El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció que las elecciones de la Asamblea Nacional se realizarán el 6 de diciembre de 2020.
La entidad también determinó que la campaña electoral se realizará del 21 de noviembre al 5 de diciembre de este año.
El anuncio fue hecho por Indira Alfonzo, presidenta del CNE. "Hemos aprobado por unanimidad, tanto la convocatoria al proceso comicial y el cronograma para elección de los diputados y diputadas para el periodo 2021-2026. Se convoca en el país para el día 6 de diciembre del 2020 al proceso electoral destinado a elegir la Asamblea Nacional"
Se presume que varios de los diputados indultados podrían ser candidatos, especialmente los del partido Primero Justicia, que esperan la señal del referente opositor Henrique Capriles, quien viene preparando la cancha para anunciar la participación de su sector en las parlamentarias.
En las últimas semanas se diferenció varias veces de la estrategia Guaidó, y es un secreto a voces que abandonará esa causa que, por cierto, nunca militó con demasiada convicción.
La presencia del "caprilismo" en las parlamentarias de diciembre, es el tiro de gracia para la moribunda estrategia Guaidó, que nunca se recuperó del plan de irrupción en las fronteras el 23 de febrero de 2019 y del intento de golpe de Estado el 30 de abril de ese mismo año.
En lo que parece ser un intento final por sostener a Guaidó (¿o por frenar la irrupción de nuevos liderazgos algo más independientes que el del neófito?) el "embajador" de Estados Unidos para Venezuela, James Story, dijo que "este es el momento de unir esfuerzos. Solo la unidad en torno a los legítimos poderes garantiza la presión y el apoyo internacionales. El proyecto que tiene el presidente Guaidó lo apoyamos por completo".
Story le dijo a Capriles: «Yo creo que no deberían venderse barato. Las elecciones son una farsa. Lo que sugiero es que nadie se venda barato", declaraciones que fueron repudiadas por referentes cercanos al caprilismo, que se mantuvieron en silencio durante el experimento de Guaidó, como el ex coordinador de la extinta Mesa de la Unidad Democrática, José "Chuo" Torrealba.
Torrealba fue la cara visible de la oposición durante el intento de activar el referéndum revocatorio durante el primer mandato de Nicolás Maduro. Un plan que fracasó en buena medida porque la misma dirigencia opositora no se entusiasmó lo suficiente con el intento, pero que, en definitiva, era una estrategia basada en medir fuerzas en elecciones.
Tras aquella estrategia, primaron en la oposición los sectores que, en una realidad paralela, se convencieron que representaban a la inmensa mayoría del país y llegaron las protestas violentas con acciones terroristas incluidas, en 2017, y el experimento Guaidó, desde 2019 hasta ahora.
El mismo Capriles acompañó aquellas protestas al principio, cuando eran masivas, y se apartó discretamente, cuando con el correr de las semanas se volvieron más pequeñas y más violentas.
¿Será esta la etapa de la aparición de un liderazgo más inteligente en la oposición? ¿Servirá para desactivar los planes de intervención directa de Estados Unidos, o incluso para alivianar el bloqueo comercial y financiero contra Venezuela? Es temprano para avivar esperanzas en ese sentido, especialmente porque las acechanzas son muchas.
La primera amenaza es la oposición misma, que ha demostrado en varias oportunidades su adscripción, a la larga, a las aventuras estilo armada Brancaleone, para intentar desalojar al presidente Maduro de Miraflores. La segunda es Estados Unidos, y las tentaciones bastante explícitas de convertir a Venezuela en la sorpresa de octubre para inclinar las elecciones presidenciales de noviembre a favor de Donald Trump.
El próximo 6 de diciembre demostremos al mundo la solidez de la democracia venezolana", dijo Rodríguez. Para los comicios parlamentarios del 6 de diciembre 2020. Los indultos anunciados el último día de agosto pueden otorgarle a estos comicios más reconocimiento internacional, acentuando las diferencias sobre el caso Venezuela entre la Unión Europea y los Estados Unidos.
Según el Consejo Nacional Electoral, más de 105 partidos políticos están habilitados para participar en los comicios, de los cuales 28 son nacionales, 53 regionales, seis de organizaciones indígenas nacionales y 18 regionales; lo que da cuenta de la amplitud social y no solo política del legislativo que se elija.
Entre los habilitados se encuentran: Avanzada Progresista (AP), Acción Democrática (AD), Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), La Fuerza del Cambio (FDC), Movimiento Al Socialismo (MAS), Movimiento Ecológico de Venezuela (Movev), Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), Movimiento Político Alianza para el Cambio (Mpapc), Por la Democracia Social (Podemos), Movimiento Ciudadano (CMC), Un Nuevo Tiempo Contigo (UNTC), Partido Unión y Entendimiento (Puente), Generación Independiente (Gente), Esperanza por el Cambio (El Cambio) , y más.
Pese a la posición de algunos grupos opositores en contra del proceso electoral, representantes de partidos como AD y Copei ya ratificaron que se sumarán a la contienda electoral.
El secretario general de AD, Bernabé Gutiérrez, aseguró que su organización política participará en los comicios parlamentarios del 6 de diciembre.
Asimismo, el representante de Copei, Miguel Salazar, manifestó que se encuentran listos para medirse por los curules, afirmando que "el nuevo Consejo Nacional Electoral ha mostrado signos de inviolabilidad a través de varios procesos de auditorías".
Igualmente, ambos dirigentes políticos critican a la minoría que llama a no participar en los comicios. A esto se suma el dirigente de Avanzada Progresiva, Henri Falcón, quien dijo que instar a la abstención es "el camino de la nada" y "crea expectativas no creíbles" entre sus mismos seguidores. Ahora andan buscando la manera de encaramarse en el tren en marcha de las elecciones del 6 de diciembre, a ver si mantienen la curul que ya tenían o consiguen una para el próximo quinquenio.
En este tolete se han sumado ya algunos de los indultados y se estima que luego lo harán otros, por más que digan que prefieren seguir presos para no reconocer que el único aquí que puede otorgar ese tipo de beneficios se llama Nicolás Maduro.
Subiendo en la escalera de los disociados están los opositores que se aferran a la convicción de que el diputado Guaidó todavía es el presidente de la Asamblea Nacional y alguna vez ha sido presidente encargado de la República.
Estas personas, en consecuencia, postulan las tesis de que la solución a los problemas políticos del país es no concurrir a las elecciones, que estas serán inválidas y que en enero, los diputados electos en 2015 seguirán siendo parlamentarios, Guaidó seguirá siendo eso que ya no es y también seguirá siendo lo que nunca ha sido.
Decisiones históricas para el cambio político en Venezuela, para la renovación de la Asamblea Nacional (...) en Venezuela decide el pueblo, manda el pueblo, no decide Donald Trump, ni Iván Duque, ni Bolsonaro, no decide Guaidó, ¡en Venezuela decide el pueblo!.
Las Elecciones Presidenciales en Estados Unidos, hay muchas dudas en el aire de cómo será el voto y quién se hará con la Casa Blanca. La situación epidemiológica en el país no deja de empeorar y los expertos piden que todos los estados permitan el voto por correo. El presidente Trump rechaza todo voto no presencial, bajo el argumento del fraude electoral. Y precisamente este argumento puede llevarle a impugnar los resultados.
De hecho, a nadie le sorprendería que Donald Trump no reconozca los resultados en caso de que pierda contra el demócrata Joe Biden. En una entrevista para FOX News, el periodista Chris Wallace le preguntó si aceptaría una derrota y Trump contestó que "tiene que verlo''. No puedo decir sí. No puedo decir ``no". En esa misma entrevista, pocos minutos antes, afirmó que las encuestas son un fraude y una mentira. En fin, unas aberraciones tejidas con las otras y sostenidas en un solo y lamentable hecho: los jefes estadounidenses han dado la orden de que se siga adelante con el mismo señor, tal vez por aquello de que no se cambia de caballo a mitad de un río. Sobre todo porque el río por el que Donald Trump está cruzando es demasiado bravo. Todo apunta a una derrota y es que todas las encuestas, en mayor o menor medida, pronostican la derrota de Donald Trump.