El 28 de julio va a quedar marcado como uno de los episodios más interesantes en la historia de la comunicación moderna, porque es el primer intento de imponer un gobierno fascista ante los asombrados y estupefactos ojos del mundo como si se tratara de un acto de magia.
Desde los días que Orson Welles anunció por la radio que los marcianos habían llegado a la tierra, pasando por aquellas imágenes de la plaza verde que desmoralizó a los milicianos libios y justificó el posterior el asesinato de Mohamer Gaddafi, jamás las multinacionales de la información habían llegado tan lejos.
La oposición venezolana consciente de sus limitaciones numéricas en cuanto al padrón electoral, diseñó con ayuda de las grandes multinacionales de la información, una narrativa política que le iba a permitir consolidar un gran fraude electoral, y vulnerar la expresión del derecho al voto de los venezolanos.
Consciente de que no habían podido instalar en la psique del venezolano, la necesidad urgente de un nuevo liderazgo que se expresara en un sentimiento de cambio, ya que las dos narrativas fundamentales: Libertad y Que vuelvan mis hijos que estaban fuera, lucían endebles, la primera porque en Venezuela existe un régimen de libertades públicas que lo puede constatar cualquier ciudadano, sino pregúntenle a los gringos que vienen todos los años a jugar béisbol, y se quedan sorprendidos del país que consiguen.
El otro discurso lucía débil, porque la oposición venezolano no valoró los cambios que ha sufrido el mundo con la aplicación de las nuevas tecnologías, el hecho de que padres, hijos y hermanos a diario se conectan por video llamadas, aleja el sentimiento de nostalgia, además de eso los familiares sienten que sus hijos están en un país que ofrece oportunidades y de donde se puede volver millonario, eso es lo que ha vendido la derecha venezolana.
La intelectualidad de derecha recurrió entonces a un nuevo mecanismo que consistió en tratar de despertar ese sentimiento de cambio a través de las emociones fuertes, para ello convocó a su militancia más activa a que tomaran los centros electorales desde tempranas horas de la madrugada con banderas, pitos, gorras, sillas de descanso. Esas imágenes trasmitidas por la red de información hacía ver que había una participación masiva de electores en los centros, para convencer a los venezolanos de que el cambio de liderazgo en la conducción del país era indetenible, eso pensaban ellos iba a tener un efecto dominó.
Este plan tenía un agregado que buscaba crear la percepción de que el rechazo al gobierno bolivariano era muy alto a través del ataque a figuras previamente seleccionadas, es decir aquellas que tradicionalmente pueden lucir como personas vinculadas a los sectores clase media, porque la idea era incorporar a la clase media al deseo de cambio, por eso se ataca a Héctor Rodríguez, quien es percibido así, por algo el gobierno lo colocó para dirigir el movimiento futuro.
La táctica electoral que ya había sido anunciada la noche anterior por la señora María Corina Machado, y contaba con un pronunciamiento proclamando la victoria electoral a la 1 de la tarde. ¿Pero puede algún candidato ganar unas elecciones en media jornada electoral ?
El efecto emocional de los grupos afectos a la oposición causó una sensación desconocida en el liderazgo chavista que se vio rebasado en las primeras horas de la mañana, y muchos líderes asumieron la narrativa del cambio abrumador, y reaccionaron a las 10 de la mañana cuando la maquinaria del fraude se detuvo, y los chavistas se percataron que todo había sido un efecto visual causado por la alta tecnología del multimillonario Elon Musk que bloqueó el portal del CNE, para evitar los resultados. A esa hora la proyección indicaba que podía votar un 63% del padrón electoral, a las 11 de la mañana esa proyección bajó a 60%, para caer hasta un 58% a las 12 del mediodía, finalmente terminó en 57%.
Sin embargo el intento de golpe electoral estaba en desarrollo, y contaba con el apoyo tecnológico de Elon Musk, la oposición con tres millones de votos aspiraba imponerse a través de ese subterfugio. En la nueva maqueta de golpe electoral diseñada por los servicios de inteligencia gringos y Elonk Musk, hay un agregado especial que es la participación de un pequeño sector de ciudadanos, que confundidos no logran percatarse del escenario de guerra al que lo están llevando.
Las acciones de violencia previamente diseñadas que consisten en pagar a jóvenes en las barriadas populares, y trasladarlos a los centros urbanos para mantener la protesta activa, ya ha empezado a erosionarse con los saqueos, quemas de bienes públicos, agresiones a militantes chavistas, trancas violentas, y todo tipo de desmanes. Sin embargo la presión desde el escenario internacional va a tratar de forzar una salida que acabe con lo que ellos llaman el mal ejemplo del socialismo bolivariano.
El chavismo debe salir a la calle a defender el triunfo electoral, porque lo único que frena al fascismo es la movilización popular. Debemos preparar la milicia popular, y enfrentar con decisión los rebrotes del nazismo en Venezuela. Es una hora histórica para los pueblos del mundo.
