Hasta que los leones no tengan
sus propios historiadores, las
historias de cacería seguirán
glorificando al cazador.
Proverbio africano
En medio de un caótico panorama global signado por violencia y la muerte, en Venezuela se acaba de celebrar el 17mo Congreso Nacional y 4to Internacional de Historia.
Evento extraordinario tanto por su énfasis en la revaloración del pasado con base en la mirada liberadora de la Historia Insurgente, como por la variedad de los participantes y la calidad de los más de mil relatos y ponencias presentadas desde la perspectiva de "leones" docentes, investigadores, analistas, estudiantes, cronistas populares nacionales e internacionales.
Diversidad y cuantía que obligaron a Pedro Calzadilla, presidente del CELARG impulsor de estos eventos desde sus inicios, a reconocer en este Congreso "una mirada de nuestra historia y nuestro pasado que germinó y trasciende a quienes lo llegamos a imaginar".
Entre los temas tratado entre el 19 y el 23 de junio, rastreables en la prensa y las RRSS, me limito a llamar la atención sobre la importancia dada durante el Congreso a la formación insurgente basada en el cuestionamiento de la supremacía de los cazadores subyacente tras la historia concebida como pasado "muerto", pergeñada en Occidente quienes detentan el poder.
Concepción rebatida por el profesor Emmanuele Imodio, durante su brillante exposición sobre Patrimonio, Cultura y Memoria: El pasado no existe, solo existe el presente. En el presente se construyen los relatos que dan valor y vida a los restos que nos ha dejado el pasado…Relatos reflejo de las relaciones de poder vigentes. ¿Quién tiene el poder para seleccionar, procesar y divulgar la información? ¿Con qué interés lo hace?"
Obviamente, los cazadores, con la intención de domesticar, dominar y desposeer a los leones, señalaron desde sus trincheras distintos expositores, enfatizando la necesidad de combatir continentalmente ese poder con el fin de acelerar la concreción de la unión latinoamericana y caribeña, sintetizada por nuestro Libertador Simón Bolívar en su proclama "La patria es América", adoptada como emblema del Congreso.
Combate que pasa por poner énfasis en la formación de leones no disociados, inmersos desde temprana edad en una cultura insurgente que les vaya facilitando una comprensión amplia y dinámica del contexto global, continental, nacional y local en que se desenvuelven y se desenvolverán como hacedores de un mundo mejor y posible, basado en la Vida.
¿Cómo? a través del aprender haciendo en la escuela y la comunidad. Mediante el estímulo de la curiosidad y de la capacidad de cuestionar, reflexionar y crear a través de la observación activa, de juegos y de otras prácticas pedagógicas adecuadas a cada edad y nivel.
Ejemplos interesantes de ello son los teatros de roles otrora practicados por centros educativos innovadores. Entre ellos, el "Gobierno" ensayado en la Escuela Experimental Venezuela, semillero de muchas y muchos patriotas insurgentes.
Venceremos