La Ley antibloqueo es una reedición y síntesis de:
1.- la "Ley del plan de la patria" (el plan político de Chávez que sirvió de programa de gobierno, falsificado por el madurismo), publicado como ley – para que sus adulteraciones puntuales fueran obligantes – en Gaceta Oficial No 6.118 Extraordinaria, de 4 de diciembre de 2013;
(No obstante no fue suficiente convertirla en ley, había que modificar la constitución)
2.- del Decreto Ley de Zonas Especiales de desarrollo Económico ZEE (Decreto con rango valor y fuerza de ley de regionalización integral para el desarrollo socioeconómico de la patria, Gaceta ext. 6.151, el 13 de noviembre del 2014, "el cual deroga el decreto Nro. 1.469 de Zonas Especiales de Desarrollo Económicas Sustentables", ZEDES… del 27 de septiembre del 2001, publicado en la Gaceta ext. 5.556 el 31 de nov. De 2001);
(En este decreto-ley, del 2014, en su artículo 14 y ss, se plantea por primera vez la idea de la "doble tributación" –condonar los pagos de impuestos y regalías –: la idea de los estímulos a las inversiones extranjeras)
3.- y de la Ley Constitucional de Inversión Extranjera Productiva (que se conoce también como "ley de protección y estímulo a las inversiones extranjeras") publicada en G.O. 41.310 del 29 de diciembre del 2017.
En medio están otros decretos, normas y leyes que redundan en lo mismo, como la Ley de la Patria 2019-2015, la cual se desvincula en su totalidad del Plan de acción política original (Plan de la Patria) redactado por Hugo Chávez y el cual de Chávez nunca se puso en práctica, por ir en sentido contrario a las acciones ejecutadas por el gobierno de maduro en ese momento hasta hoy.
Para ejecutar de forma definitiva este plan de privatizaciones y desmontaje final del método y modelo socialistas fue necesario "suspender la constitución", colocarla en un limbo jurídico, activando una Asamblea Constituyente dócil (so pretexto de la paz).
Y luego, aprovechar la coyuntura presente del bloqueo, para justificar una ley que se saltara (violara) la constitución, las normas y las leyes –con la excusa de la emergencia económica y social – con la desaplicación de nuestras leyes" y la toma de decisiones en secreto. Sin embargo, ninguna de las soluciones planteadas están dirigidas a cambiar el modelo madurista, análogo al modelo capitalista tradicional, clásico, liberal, con un fuerte olor a colonialismo y desigualdad.
La sociedad donde vivimos ahora profundiza las diferencias.
Hoy visitamos nuestro primer "bodegón", emergido del capitalismo revolucionario de Maduro. Es impresionante, todo se cobra en dólares, todo está marcado en dólares, todo está hecho para aquellos que cuentan con los dólares. Hay de todo, y mucha gente comprando y comiendo, la gente hace cola para gastar. Sin embargo, resulta inmoral estar ahí y comprar un sándwich de pastrami, que cuesta 10 o más dólares, sabiendo que con ese dinero se sostienen la mayoría de nuestras familias pobres (la mayoría de los chavistas que yo conozco) por dos meses y quizás más tiempo, considerando que el sueldo mínimo es de menos de un dólar. Resulta inmoral que este gobierno sostenga tal desigualdad con el dinero de todos los venezolanos; que con él se financie el estilo de vida de algunos nuevo ricos, de una clase media aspirante aburguesada; para que la mayoría de la gente viva atada a la limosna de los clap y los bonos miserables, sorteados a la población pobre cada mes.
Estos planes, estos "motores de desarrollo", en cada uno de sus intentos y reintentos de arranque sueltan una chorrera de dólares capturados por los mismos ricos aventajados de siempre y por los burócratas gestores de la "burguesía revolucionaria" de Castro Soteldo, la lumpen burguesía nacional y el capital extranjero. En la ley antibloqueo (o Ley saqueo) se habla claramente, otra vez, de apoyos financieros; se lee otra vez la farsa que es eso de atraer capitales, para quienes se han acostumbrado al robo de la renta petrolera, ahora de la venta de nuestro oro, y similares, del uso de la banca pública para financiar sus negocios oscuros, chimbos, sin resultados visibles – a menos que no sean estos "bodegones" hechos para tranquilizar a una clase media histérica y fascistoide.
¿Qué hacer?
Los revolucionarios socialistas debemos desenmascarar la política anti socialista y entreguista de Maduro, usada como pretexto, primero de la paz y ahora para esquivar el bloqueo. Revisar desde la falsificación al Plan de la Patria original de Chávez, y las letras pequeñas de todas las normas y leyes que se han intentado derogar o cambiar (como la ley de hidrocarburos), hasta ahora. Llamar al chavismo a la defensa en la calle de nuestra soberanía e independencia, de nuestros recursos naturales y de nuestro territorio nacional; a nuestros militares chavistas garantes de la constitución a que rechacen esta Ley para el saqueo nacional.
¡No al saqueo de lo que es de todos! ¡No a la Ley antibloqueo! ¡Patria Socialista… o muerte!