideros hombres y mujeres patriotas, ya tenga el camino más allanado; fue el ejemplo de Chávez y nuestro deber es defenderlo.
Recordando significativas conversaciones entre ancianos y sabios indígenas en las que he tenido el honor de participar en silencio (escuchar), rescato el llamado de la unidad de los pueblos por encima de las diferencias existentes entre cada cultura indígena. En Venezuela existen más de 44 pueblos indígenas con una concepción de vida distinta, en idioma, prácticas económicas, características geográficas, forma de toma decisiones y hasta la organización familiar que influye en la comunitaria; sí nosotros los indígenas, con lo diverso que somos, podemos superar las diferencias, el no indígena (criollo), también lo puede hacer.
Recientemente, por diferentes medios sociales o canales de comunicación, figuras públicas, líderes y lideresas, expresaban su regocijo en la concreción de la unidad perfecta en las fuerzas políticas revolucionarias de los pueblos indígenas para las venideras elecciones parlamentarias, la cual celebro. Buen momento para la reinvención que permita el fortalecimiento de las fuerzas populares de base, con trayectoria y cimientos forjados a la luz de la lucha por la justicia de los pueblos originarios de Venezuela.
En la lucha de tradición, la reciente, la presente y la futura, los pueblos indígenas del oriente venezolano, seguiremos dando la batalla de ideas, fiel a los principios originarios de nuestros hermanos y hermanas habitantes de la selva, la sabana, asentados en las cabeceras de los ríos, en las adyacencias del padre Río Orinoco, del caudaloso Caura, del torrente Caroní y Paragua, así como del majestuoso Parhuaza, Carrao, Chicanan, Cuyuní, Erebato, Asa y Cuchivero. Desde aquí, cuestionados por muchos, nunca faltó el aporte que forzó el buen resultado, producto del diálogo y reconocimiento que aspiramos sea mas profundo por el bien de nuestros pueblos.
"…Uno puede estar descontento con razones (…) ¡carajo! pero eso no significa que van a poyar a la burguesía porque eso es traición a la revolución, uno puede criticar a la revolución pero este es el camino de la salvación de la patria, somos libre." Lo dijo Chávez el 12 de julio de 2012 en Barcelona, estado Anzoátegui. Los indígenas de Bolívar lo tenemos clarito y es la fuerza que nos mueve.
¡La historia la escribe el vencedor!
