Donald Trump acaba de lanzar una amenaza nada desestimable, sobretodo viniendo de un tipo bocón, racista, imperialista y convencido de que son la raza superior. Dijo que tomarán el canal de Panamá. "El canal es de los panameños", se apresuró a responder el presidente de ese país, José Raúl Mulino, una celestina al servicio del imperio que ha manifestado su apoyo a la invasión a Venezuela. Soberbio y prepotente como es, Trump le ripostó de una vez "ya lo veremos", en una de las mayores expresiones de arrogancia, que he visto en mi vida.
Y no es desestimable el hecho, porque estamos hablando del hombre que el 20 de enero será el presidente del país más poderoso del mundo, que tiene como mano derecha a un fascista de la ultraderecha, y que, además, está muy desesperado por regresar a Estados Unidos a lo que era antes. "Feliz Navidad a todos, incluyendo a los maravillosos soldados de China que están operando de manera amorosa pero ilegal el canal de Panamá (donde perdimos 38.000 personas en su construcción hace 110 años), siempre asegurándose de que EE.UU. ponga miles de millones de dólares en dinero de 'reparación', pero que no tenga absolutamente nada que decir sobre 'nada'", declaró ayer en su cuenta de tuit.
Y, por otra parte, en la controversia, se acaba de incluir un tercero, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, quien declaró sin titubeos que el canal es de los panameños. Y eso puede interpretarse como un desafío a Trump, quien ya había amenazado a México con tasas impositivas del 100% a los productos mexicanos que entraran en EEUU, por el tema del combate al narcotráfico.
Pero, además, porque con un panorama bélico tan sombrío, lo que está diciendo Trump, es que necesitan manejar directamente el canal de Panamá para el transporte cotidiano de sus naves militares. Sobretodo cuando China acordó con Nicaragua, finalizar la construcción del canal, al que le falta poco.
Y aunque Trump ha sido comedido con el tema Maduro, no sería de extrañar que saliera con una piedra en cualquier momento. No olvidemos que ya declaró que iban a apropiarse del petróleo venezolano. Más aún cuando Marco Rubio, un connotado enemigo de Venezuela y del gobierno de Maduro, será su Secretario de Estado, y quien ha sido uno de los promotores de los financiamientos a los grupos opositores, básicamente a la banda de La Interfecta.
