Cuarenta años de malas políticas en materia de vivienda nos han dejado en la esclavitud de un alquiler perenne, familias enteras han envejecido viviendo bajo esta figura, siempre bajo las ordenes de un propietario omnipotente al que había que obedecer, para que nunca jamás se le ocurriera la idea del desalojo, pues si es su voluntad, ¿quien lo podía parar?.
Los tiempos han cambiado pero nuestra figura no. Vivimos todavía bajo la sombra de seguir siendo inquilinos-esclavos y cuando ya pagamos por tercera o cuarta vuelta el precio de aquel apartamento ahora deteriorado por el paso de los años algunos propietarios tienen la desvergüenza de querer venderlo a precios impagables y otros simplemente no los quieren vender por tener el sádico placer de poder ejercer su dominio sobre decenas de familias.
Gracias a nuestro Presidente Hugo Chávez hemos despertado y lo que antes no se podía decir ahora dicho está. Tenemos como líder a un hombre que no esta en su cargo para servir a los que tienen el poder económico como los presidentes de la cuarta. Se volteo la tortilla y ahora los excluidos de siempre nos hemos levantamos, estamos organizándonos y creamos la conciencia de que tenemos derechos.
Las instituciones nos han dado herramientas, el Alcalde Juan Barreto por primera vez en este país hablo a favor de los invisibles de siempre de una supuesta “clase media” que ha vivido arrendada durante toda su vida A partir de la firma de sus decretos de expropiación se levanto la tapa de una olla, cientos de familias vieron una luz, la esperanza volvía y la indefensión se empezó a transformar en lucha.
La Alcaldía Mayor nunca se imagino el alcance que tendría esta medida de justicia social y cada día se fueron sumando más y más edificios, más y más familias y saturamos a los funcionarios de trabajo.
El Alcalde delego en quien debía las medidas para ejecutar estos decretos y comenzaron a salir los viejos vicios, la vieja cultura del funcionario público de la cuarta, la burocracia comenzó a hacer gala y a algún funcionario se le ocurrió la fatídica idea de colocar algunos requisitos para ir excluyendo o incluyendo a los edificios en los procesos de expropiación a manera de filtro.
Y se coloco como requisito para ser beneficiados por el programa: Dotación de Vivienda para la Familias que Habitan en Calidad de Arrendatarios la aprobación del 75% de los inquilinos de los edificios que deseen la expropiación. (Hace días y después de tanta lucha se bajo el porcentaje a 51%, pero todavía no es suficiente, por que no queremos ser tratados por porcentajes.)
Allí surgió el talón de Aquiles del programa, muchos propietarios vivos se cuadraron con inquilinos inescrupulosos ofreciéndoles dinero o una negociación bajo cuerda si empezaban una campaña de psico-terror en los edificios para que la gente le agarrara miedo al programa y crear la desunión, los medios de comunicación empezaron a satanizar el proceso infundando el miedo y así surgieron los primeros excluidos dentro de un programa de inclusión, aquellos que necesitaban de este no lo podían solicitar por que algunos de sus vecinos no deseaban participar y no se lograba el anhelado 75%.
También las erradas posiciones políticas han afectado a los inquilinos que desean ser beneficiados, pues la disociación psicotica de algunos arrendatarios están colocando como razón para rechazar el beneficio argumentos como que no desean participar pues dicen ser de oposición; cosa que no entendemos pues este es un programa social y no tiene bandera política, aunque sospechamos que la razón primaria es que algunos de los que se oponen tienen vivienda propia y no tienen la necesidad del programa, por esto están saboteando el proceso para que las personas que no poseen vivienda no se puedan beneficiar, por que lamentablemente muchos no se han deslastrado del egoísmo y del que “no importan los demás”.
Al acudir ante las autoridades correspondientes para que cambien o entiendan la situación, Procuraduría Metropolitana, FUNVI y Cabildo Metropolitano, nos dicen de manera categórica que no se puede bajar el porcentaje. ¿Por qué?. No entendemos, si ellos mismos colocaron el requisito y se pasan la pelota unos a otros.
Estos exponen que no pueden vulnerar los derechos de los que no quieren participar, entonces nosotros nos preguntamos ¿Es que acaso otorgarle la posibilidad a una persona que adquiera la vivienda donde ha vivido durante décadas, es vulnerarle sus derechos?, y más si se esta excluyendo a gente que tiene la verdadera necesidad, pues en estos grupos que se están quedando fuera del programa se encuentran adultos mayores, personas con discapacidad, madres sostenes de hogar, y personas en situación de pobreza, que a resumidas cuentas son quienes necesitan de mayor protección por parte del estado.
Para estos funcionarios es más importante proteger la caprichosa voluntad del que no desea participar que atender las verdaderas necesidades del pueblo. ¿Ó será que estos funcionarios temen que algún demente salga a protestar por que el estado le garantiza el derecho a la salud, a la educación etc? ¿O de que salga algún suicida protestando por que el estado le garantiza el derecho a la vida?. La verdad no entendemos.
La vivienda es un derecho contemplado en nuestra constitución y valerse de requisitos para excluir a grupos que requieran de ayuda es una política errada por parte de Procuraduría, Funvi y el Cabildo Metropolitano.
Señores funcionarios de estos organismos, la justicia social no se puede medir porcentualmente pues cuando existe necesidad nadie se expresa diciendo tengo 25% de miedo, tengo 75% de desesperanza, nosotros no medimos nuestros problemas con porcentajes, así que les exigimos que no nos traten con la frialdad de un numero, investiguen, hagan un diagnostico social de las familias que requieran el beneficio, no se vayan por el facilismo de decir “ustedes no llenan los requisitos” por que así no se construye el socialismo, modelo de sociedad que los venezolanos escogimos el 3 de diciembre.