*Aunque siga siendo una tan imperdonable perdida, al menos, y sin lugar a dudas, se ha hecho justicia y limpiado la memoria, y talla, de Tirone González (Canserbero); al que la afamada revista Rolling Stone merecidamente catalogó como el mejor rapero de todos los tiempos. En caravana parten tras los barrotes aquellos cobardes que no solo lo asesinaron sino buscaron sepultar su imagen, talento y reputación.*
*Era una cuestión de honor y de tiempo que los cada vez más incontables seguidores de Canserbero hicieran justicia. Cada vez más ensordecedor resultaba su exigencia de que por lo menos se reabriera el caso. Incluso con pelos y señales descubrieron la que terminó siendo, convicta y confesa, la asesina. Cuesta creer de todo lo que fue capaz de hacer, y de cómo logró el apoyo para hacerlo, sin ni siquiera arrepentirse.*
*Pero los seguidores de Canserbero tienen, y aún le deben, una más histórica tarea, continuar su proeza y liberar ese género, y esa expresión de rebeldía, que con las piedras justas de la lírica y el contenido, Canserbero arremetió contra esas vitrinas de una industria muy dispuesta desde la ideotizacion a seguir banalizando y cultivando una mediocridad, que resulta capaz de asesinar lo que más dice querer.*