En política definitivamente los errores se pagan demasiado caros, si no se recibe la factura al momento, igualito las circunstancias y la vida misma se la cobran al breve tiempo. Los logros de Nicolás Maduro le han hecho pensar que no comete errores y en todo caso la culpa nunca es de él, busca que si el imperio, el clima o hasta una iguana para justificar las fallas de su administración. Aquello de ofrecer más de lo mismo sin cumplir aleja al electorado de las mesas de votación cansando a una población llena de sufrimientos. El caso de Agropatria o del famoso aumento de la producción de petróleo deja poco clara la credibilidad presidencial.
No se sabe si inspirado por Maquiavelo o producto de su aprendizaje de dirigente sindical aplica lo de “divide y reinaras”, no dudamos que le ha dado buenos resultados en el sector de la oposición desde el punto de vista estructural, aunque las encuestas digan lo contrario aguas abajo. Contrariamente aplicar esta estrategia en el mismo Psuv y el polo patriótico como tal, está por verse si en realidad resultará positivo. Esa guerra fría con Diosdado, evitando que oficiales cercanos no ascendieran o fuesen dados de bajá indudablemente que merma la fuerza del hijo de El Furrial, desafortunadamente para él, el reposo de la misma enfermedad impidió que los dirigentes políticos de su corriente tampoco fuesen tratados con la suficiente solidaridad. Inteligentemente Maduro opera para cansarlo, poniéndolo a realizar 27 cierres de campañas en 9 días, 3 diarios, en agendas incomprensibles no se explica que en ciudades cercanas como Barcelona y Puerto La Cruz, no lanzaran un acto en la mañana y otro en la tarde del mismo día, no, los hicieron en días distintos. Parece que Aristóbulo no mordió ese peine, cuando Maduro lo alababa porque visitaba 5 estados el mismo día, el profe reaccionó y bajó el esfuerzo, hasta con lo de Protector del estado Anzoátegui tiró la toalla ya casi no visita la entidad oriental, dedicándose exclusivamente a su Ministerio de Educación. Guardando las pocas fuerzas que le quedan para su soñada e hipotética candidatura presidencial.
Los efectos de tratar de imponer un heredero político le traerá desagradables experiencias, viéndose en el fracaso de Hugo Rafael con su hermano Adán y sus propios hijos, y ante el poco carisma de Cilia, con la ausencia de algún hermano dirigente, promociona a Nicolasito después de haberlo metido un tiempo en el congelador gracias al video en donde unos libaneses en una fiesta familiar literalmente lo bañaban en billetes verdes. Escogió Maduro a Vargas para impulsarlo en calidad de diputado, ya no encerrado en una oficina de Miraflores, sino dando declaraciones cual ministro o vicepresidente de Venezuela. En ese paso se llevan por el medio a García Carneiro, sacando a todos sus seguidores y protegidos de las listas y circuitos de candidatos parlamentarios. Poder absoluto para Nicolasito en ese esfuerzo por regalarle una cuota de poder político, es más hasta en las cadenas el presidente habla de lo que ha aprendido de su hijo, como para que no quede duda de la capacidad del muchacho.
De repente Maduro dirá que estos no han sido errores, los calificará de herramientas para mantenerse en el poder. Hoy comienza una nueva etapa en la historia política del país, en donde la mayoría de sus aliados podrían tener precio, y no se sabe si como traidores caerán frente al qe les ofrezca más monedas. Allí se verá si Maduro se equivocó o no.