En medio de un mundo convulsionado por la guerra de los aranceles, o sea, de la "precuela" de la tercera guerra mundial, la antesala de una guerra con armas y de una posible guerra nuclear, a Maduro se lo ve en televisión despreocupado. Tanto, que con sonrisa y todo, se muestra en público disculpando a Capriles Radonsky del veto para participar en las próximas elecciones a gobernadores, mientras persigue y encarcela a los chavistas. Esta escena no la puedo comentar, por pudor frente a nuestros lectores. Solo decimos que con mucho "buen humor" Maduro muestra sus candidatos a gobernadores por el PSUV y a los candidatos del devaluado gran polo patriótico, en medio de una convulsión mundial… Comienzan a esparcir en el ambiente el polvo del opio electoral. Frente al efecto narcótico de las elecciones, el Nazareno de San Pablo es una catarsis espiritual para sus humildes feligreses, una limpieza espiritual de tanta basura y mentiras acumuladas en el año, el pobre de la calle le pide al Nazareno lo que no le dr el poder en la tierra.

El gobierno de Maduro se comporta como si estuviéramos aislados de los males del universo capitalista. Como si declarar que "el que se mete con Venezuela se seca" y demás supercherías maduristas, la sociedad en su conjunto, en particular los más desvalidos, nos vamos a salvar de los efectos de esta guerra, que es una guerra intercapitalista global y se debe a su lógica y a su espiritualidad egoísta y mezquina.

Sin embargo, si el mundo capitalista no cambia su modelo de producción y consumo, si no desaparece,... las grandes potencias van a arrasar con todo. Maduro y el madurismo, los mariacorinos y toda nuestra sociedad, atados al capitalismo y a su lógica, tampoco nos vamos a salvar, ni en las oraciones al Nazareno ni en la superchería madurista.

Esta crisis es propicia para alentar la conciencia de los que luchan, para alentar una revolución socialista verdadera, por la vida del planeta, por la permanencia de la humanidad en la tierra ¿Cómo?, mediante la distribución igualitaria de la riqueza, la igualdad material para dejar espacios al desarrollo individual frente al gregarismo de la sociedad capitalista… Es la manera más simple de describir la solución de nuestros males. Se trata de un cambio espiritual radical en el egoísmo mezquino y la indiferencia, en el consumo de basura, a favor de la racionalización de la producción y del trabajo humano, de acabar con la explotación irracional de la naturaleza y la explotación del ser humano por el humano…

Por solo creer y seguir en esta dirección sembraremos esperanza para la humanidad, que también es esperanza para la naturaleza que la hace posible: ¡razones sagradas para la lucha social global de eso se trata la revolución socialista del siglo xxi.

Nos hace falta una panorámica de visión, una mirada amplia ("hiperbórica") sobre la gravedad del problema. Nadie puede calcular el destino de nuestro planeta sin la presencia humana, porque sin humanidad no hay "testigo" que pueda dar cuenta de la existencia de ningún producto humano, de nada hasta ahora conocido, de lo que ahora consideramos real y verdadero… Se apaga la luz y todo desaparece.

Hoy somos víctimas de la ignorancia y del efecto atontiizador de las mentes perturbadas que dominan. De la soberbia de unos cuantos locos, y la indiferencia de muchos, y de los dueños del mundo, de cara al destino de la humanidad, ¡no les importa un coño!, de cara a la permanencia de nuestra especie y su obra en el tiempo, … otro invento humano.

Si nadie se opone con valor, con coraje, al mundo capitalista estamos perdidos; si no luchamos por razones verdaderamente sagradas que toquen el corazón de la vida, convencidos de su urgencia . Hoy nos manipulan con el cuento de la democracia, la Paz, la propiedad privada, la libertad, conceptos vacíos, prejuicios, sin otro referente humano que no sea la ignorancia y la voluntad de ser ignorantes, carapachos secos y vacíos, entelequias inexistentes, excusas para que el poder capitalista se permita destruir un nuevo pedazo de planeta o de humanidad.

Volver a Chávez es volver a pensar en el futuro de toda la humanidad, en grande. No desde una mezquindad perversa, salvarnos unos pocos encerrados en una burbuja, aislados del resto del mundo, como Musk escapando a Marte. Volver a Chávez es volver a pensar a favor de la humanidad, es estudiar, debatir en serio política con P mayúscula, sobre el futuro común, lo cual lo hizo pensar a Kadafis, Putin, Buteflika, en los Ingleses, árabes, persas y africanos…

Sin embargo, aislado del resto de la sociedad, con el desarrollo negativo de esta crisis global, nadie se salvará de los efectos de esta "guerra intercapitalista", ningún país se salvará desconectado del resto del mundo, tal y como lo cree Maduro. Estamos frente a la disyuntiva de luchar por todos, morir o vencer por la humanidad,... o perecer sin gloria. Traidores y cobardes perecen sin pena ni gloria.

El líder político, ese Chávez que representó para el mundo una salvación; la esperanza para el mundo frente al fatalismo capitalista, Maduro lo degradó a la categoría de un pícaro mercachifle, con su diplomacia suplicante, traicionando a Chávez - al mártir y a su legado -, intentando vender su país y su riqueza al mejor postor; sin pasión y ambiciones humanistas, por treinta monedas, como Judas Iscariote vendió a Jesús el Cristo y su evangelio primitivo, el original, falsificado por el "rabino" Paulo, porque la historia siempre se repite.

Frente al Nazareno vale más la reflexión que la oración. Sólo comprendiendo la simbología de su sacrificio, el Nazareno nos puede ayudar ahora con su poder espiritual.

CHÁVEZ, MÁRTIR DE LA LIBERACIÓN SOCIALISTA, MÁRTIR DEL ÚLTIMO HUMANISMO VIVO.