Binóculo Nº 540

Nicolás: tienes que mandarlos pa´la escuela

Para los que estén esperando un balance político de lo que ocurrió, tienen ilusiones de sobra, porque eso no va a ocurrir. Pasará lo mismo que cuando Nicolás nos amenazó con hacer un balance luego de la paliza que nos propinaran en el 2015, que perdimos la Asamblea Nacional, y nadie dijo qué había pasado, simplemente porque no se hizo el balance. Es un estilo de la derecha disfrazada de izquierda que hace vida en el Psuv y en el gobierno. El mismo estilo que les dio por no hacer elecciones para escoger a las autoridades del partido, salvo aquella burda pantomima; por lo que se volvió una moda que los gobernadores nombraran a sus candidatos a alcaldes y éstos a sus candidatos a concejales y así por el estilo. Quien no estuviera en ese pedigrí, o fuera heredero, no entraba a ningún cargo. Es decir, es un partido donde nunca se ha practicado la democracia.

Pero lo cierto es que por primera vez nos echaron un susto. Incluso un susto mucho mayor que cuando Nicolás le ganó a Henrique Capriles por 300 mil votos, porque esta vez todo estaba muy organizado desde el exterior, en donde estaban participando por primera vez los propietarios de las redes sociales, decididos a acabar con el chavismo, de una vez y por todas. No de gratis La Interfecta decía con esa seguridad "yo voy a ser presidente", y todavía lo dice, pero en menor proporción. Y eso tenía que ver con que Elon Musk le prometió que sería presidente. Porque creo que todos tenemos claro que el golpe continúa, y que será así hasta después del 10 de enero, fecha en la que concluye la gestión actual de Maduro.

Esta protesta de los días 28 y 29, tuvo algunos ingredientes nuevos, como el hecho de que no mucho opositor viejo salió a protestar, quizás porque entienden que fue un fracaso, o porque La Interfecta no es precisamente la ideal para reemplazar a Nicolás; o porque los ciudadanos comunes y corrientes, opositores, entendieron que, si no era posible la unidad, no podían ganar las elecciones.

Otro ingrediente nuevo de esta violencia, es que tuvo tres tipos de actores jóvenes. Uno, los jóvenes que cuando Chávez murió tenía entre 10 y 15 años, y que no han recibido más que veneno por las redes sociales, que es una práctica goebbeliana, "una mentira dicha mil veces se convierte en verdad". Como cuando dijeron que María Gabriela Chávez era la mujer más rica del mundo con una fortuna de cinco mil millones de dólares. En una reunión con amigos escuálidos, les hice ver que eso no es que fuera mentira, sino que hoy en día es imposible esconder semejante cifra, no importa el banco. Y si fuera cierto, ella no estaría en Venezuela, sino disfrutando de su fortuna en Europa. Pero fue una mentira que todo el mundo disfrutó. Pareciera que uno de ellos, a los que todavía les queda cerebro, explicó que era una estupidez insistir en esa estupidez. Estos muchachos envenenados por las redes sociales, en verdad está convencidos de que en Venezuela la gente se muere de hambre, de que el gobierno está matando niños y que hay torturas en las cáceles. Y esas cosas no es posible debatirlas, porque la gente está en modo reptil. Es decir, solo su cerebro réptil está funcionando, que es donde está alojadas las dos emociones más primitivas del hombre: el miedo y la rabia. Y fue lo que vimos el 28 y el 29. Por eso Bolívar los vencía primero y los convencía después. Dos, otro sector de jóvenes que fueron a la marcha, estaban instigados por los mayores y los contagiaron de la violencia. Son jóvenes descontentos que están cansados de escuchar discursos grandilocuentes, pero sin soluciones; además, cuando se han descubierto casos graves de corrupción, sin que haya un castigo ejemplar. Son los jóvenes sin trabajo que hacen cualquier cosa para ganarse la vida, razón por la que están muy arrechos y con justa razón. Tres, El otro grupo fue el contratado. Dicho por ellos mismos, ninguno recibió cien dólares. A algunos les pagaron 30 o 40 dólares. Al que le quitó la gorra y el chaleco al GNB le pagaron 50 dólares más, y él mismo dijo que estaban pagando 500 por matar a un policía o a un GNB. Todos o casi todos son de países vecinos, y fueron contratados jóvenes, porque les pagan menos, ven una entrada de dinero fácil, además de una aventura. Porque si contrataran a personas mayores, les hubiera costado mucho dinero. Un agregado nuevo a esta guarimba, fue la brutal cantidad de drogas que les dieron, conocida como Optagón. Una droga que los hiperactiva y que los pone irascibles, además de extremadamente violentos. Eso explica el niño de 14 años que le clavó una estaca de madera a una pobre mujer en Bolívar, cuyo delito fue ser chavista. O el asesino que le disparó cinco tiros a la cara a una dirigente en Turmero. Todo era evidencia de una violencia sin control, producto de la droga con la que fueron inoculados.

Ahora bien, el presidente informó que está por concluir un pabellón especial para estos desadaptados y violentos que pasan de dos mil. Estoy escuchando en la calle mucha controversia al respecto, porque entre los chamos arrechos que protestaron porque no encuentran trabajo, y los anormales que le clavaron una estaca de madera a una persona, hay mucha distancia. Y, por cierto, porque esos chamos son los hijos de nuestros camaradas, los históricos, que se batieron duro junto a Chávez y contra el imperio en los inicios de este proceso. Es gente a quien se le debe honor y respeto, y sus hijos deben tener un trato distinto. No estoy diciendo liberarlos, pero sí alguna forma de castigo distinta.

A mí me parece que una forma de manejar esa prisión, es que el cumplimiento del castigo sea recompensado con una labor positiva del procesado. Es decir, si meten a ese montón de jóvenes allí, sin ningún estímulo, se volverán iguales o peores que los presos comunes. Pero si se pone en la cárcel una escuela para que todos saquen sexto grado, con el perdón de un año de la pena, si se pone un liceo para que se gradúen de bachilleres, con el perdón de dos años la pena, y si se pone una extensión de la Universidad Bolivariana de Venezuela, para que se gradúen de profesionales universitarios, con el perdón de cuatro años de la pena, con toda seguridad que estaremos sacando de allí muchos profesionales. Pero, además, Hacer un posgrado es un año menos de la pena.

Eso, acompañado de mucha historia de Venezuela, de mucho cine latinoamericano, de mucha música de protesta, foros, conferencias, biblioteca, etc, quien quita que saquemos a más de un chavista de allí. Y demostrará que el gobierno no ha perdido su tiempo. Pero si solo los manda para la cárcel a estar metidos en una celda y nada más, serán más enemigos, con más odio, con más rencor y con más ganas de vengarse. Y eso debemos evitarlo, por el bien de la paz.

Caminito de hormigas…

"No camarada, no entiendo. De verdad que no entiendo. Será que estos carajos del partido creen que esta vaina se jodió y no van a rectificar. Porque por muy poquito no pasaron el coleto con nosotros. Cómo es que nadie ha convocado a hacer un balance de la situación y saber por qué, por ejemplo, nos patearon el culo en Carabobo. Porque este gobernador, según él era muy arrecho. Ya ves, su mensaje no caló. Supongo que querrá repetir en las elecciones del año que viene. Verga Olmos, de verdad que no entiendo". No puedo decirte mucho amiga, porque tampoco entiendo, fue lo que alcance a decirle.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 611 veces.



Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

Visite el perfil de Rafael Rodríguez Olmos para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Rafael Rodríguez Olmos

Rafael Rodríguez Olmos

Más artículos de este autor