Maduro contra la falacia neoliberal y la "teoría del derrame"

Cuando ciertos voceros repiten acríticamente aquello de "la teoría del derrame o del goteo" en economía, entendemos que estamos frente a una falacia neoliberal. La tesis de que en la medida en que crezca la inversión privada nacional e internacional en Venezuela podría haber mayor posibilidad de aumento salarial para todos, resulta un asunto inquietante.

Parte de eso es lo que está en juego en estas elecciones del 28 de junio de 2024 en Venezuela. De allí que no puede imponerse sobre Maduro semejante falacia neoliberal, que es una ilusión que obedece al "error y la ilusión del conocimiento" que, según Edgar Morín, todos padecemos en la modernidad/colonialidad. En la que estamos y no se ha podido superar la llamada por Habermas "razón instrumental" y el pragmatismo en la nueva situación colonial en que está el actual sistema/mundo; entonces como los poderosos de este mundo quieren que nos coma el tigre, advertimos que "la cosa está fea". Estamos como dijo un tal Lenin: evitar echar dos pasos hacia atrás y uno hacia adelante. Votar por la derecha es retroceder.

La revolución bolivariana usa parte de las mismas armas (melladas) del capitalismo, como China y ¿qué se puede esperar? Desarrollar la economía nacional tradicional junto a la comunal, nada menos, porque, además, el gobierno ha dado rienda suelta a los productores nacionales, fedecâmaras, inclusive ha hecho buenas migas; de tal suerte que hay un nuevo diálogo nacional y cuyos productores agrícolas y pecuarios aportan un alto porcentaje a la seguridad alimentaria en hortalizas, carnes, maíz, arroz, entre otros rubros; ello aunque por Unión Radio sea frecuente oírlos quejarse, más que un camión de cochinos; que si las carretas rurales, los créditos; el querosene, gasoil y la gasolina, el pato y la guacharaca; principalmente los productores de papa y café, no así a los criadores de cochino, por cierto, o porcinos; por mejor decir. Es decir, la revolución bolivariana tan vituperada ha venido superando terreno en lo productivo y nadie se va a arriesgar a perder todos esos avances, domina el pragmatismo.

El asunto es cómo se hace efectivo todo el crecimiento en la economía familiar; como se derrama en la cotidianidad de individuos y comunidades, pues "La llamada teoría del derrame postula que redistribuir el ingreso a favor de los grupos sociales con mayor propensión al ahorro, esto es, los sectores de mayores ingresos sobre la base de su capacidad de ahorrar e invertir, aumentará el ingreso nacional y generará mayor empleo" (https://nulan.mdp.edu.arpdf); otra fuente discurre de parecida manera y dice así:

"Esta teoría se basa en la idea que el crecimiento económico genera riqueza, que luego se puede utilizar para invertir en capital humano, infraestructura y otros bienes públicos que benefician a toda la sociedad. Por ejemplo, el crecimiento económico puede generar más ingresos para las empresas, que pueden invertir en nuevos empleos y capacitación para los trabajadores. Esto puede conducir a un aumento de salarios y a una mejora en las condiciones de vida para los trabajadores" (https://www.diariodelnorte...).

Acotó Maduro a principios de este año 2024 en la ya comparecencia a los medios con el periodista Ignacio Ramonet que "Creo que hemos logrado una coordinación perfecta con todos los sectores económicos internos del país, y creo que tenemos diálogo y un entendimiento muy elevado con actores económicos internacionales que están llegando inversiones. Es un gran logro en estos años, que se consolida en el año 2023 (…). La recaudación tributaria este año creció un 25, 8 por ciento (…), todavía falta mucho terreno para ganar, para garantizar ingresos que nos permitan mejorar los ingresos de los trabajadores, de las trabajadoras, la inversión social" (Presidente Maduro ofrece balance del 2023 y marca con perspectiva… en https://www.telesurtv;net>...).

En otras palabras, todos los trabajadores públicos en Venezuela seguiremos esperando el goteo, aunque la ley de presupuesto 2024 dizque contemplaba un aumento del salario mínimo por el orden del 10 por ciento con bonificaciones del 70 por ciento, bueno concedieron fue los bonos, que malos no son pero no son lo deseable, se debe volver al salario social.

Lo cierto es que con este gobierno da signos de esperanza para que los trabajadores sigan mejorando sus condiciones de vida, que en su mano tienen el arma del voto electrónico en el sistema electoral más confiable de todo el universo mundo, no creemos la oposición ofrezca nada a este respecto, además ya los empresarios están muy bien, el problema es que los trabajadores también logren recuperar su economía, con salario justo, prestaciones sociales dignas y seguridad social, es el retos desde ahora en adelante. El voto es el arma para reafirmar la revolución bolivariana, porque lo contrario es el abismo.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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